Prueba Yamaha Niken GT 2023: experiencia tourer

En 2018, Yamaha presentó un concepto novedoso, a la par que valiente, para el segmento touring. Aquel año, los de Iwata presentaban la Yamaha Niken como la quintaesencia del mototurismo. Todas las miradas se centraban en su tren delantero, al que se añadía una segunda rueda para mejorar la seguridad y el confort de marcha durante largas sesiones encima de la moto. Todo ello apoyado por el bloque CP3 presente en la Yamaha MT-09.

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Pese al escepticismo del núcleo duro y más veterano del público motero, la Yamaha Niken se erigió rápidamente como una moto con un carácter innato para devorar kilómetros. Algo que quedó refrendado tras asociarse Yamaha con las principales competiciones ciclistas internacionales. Así, la Niken pasó a convertirse en la moto oficial de estos eventos, tanto a nivel de retransmisiones como a nivel de vehículo de apoyo para los diferentes equipos. Su polivalencia había quedado demostrada.

Diferentes evoluciones han dado como resultado la nueva Yamaha Niken GT 2023. De hecho, este será el único modelo que comercialicen a partir de ahora (en las generaciones anteriores había otro modelo que suponía el acceso a la gama). Son conscientes de que se trata de una moto de nicho, por lo que quien adquiera este nuevo modelo, se estará beneficiando de un importante salto mecánico y tecnológico, amén de unos componentes de primer nivel.

Grosso modo, dado que ya hablamos en profundidad de este modelo en este artículo, la nueva Yamaha Niken GT 2023 ofrece mejoras centradas en maximizar sus aptitudes tourer. Por ejemplo, viene asociada a un juego de maletas laterales de 30 litros de capacidad, cuenta con una pantalla ajustable en 70 mm, integra un nuevo asiento para llegar mejor al suelo y con un mullido más blando o introduce la última evolución del motor CP3, cuya cilindrada pasa de los 847 a los 890cc desplegando, eso sí, los mismos 115 CV que en la Niken anterior. A todo esto, se suma una instrumentación enteramente digital con una enorme pantalla TFT de 7 pulgadas.

Cómo va la Yamaha Niken GT 2023

No te voy a engañar. Con mi 1,70 metros de altura, la Yamaha Niken GT 2023 me generó cierto tipo de dudas a la hora de ver si podía llegar bien al suelo y maniobrar con seguridad a baja velocidad. Te recuerdo que es una moto que, con todos los llenados hechos, declara ante la báscula nada menos que 270 kg. Sin embargo, su nuevo asiento, con los bordes laterales rediseñados, permiten acceder bien a la moto y llegar al suelo. En mi caso, con los dos pies no llego de forma holgada, por lo que la solución, como en otras tantas motos, es mover el trasero hacia un lateral para apoyar toda la planta del pie.

Una vez encima, las dudas desaparecen casi de inmediato. No se nota tan pesada como puede parecer cuando la ves por primera vez. Además, la postura es notablemente cómoda. La espalda totalmente recta, los brazos en paralelo al depósito, ligeramente flexionados, mientras que las piernas, colocadas de forma totalmente vertical, auguran un gran confort de marcha.

Al hacer contacto, la enorme pantalla TFT de 7 pulgadas nos saluda con una animación de bienvenida y, rápidamente, aparece toda la información. Como en la Yamaha Tracer 9 GT+, tenemos tres modos de visualización diferentes o la posibilidad de integrar la navegación vía app de Garmin. También comparte con la Tracer las nuevas piñas con botoneras retroiluminadas. El joystick de cinco posiciones, facilita mucho la labor de navegación entre las funciones. En resumidas cuentas, la calidad percibida de la nueva Niken GT 2023 es ampliamente superior a la del modelo anterior.

Tampoco hay dudas a la hora de recorrer los primeros metros. Las sensaciones son puramente de moto, si bien, es cierto que tendremos que tener cierto cuidado con la inclinación a baja velocidad. El tren delantero no perdona un exceso en este sentido, y nos veremos en el suelo si no tenemos cuidado, ya que hay mucho peso en la parte delantera.

El tricilíndrico que mueve a la Niken GT 2023 es suficiente para el tipo de uso de esta moto. Gracias a la remodelación de los contrapesos del cigüeñal y un trabajo específico para mejorar el comportamiento del bloque en la zona baja del cuentavueltas, demuestra cierta energía en este sentido. También hace gala de una gran suavidad de respuesta gracias al acelerador electrónico, en combinación con el quickshifter de doble acción característico de la MT-09 y el embrague con golpe de gas automatizado. Sin embargo, a medida que ganamos en velocidad, esa energía va transformándose en un comportamiento perezoso. Las recuperaciones son lentas, por lo que es mejor bajar una o incluso dos marchas para recuperar la velocidad.

Hay disponibles tres modos de conducción, Sport, Street y Rain. En cada uno de ellos los parámetros del control de tracción, estabilidad o tacto del acelerador se ajustan automáticamente. En Sport, la moto se vuelve algo más brusca y reactiva a la hora de acelerar en pro de una conducción más deportiva, mientras que en Street, todo se ajusta en beneficio de la suavidad. Este último nos ha parecido la mejor solución para ir negociando curvas y disfrutar del viaje.

Dinámicamente, contar con un segundo punto de apoyo en el tren delantero se traduce en una seguridad sin precedentes. Podemos entrar frenando fuerte hasta el ápice de la curva, que la suspensión LMW delantera no hace movimientos extraños. Incluso rodamos por una carretera verdaderamente rota, llena de parches sin ningún tipo de susto. En la misma línea se mueve la suspensión trasera. Demuestra mucho aplomo, su tarado es bueno y copia a la perfección las irregularidades del asfalto.

Su chasis permite que trazar curvas sea tan fácil como respirar y, de hecho, por su configuración de tres ruedas, la moto no requiere de tanta palanca en el manillar, sino de cierto trabajo en la cadera y las piernas en las curvas lentas y medias. En las rápidas, la sensación es de ir sobre raíles. Aplicando muy poca fuerza, podremos cambiar la trayectoria de la moto de manera rápida y sencilla.

El equipo de frenos es bueno, con una buena modularidad tanto en el freno delantero como en el trasero, aunque el tacto de la maneta delantera es algo duro. No supondrá problema alguno en sesiones de moto cortas, pero sí en las jornadas más largas, dejando a la mano algo resentida. Con un ABS nada intrusivo y ese punto de apoyo extra, podemos retrasar las frenadas todo lo que queremos e incluso corregir en pleno apoyo.

También tuvimos oportunidad de hacer bastantes tramos de autopista. El diseño ha permanecido intacto con respecto a las versiones anteriores y, pese a la nueva pantalla regulable, se echa en falta una mayor protección aerodinámica. Aún en su posición más alta, seguimos recibiendo una buena parte de las turbulencias del aire. Además, su ajuste está bastante alejado del puesto de conducción. En mi caso, tuve que levantarme para ajustarla, lo mismo que para colocar correctamente los espejos. Eso sí, la vibración es casi nula a velocidades de crucero, siempre que no apuremos las marchas.

LO MEJOR

-Rendimiento dinámico

-Vertiente electrónica

-Seguridad

MEJORARÍA CON

-Tacto de la maneta de freno más blando

-Mejor protección aerodinámica

ASI VEMOS A LA YAMAHA NIKEN GT 2023

En carretera: 4

En ciudad: 2

Pasajero: 3

Confort: 4

Equipamiento: 4

Autovía: 4

(Entre 1 y 5 puntos)

La nueva Yamaha Niken GT 2023 supone un paso hacia adelante con respecto a los anteriores modelos. A su mayor capacidad de carga, se añade un comportamiento mejorado en todas las áreas. Es una moto que responde muy bien ante las circunstancias de uso propias de este segmento: curvas y autopista. Viene más equipada y se ofrece con un acabado de alta gama para quien quiere lo mejor del segmento. Han querido rodearla de un halo de deportividad, aunque es en la suavidad donde se disfruta más. En definitiva, una devoradora de kilómetros nata con la que llenarse de experiencias.