Vamos con la segunda parte de este repaso a las motos que marcaron los principios de los años 70, ya con la entrada de alguna japonesa.
Hace 53 años cambió el colegio en España: entró en vigor aquella ley que regulaba los planes de estudios primarios y secundarios. Y muchos de nosotros queríamos ir a clase en moto en alguna de estas, que ahora son motos clásicas.
En los 70 Montesa fue un fabricante de referencia entre las motos de campo y, de todas, las más codiciadas por coleccionistas y aficionados son las Cappra de motocross.
Hoy día todos tenemos claro lo que es el enduro y cómo es una moto de enduro. Eso no siempre ha sido así. Esta especialidad nació como un tipo de carreras de resistencia, a veces similar a un trial, a veces a un rallye. En los 70 las cosas se empiezan a clarificar. Pero no del todo.
Nuevas decoraciones o una parte ciclo revisada, con nuevos ajustes, son los principales cambios de los modelos de trial de Montesa para 2023.
España llegó a ser una importante potencia en la fabricación de motos. Se vendían por todo el mundo y eran apreciadas, pero sólo algunos modelos determinados y, en algunos casos, muy exclusivos. Aquí vivíamos otras motos. Pero esas motos se nos han quedado grabadas en la memoria.
Modelos como las A45, B46/49, Brío o Impala apuntalaron el éxito de Montesa como fabricante de motos, pero hubo otros proyectos que fracasaron estrepitosamente o, ni siquiera, llegaron a ver la luz.
A finales de los años 50 Montesa es ya una de las principales marcas de motos del país. Lube todavía mantiene su posición de líder, pero ya ve acercarse a la competencia desde Barcelona, con Montesa junto a Derbi, OSSA y otras que pronto desaparecerán, como la madrileña Roa. Dos eventos conformarán el futuro de la marca.
A mediados de los 70 Montesa había centrado todos sus esfuerzos en las motos de campo, pero ante el crecimiento de la competencia en el segmento de las motos de carretera, surgió la necesidad de «volver al asfalto».