Con la BMW F 900 GS, Mil y Dos Gafas reparte solidaridad a lo largo y ancho de Marruecos
Junto con BMW, Miguel y Marta, un óptico de Madrid (Óptica Estaire) y su esposa, se dieron cuenta hace algún tiempo de que algo tan esencial para la vida diaria como unas gafas no está al alcance de todas las personas, como podría parecer desde un país occidental.
Y desde luego, en comparación con África, en Europa nos sobran gafas: todas esas que quedan fuera de nuestra graduación y terminan en un cajón tienen ahora un destino. Por ello, fundaron este proyecto solidario bajo el nombre Mil y Dos Gafas.
Cuentan con el respaldo de BMW. Han participado en el Punta a Punta y en otros eventos de la marca, donde cualquiera puede graduarse la vista de forma gratuita y entregarles esas gafas usadas que ya no necesitas… con una buena causa detrás.
Mil Dos Gafas, un proyecto solidario para los más necesitados
Estas gafas luego llegarán a personas que realmente le darán uso y que, además, no cuentan con recursos para adquirirlas. En esta ocasión la misión ha llegado hasta el sur de Marruecos, en Zagora y Ouarzazate.
BMW ha gestionado toda la logística, más complicada de lo que parece al solicitar permisos y sortear inconvenientes. Es necesario llevar las gafas, dispositivos ópticos y otros equipos para, una vez allí, graduar la vista de aquellos que lo requieran y adaptarles las gafas.
Nosotros hemos tenido el privilegio de acompañarles en este viaje, utilizando la BMW F 900 GS, una moto ideal para este propósito.
La vertiente más humana de BMW
Siempre es un privilegio viajar con una BMW por Marruecos, pero este viaje tenía una dimensión adicional, mucho más humana e importante. Hemos presenciado, de la mano de Mil y Dos Gafas, cómo algo tan básico como unas gafas puede cambiar la vida de las personas.
Hubo dos anécdotas que Miguel compartió y que me dejaron impactado: por ejemplo, ayudaron a una mujer de alrededor de 60 años a la que adaptaron unas gafas de unas 6 dioptrías para un ojo (porque el otro ya estaba perdido) y que nunca en su vida había tenido unas gafas. Es impactante pensar en que alguien pueda experimentar la sensación de ver a esa edad.
Otra historia es la de un niño de 8 o 10 años, albino completo, con fotofobia, como es común en personas con este trastorno, y con deficiencia visual. Le proporcionaron unas gafas de sol y otras graduadas para que pudiera llevar una vida más normal.
Mil y Dos Gafas y BMW Motorrad han hecho posible estas historias, junto con varios cientos de casos resueltos en este viaje. En el próximo evento de BMW, recuerda llevar tus gafas viejas. Contribuye a este proyecto para devolver la visión a estas personas.
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