BMW R nineT Racer: heredera de prestigio

En 1924 Rudolf Schleicher ganó la Mittenwalder Steig Hill-Clim. Aquella moto venció en velocidad, en TT e incluso en trial, en los Seis Dias Internacionales de Trial de 1926. Posteriormente, las BMW con compresor fueron las máquinas a batir a lo largo de toda Europa durante muchos años. Sus bicilíndricos bóxer fueron evolucionando y en los años 70 nos encontramos con el mito R 90 S. Personificaban la deportividad de BMW, siendo además una moto elitista y elegante. En aquellos primeros años de los 70, Red Pridmore ganó el campeonato americano de Superbikes con una R 90 S modificada.

La R 90 S sirve de inspiración para la actual BMW R nineT Racer. Se trata de una moto que con la mecánica bóxer actual imita las formas de aquellas bóxer de los 60 y 70 que se modificaban para las carreras. No es una réplica sin más de la R 90 S, más conocida como «Daytona» por su color más famoso, el «Naranja Daytona», sino una interpretación de aquella categoría de motos. Un verdadero homenaje.

¿Cómo era una R 90S?

Si alguna vez has visto un aBMW R 90 S, seguro que la mantienes en tu recuerdo. Aquella bicilíndrica de naranja degradado, con cupolino, dos enormes cilindros laterales de los que salen dos escapes cromados, uno por cada lado hasta el borde de la rueda trasera, a mitad de su altura. Líneas puras y elegantes.

Debajo de ese traje de tan alta costura, había una mecánica muy especial. En aquellos años, las BMW se nombraban por dos números que identificaban su cilindrada, una «barra» («/») y un número que significaba la «serie». En los 70 íbamos por la serie 6, la 6ª evolución de la gama de modelos con motor boxer. También había una R90/6, sin cúpula y más seria y formal. Con ese nuevo motor de 900 cc, incorporación a la gama «/6», el piloto Hans Muth hace esta R90 S (S de Special), con carburadores Dell ´Orto directos, bomba de aceleración y esa cúpula ahora tan reconocible, además de unn colín elevado y otros detalles que la hacían más especial y deportiva.

El motor entregaba así 67 CV a 7.000 rpm, con un par motor de 76 Nm a 5.000 rpm. Tenía cinco marchas, transmisión final por cardan y alcanzaba los 200 km/h. Para frenar emplea dos discos de 260 mm delanteros y un tambor trasero de 200 mm. Y pesaba 215 kilos. Yo he tenido la oportunidad de probar alguna unidad y son, como cabe esperar, cómodas y agradables. El concepto de la deportividad en motos de serie de entonces no era el de ahora. En este caso senos encontramos con una moto con mucho par, un sonido discreto, unos frenos justos y ciertos movimientos laterales al acelerar o cortar gas de forma brusca, resultado de las inercias de un cigüeñal, ejes del cambio y cardan longitudinales.

¿Cómo es la BMW R nineT Racer?

¿No le ves el parecido? De acuerdo, te lo concedo: la BMW R nineT Racer no pretende ser una Daytona. No es naranja, no lleva los dos escapes por ambos lados y la cúpula es mucho más RR, estilo años 60. Sin embargo la Daytona sí es, de serie, lo más parecido al concepto de motos que la R nineT quiere ser. La familia R nineT de modelos Vintage BMW, quizá salvo la Urban Racer G/S, que se basa muy de cerca en la estética R80G/S, no quieren imitar un modelo en concreto, sino homenajear a un estilo de motos, a una forma de entender la motocicleta. La Racer, en concreto, a aquellas «café racer» y preparaciones que se hacían en los años 50 y 60 para correr sobre asfalto, con más ilusión y pasión que medios.

Pero el mundo ha cambiado mucho desde entonces. La Daytona empleaba un chasis de doble cuna en acero, mientras que la BMW R nineT Racer emplea el propio motor como parte central del chasis. La BMW R 90 S utiliza dos cilindros con dos válvulas cada uno para un total de 898 cc, el motor más grande de BMW en motos por entonces. La R ineT emplea también un bóxer, pero en este caso es la última versión de este motor, con culatas de cuatro válvulas, refrigerado por aire/aceite con una cilindrada de 1.170 c.c. y una potencia de 110 CV transmitidos a un cambio de 6 velocidades.

La seguridad también ha cambiado, obviamente. Aquella R 90 S podía presumir de equipo de frenos, en 1973, con dos discos delanteros. Para usarlos correctamente requería, por un lado, bastante fuerza en la mano del piloto, y por otro experiencia y pilotaje, para saber cómo trazar curvas, cómo frenar y cómo acelerar lidiando con sus 67 CV de potencia y sus movimientos laterales e inercias. La BMW R nineT Racer entrega sus 110 CV de forma más progresiva, lineal y controlable que aquellos 67 CV de la Daytona. Lógicamente, no es una moto para principiantes, pero puedes confiar en que sus reacciones, gracias a su horquilla y al Paralever trasero, unidos al control de tracción ASC (opcional) y al sistema de frenos ABS, sean más accesibles para «no pilotos» que los de la preciosa Daytona.

¿Sabes en qué más se asemejan aquellas BMW de los 60 y 70 a la actual R nineT Racer? En las posibilidades de personalización. Aquellas antiguas «damas del asfalto» pasadas a las carreras requerían de toda la imaginación y capacidad técnica de sus preparadores y daban lugar a motos más o menos acertadas, más o menos eficaces. Una BMW R nineT Racer puede personalizarse tanto como aquéllas, solo que ahora cuentas con toda una gama de accesorios oficiales que ya están adaptados a la moto, de forma que podrás hacerte tu propia BMW, a tu gusto y estilo, sin aquellos problemas de adaptación. PINCHA AQUÍ y descubrirás todas las opciones.

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¿Alguien se anima a hacerse una BMW R nineT Racer «Daytona»?