Yamaha Tricity y D´elight 125 a prueba

Esta familia «urban mobility» japonesa concentra más modelos de los que te crees, porque además incluye las versiones 150 cc que se venden en países como Italia. Por ello, en un alarde de racionalización, Yamaha ha decidido este año agrupar las presentaciones de todos sus productos «urban mobility» en un solo evento europeo, en Roma, al que hemos asistido.

Nos encontramos allí nada menos que cinco modelos distintos: NMax, Xenter y los nuevos D´elight 125, YS 125 y Tricity 2017. En el NMax y el Xenter no ha habido novedades. Te recuerdo que era una presentación europea y estaba la gama completa, ya que en otros países, alguno de estos scooter si son novedad. En nuestro caso nos interesa el totalmente nuevo D´elight, el muy remozado Tricity y, por supuesto, la nueva YS que sustituye a la ya mítica YBR. Pero, por desgracia, las nuevas YS no han llegado a Europa todavía y tras ver una unidad en parado nos quedamos sin poder probarla, por lo que tendremos que esperar para saber cuánto mejora aquellas YBR.

Ya metidos en harina, analicemos las novedades. El D´elight 2017, con motor 125 cc y nueva carrocería, mantiene el planteamiento del anterior en cuanto a cierto estilo retro, una ligereza por encima de la media, economía (tanto de adquisición como de mantenimiento y consumos) y, por encima de otras consideraciones, facilidad total de uso. Es, por consiguiente, un scooter muy básico, pero de estética cuidada y atractiva que seguro que mejorará en prestaciones gracias al nuevo motor de tecnología Blue Core 125 cc que monta en el lugar del primer D´elight de 114 cc, aumentando tan solo un kilo en peso con respecto del anterior.

También descubrimos un nuevo Tricity. El original tres ruedas 125 cc de Yamaha recibe su primera renovación e incorpora novedades que consiguen mejorarlo. Un nuevo chasis, más largo, heredado del que se estrenó (no en España) en el 155 cc, acoge un nuevo motor, en esta caso el que conocíamos del NMax, más cambios en su carrocería que logran actualizarlo tras casi tres años desde su presentación en el verano del 2014. Más potente, todavía más estable y mejorado en equipamiento, el nuevo Tricity no solo se ha preparado para superar la normativa Euro 4 sino que, además, es un scooter mejor y más completo en todos los sentidos.

CÓMO ES EL YAMAHA D´ELIGHT 2017

Los dos nuevos scooter suponen una renovación hacia mejor de lo ya conocido. En el caso del Yamaha D´elight encontramos un nuevo motor dentro una nueva carrocería y una parte ciclo con cambios importantes, para un scooter que en concepto y estilo mantiene su filosofía. Sigue siendo un scooter muy ligero, con un peso de solo 99 kilos, muy compacto y fácil de llevar.

Dispone de un asiento más grande y confortable que se sitúa a 800 mm de altura, pero se llega al suelo perfectamente con cualquier altura. La carrocería se ha modernizado, aunque mantiene cierto aire retro, sin pretender ser una réplica de ningún scooter clásico. Mantiene también el suelo plano, una característica que facilita subirte y bajarte de él, además de permitir apoyar ahí bolsas y otros objetos que tengas que transportar. Para el pasajero hay unas estriberas desplegables con un pulsador y añade tapa del agujero de la llave de contacto, gancho portabolsas y un cuadro bastante completo, con pantalla LCD y reloj horario, por lo que también mejora en este aspecto al anterior. Bajo el asiento se ha previsto un hueco en el que puede meterse un casco integral e incluso un portátil de hasta 13″. Destacar el tapón de gasolina: se abre desde el contacto, lo llevas en el contraescudo y «salta» hacia afuera sin necesidad de tocarlo, quedándose en su bisagra.

El motor es una nueva unidad desarrollada según la filosofía «Blue Core» con la que Yamaha trabaja últimamente sus motores de scooter. Supone el empleo de tecnologías destinadas a aumentar la eficiencia de la combustión y mejoras en refrigeración y rozamientos, lo que, al final, también repercute en esa mayor eficiencia energética. Pero en el fondo sigue siendo un motor básico, de aire y dos válvulas comandadas por un árbol de levas en la culata que entrega 8,3 CV a 6.750 rpm y un par motor de 9,8 Nm a tan solo 5.250 rpm. En la parte ciclo sigue contando con una horquilla estándar y detrás a un único amortiguador lateral. El principal cambio procede de la introducción de una llanta trasera de 10″. No ha perdido estabilidad con ello y mantiene una manejabilidad y agilidad muy elogiable. Para frenar cuenta con un disco trasero y un tambor trasero, unidos en su funcionamiento por un sistema mecánico para conseguir la preceptiva frenada combinada.

CÓMO ES EL YAMAHA TRICITY 2017

El Yamaha Tricity también recibe cambios tan importantes como para considerarse un nuevo scooter. No hay modificaciones en su sistema de suspensión delantera de cuatro barras para sus dos ruedas delanteras que tantas buenas críticas ha recibido desde su primera aparición, pero sí en el resto del scooter. Y de estos cambios, uno de los más notorios es la adopción del motor Blue Core del Yamaha NMax, con sistema de distribución variable VVA, cilindro descentrado, culata de alta compresión y radiador lateral, aunque esta última característica ya es algo que se vio en el anterior Tricity. Con ello, según Yamaha, se consigue mejor aceleración, mejor velocidad punta e incluso un consumo menor.

El chasis también es nuevo. Es el que se empleaba en la Tricity 155 que cuenta con una distancia entre ejes 40 mm mayor. Con ello se consigue una ampliación del espacio disponible para el conductor y un asiento más largo, que a la vez va sobre un hueco para el casco mayor que en el primer Tricity. En el tren trasero se monta ahora una nueva llanta de 13″ (12″ antes) que le dará una mejor estabilidad, que ya de por sí, y gracias a su peculiar tren delantero, era muy buena.

Una carrocería de aspecto más aligerado le confiere un aire algo más deportivo. Lleva ahora un bolsillo delantero con toma de corriente de 12v y monta unos nuevos faros LED, así como piloto trasero de la misma tecnología. De serie equipa frenada combinada, pero también un sistema ABS para sus tres discos.

CÓMO VAN EN MARCHA

Son dos scooter muy distintos a pesar de estar los dos englobados dentro del concepto de «urban mobility», y no solo por el simple y más que obvio hecho de tener dos ruedas delante uno de ellos. El Tricity es, en general, un scooter de una gama más alta que el D´elight, que «juega» en esta gama el papel de más básico y económico. Aún así, la evolución del anterior D´elight de 114 cc a este nuevo 125 lo ha convertido en un scooter más versátil, sin haber perdido nada de su agilidad y facilidad de uso.

Es un modelo pequeño y ligero, fácil de maniobrar en parado y cómodo para subirte o bajarte. El suelo plano y un espacio generoso para el conductor así lo permiten. Se llega bien al suelo y la sensación es de facilidad absoluta para moverte con él. Gira bastante y los mandos o la posición de conducción son perfectas. Las sensaciones que te llegan sentado sobre el sillín es la de un scooter de calidad, bien acabado y para nada de scooter básico. Lo pones en marcha y, con un sonido suave y discreto, está preparado para llevarte donde necesites. Lo hace con total suavidad y el motor tiene respuesta suficiente para moverte con soltura por cualquier ciudad.

La parte ciclo es suficiente para un scooter de este nivel de peso y tan compacto. La horquilla resulta algo seca, mientras que de atrás es algo blanda. Además, el empleo del neumático de 10″ trasero, que indudablemente le aporta gran agilidad sobre asfalto en buen estado, sobre los empedrados llenos de agujeros de Roma, cualquier bache se convierte en un buen «meneo» al piloto. Los frenos también son suficientes y detienen los menos de 100 kg de scooter de manera correcta. Pero hay que acostumbrarse al extraño tacto del sistema combinado mecánico: cuando tiras del freno trasero la maneta del delantero pierde el recorrido natural que tiene cuando usas solo el delantero. Al ser un sistema mecánico, cuando tiras de la maneta de freno trasero, que actúa a través de cable y varilla del tambor, se emplea un sistema que también tira, literalmente, de la bomba del freno hidráulico delantero, y por eso esa presión se convierte en recorrido muerto de la maneta.

El Tricity es otra cosa. Se aprecia, desde el primer momento que te subes, que estás ante un scooter bastante más caro y sofisticado. Y todos los cambios introducidos en esta nueva versión han sido acertados. El nuevo chasis, más largo, con rueda trasera más alta, le convierte todavía en más estable. Y ya lo era mucho. Simplemente, ahora, si vas «muy pasado» sobre suelos malos, es todavía menos nervioso de atrás y es difícil obligarle a perder la línea recta hasta por las malas. Además, ya era muy ágil, y ahora también lo es. No ha perdido esa capacidad de meterte entre coches o en pasos estrechos a pesar de su tren delantero más ancho que el de un scooter normal.

También el motor ha mejorado. Un poquito más de potencia y un poquito más de motor se le notan, ya que se convierten en una respuesta más rápida y alegre del motor y, seguramente (no hemos podido medir todavía) en unas prestaciones más elevadas. La nueva carrocería y las mejoras en el equipamiento son también de agradecer y convierten al Tricity en un scooter algo más acorde a su precio, que no es barato debido al coste de su tren delantero. Eso sí, pocos scooter de 125 cc se le acercan en cuanto a seguridad gracias precisamente a ese sistema de doble rueda.

ASÍ LOS VEMOS (Délight/Tricity)

En carretera: 2/3
En ciudad: 4/5
Pasajero: 2/4
Confort: 3/4
Equipamiento: 2/4
Autovía: 2/3

Los dos modelos están englobados dentro de esa categoría que Yamaha denomina «urban mobility» y, bajo esa premisa, es lógico que los dos se encuentren más en su entorno dentro de las grandes ciudades que en la carretera. Pero al final en un momento u otro habrá que salir a la carretera. Y si hay que hacerlo, desde luego el motor más potente del Tricity, e incluso una carrocería más grande, se notan. Es un scooter con más empaque y eso se notará en la carretera. El D´elight no va mal, pero no es su fuerte. Es un scooter ligero con un motor muy justo de potencia para ello. En la ciudad, el D´elight es ágil y fácil, una herramienta de transporte eficaz, cómoda y fácil. Pero el Tricity es uno de los mejores scooter ciudadanos de la actualidad, con suficiente potencia, mucha agilidad, una parte ciclo perfecta en cuanto a estabilidad y frenada, y un tamaño ideal entre esa necesidad de espacio para ocupantes y carga, y la posibilidad de moverte entre el tráfico denso.

El pasajero irá bien en cualquiera de los dos. En el Tricity el asiento ha crecido con respecto al anterior, tiene más potencia y el tren delantero hace que no tengas cambios de geometría. Es muy bueno con dos personas. El D´elight es tan ligero y compacto que con dos personas se queda justo, pero desde luego puede con ello sobradamente en desplazamiento cortos. En equipamiento el Tricity saca buena nota: la incorporación de las novedades y, sobre todo, el ABS de serie, además de la frenada combinada, es un detalle que refuerza la seguridad de la que este scooter presume. En autovía ninguno de los dos está en su ambiente preferido y con los dos, más con el D´elight, tendrás que tener paciencia, pues son las prestaciones, algo justas, las que limitan su uso en este entorno.