Prueba BMW F 900 R: referencia equidistante
La industria de las dos ruedas es un mundo donde la perfección es muy difícil de alcanzar. Me explico: ni todo el dinero del mundo puede hacer que una Ducati Panigale V4 R sea cómoda. Es una moto hecha por y para el circuito, donde la comodidad no tiene cabida. En motos más normales, siempre vamos a tener unos apartados buenos, incluso sobresalientes, y otros a mejorar. En definitiva, es un mundo de blancos y negros o grises en algunas ocasiones.
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Sin embargo, de vez en cuando aparecen modelos que nadan en la equidistancia, esto es, que sin sobresalir de forma excepcional en todas sus capacidades técnicas, cumplen con creces en todos ellos. En coches estaríamos hablando de un Volkswagen Golf, por ejemplo, y en el sector de las dos ruedas su mejor exponente es esta BMW F 900 R.
La naked sport germana se encuentra a medio camino entre dos mundos. Por encima están las hypernaked de varios cientos de CV, agresivas y prohibitivas a nivel económico; por debajo, están todos los modelos pensados exclusivamente para el carnet A2 con una cifra de potencia grabada a fuego: 75 CV. Precisamente esta BMW F 900 R nace para quien no quiere ni lo primero y lo segundo; y encima se lleva una fórmula extremadamente equidistante. Es una moto que todo lo hace bien.
Cómo es la BMW F 900 R
Respecto a la versión anterior, cambia poco o nada. Se han conservado las formas angulosas y agresivas. En la unidad que hemos estado probando, se ha añadido el acabado Sport que la viste con los colores deportivos de BMW Motorrad y añade, entre otras cosas, una quilla que le aporta un extra de deportividad al conjunto. Todo ello, rematado por un sistema de escape con una cola doble colocada en lateral, en una posición alta.
En el plano mecánico mantiene la configuración de bloque bicilíndrico refrigerado por líquido de 895cc. Extrae una potencia de 105 CV a 8.500 rpm y un par máximo de 92 Nm desde las 6.500 rpm. Se acompaña de elementos que mejoran sus capacidades deportivas, como es el caso del embrague antirrebote.
El paquete tecnológico de la F 900 es muy completo. Disponemos de diferentes modos de conducción, control de tracción, freno motor, quickshifter de doble acción que, desgraciadamente, la unidad que probamos no llevaba, faros LED adaptativos o suspensión electrónica en el tren trasero. Hay que destacar que casi todos estos elementos conforman el equipamiento opcional de este modelo.
En la parte ciclo tenemos un esquema de puente de acero en construcción monocasco, acompañado de una horquilla invertida con botellas de 43 mm y la suspensión electrónica ZF que te comentaba antes. Más concretamente, ajusta la compresión, la extensión y el rebote de forma automática en función del modo de conducción elegido. A esto se suma un amortiguador de dirección sin ajuste, pero que está en una posición comprometida. Colocado delante del radiador, no hay ningún elemento que lo proteja.
Brembo es el encargado de suministrar el equipo de frenos de la F 900 R, con unas pinzas radiales de cuatro pistones y unos discos de 320 mm en el tren delantero. Detrás, se ubica una pinza monopistón y un disco de 265 mm. Por último, las llantas de 17 pulgadas están calzadas con unas gomas Bridgestone Battlax S21 en medidas 120/70 y 180/55.
Por equipamiento, hay que destacar una enorme pantalla TFT a color con un montón de información. De forma opcional, se incluye un sensor con la presión de los neumáticos, sistema de arranque sin llave, llamada de emergencia, caballete central, soporte para las maletas y una instalación para alojar un GPS.
Cómo va la BMW F 900 R
La F 900 R combina un diseño sobrio con diferentes toques deportivos. Al menos, esa es la sensación que me ha provocado a mí. Tiene un asiento de 815 mm, por lo que llegar al suelo es tarea fácil pese a mi 1,70 m de estatura. El mullido del asiento y su forma es buena y anticipa que se pueden realizar una gran cantidad cantidad de kilómetros sin notar cansancio ahí abajo. Sus 219 kg con todos los llenados hechos la convierten en una moto algo pesada de manejar en parado o a baja velocidad, aunque conforme se gana velocidad esa sensación desaparece.
La pantalla TFT a color es una de las mejores que se han realizado. Su lectura, la definición y suavidad son realmente buenas. Una vez has aprendido a navegar por los menús usando el selector dentado que hay en el puño izquierdo, controlar todos los parámetros de la moto es sencillo. En el modo Dynamic, incluso muestra el grado de inclinación, la actuación del control de tracción o la fuerza de frenada. Tal y como acostumbran los alemanes, la calidad de las piñas destacan por sus acabados y sus pulsaciones secas y notables, dejando claro que hemos dejado pulsado el botón.
Junto al cómodo asiento, la postura de conducción mezcla dos conceptos. La comodidad de una naked y una cierta deportividad al estar ligeramente echados sobre el tren delantero. Lo mínimo para no comprometer la comodidad. Al hacer contacto, el bicilíndrico resuena de forma enérgica pero sin vibraciones. Y todo ello sin la necesidad de buscar la llave, puesto que esta unidad lleva sistema keyless. El embrague es suave, sin tirones, por lo que en entornos urbanos se desenvuelve bien.
Ya en marcha, tiene el alma de todo bicilíndrico, con una aceleración bastante pronunciada desde abajo. Sin embargo, en este caso, la F 900 R responde con una linealidad más propia de otros bloques, desplegando toda su rabia a partir de las 6.500 rpm. Es en ese momento donde se se nota todo el par y donde la moto cambia de un enfoque tranquilo hacia otro más agresivo. Es en el modo Dynamic donde muestra todas sus cartas, con una respuesta más abrupta al dar gas. Y todo ello con buenas recuperaciones, por lo que podemos optar por entrar en curva con una marcha más, dejarla correr, y salir acelerando de nuevo.
Especialmente en verano, es cuando sale a la luz tal vez uno de los aspectos a mejorar. La moto suelta muchísimo calor por los laterales, pero especialmente por el lado izquierdo. Al no llevar ningún deflector, nos incide en la pierna y puede llegar a molestar. En el apartado suspensiones, es todo un acierto la suspensión electrónica en el tren trasero. Hubiera agradecido lo mismo delante, pero esto trae consigo un encarecimiento de la moto. El filtrado y la respuesta cambia en función del modo seleccionado, ofreciendo un buen setting a ritmos medios. No obstante, si le buscamos el límite a la moto, son algo blandas.
La frenada cumple con creces. Tenemos un mordiente correcto y una amplia modularidad en la maneta. Nos permite hacer diferentes tipos de frenadas, apoyándonos también en un freno trasero con bastante recorrido y sin una intrusión excesiva del ABS. Las gomas reflejan la filosofía de la moto: ofrecen un buen agarre y una gran cantidad de kilómetros por delante. En todas las veces que entró el control de tracción, siempre abriendo sin contemplaciones y confiando en la electrónica, la respuesta fue una deriva controlada y totalmente natural.
Precisamente a altas vueltas las vibraciones comienzan a aparecer, extendiéndose por la zona de las manos y el trasero. A velocidades de crucero ocurre lo mismo. Si sobrepasamos el entorno de las 6.500 rpm, las vibraciones impiden ver bien por los espejos retrovisores, a lo que se suma una nula protección contra el viento -a menos que pidas la cúpula opcional-. Esto hará que evitemos en todo momento las autovías, así como las velocidades excesivas en carretera.
Lo mejor
-Diseño que mezcla sobriedad y deportividad
-La pantalla TFT es de lo mejor que hay en el mercado
-Viene súper equipada
-Equilibrio sport-turismo
Mejoraría con
-Suelta mucho calor por lo laterales
-Protección aerodinámica inexistente
Así vemos a la BMW F 900 R
En carretera: 3
En ciudad: 3
Pasajero: 2
Confort: 4
Equipamiento: 4
Autovía: 2
(Puntuación del 1 al 5)
Como has podido ver, la equidistancia se ha logrado con una moto con un diseño serio y a la vez informal, con un motor que responde cuando se le pide en conducción deportiva. A su vez, se apoya en un apartado tecnológico extremadamente completo -si pasas por caja-, lo que la convierte en una moto divertida, capaz y polivalente. El tema del calor hay que tenerlo en cuenta, como su protección contra el viento, pero no hay que olvidar que se trata de una naked. En definitiva, no destaca de forma notable en ningún aspecto, pero lo hace todo bien. ¿Cuántas motos pueden decir eso?