Prueba BMW G 310 GS: Pequeña Urban GS
Lo cierto es que la BMW G 310 GS mantiene su denominación original. En el caso de la equipada con motor bóxer, hablamos de una trail basada en la plataforma de la roadster BMW G 310 R, cuyo ambiente más propicio es ese el «Urban«.
Realmente, el nombre completo de esa hermana mayor es BMW R nineT Urban G/S y esta barra separando las dos letras es importante: es un vestigio de las antiguas denominaciones de BMW, de cuando la utilizaban para distinguir el número de serie (las llamadas barra dos, barra cinco, barra seis, etc). La heredaron aquellas primeras R80 G/S (siglas de “campo” y “carretera” en alemán) que fundaron esta prolífica y longeva familia de trail. Esa R nineT es en el fondo una moto grande, de buen uso en todos los ambientes, pero no es en la ciudad tan maniobrable, ágil y ligera como esta pequeña BMW G 310 GS.
Tiene otras dos características llamativas. Por un lado, una estética -y más en este acabado Rallye– realmente conseguida, y por otro una interesante capacidad off road. Que no se diga que no es una GS auténtica, aunque no todas las que ha habido de este nombre han sido siempre motos muy camperas.
Esta moto nació en 2016. Era la primera (y hasta ahora la única) derivada de la plataforma BMW G 310 R, la “roadster” monocilíndrica fabricada en India por TVS, bajo acuerdo y control de BMW, diseñada como opción de entrada en la marca para poseedores de carné A2 que buscan una moto básicamente ciudadana y con los logos de BMW en el depósito. Es un modelo curioso, con soluciones originales o, al menos, poco vistas, como su cilindro inclinado y salida de escape hacia atrás. No buscaba, ni mucho menos, ser una moto viajera o una radical y efectiva deportiva, sino una moto agradable y fácil, sencilla en el fondo. Y precisamente por eso podía resultar una buena base para una trail básica. Así es la BMW G 310 GS.
En 2021 se han introducido cambios y podemos hablar de una segunda generación. Tocaba superar Euro 5 y se ha aprovechado para mejorar algunos puntos. Un acelerador electrónico y el embrague antirrebote por el lado del motor y nuevos acabados y equipamientos como la iluminación completa en LED hacen de la BMW G 310 GS una moto que se sitúa en la sección Premium del segmento, también con un precio de 5.590 € que le aproxima más a las bicilíndricas del segmento de 47 CV que de las otras opciones más cercanas a su potencia.
Cómo es la BMW G 310 GS
La BMW G 310 GS ha cambiado en esos puntos que hemos comentado, pero la base, la parte ciclo y la original estructura del motor no han cambiado.
El propulsor se diseñó específicamente para la gama G, compuesta por esta GS y la naked -o “roadster”, como la llama BMW– 310 R. Es un monocilíndrico que cubica 313 cc, con culata de cuatro válvulas y dos árboles de levas. Una de sus características más llamativas es que este elemento, la culata, va girada 180º, es decir, el escape sale recto por detrás y tiene la admisión por la parte delantera de la moto. A esta originalidad súmale la inclinación hacia atrás del cilindro y verás cómo tienes uno de los motores de un cilindro más originales del panorama actual, con una configuración que comparte solo (casualidad, si quieres, porque no tienen nada que ver) con los motores Yamaha 450 de off road. Desarrolla 34 CV a 9.500 rpm, con un par de 28 Nm a 7.500 rpm.
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El chasis es un multitubular formado con tubos de una sección importante. El subchasis es desmontable y el basculante, de aluminio, presenta formas originales. Su parte inferior de los largueros principales es sólida, con una especie de huecos y refuerzos en su parte superior. Lleva un único amortiguador trasero, de anclaje directo. En la suspensión delantera encuentras una horquilla invertida de 41 mm de diámetro, de presencia importante. Para frenar dispone de discos en ambos trenes, con 300 mm delante y pinza radial, y 240 mm detrás. Con todo ello la moto pesa 169,5 kilos en orden de marcha, con el asiento a 835 mm de altura. Es bastante ligera y no excesivamente alta.
En el equipamiento, además de esa iluminación con faro delantero de LED y luz de día, se han montado manetas regulables en distancia. No han cambiado los pedales. Siguen siendo bastante básicos, con el del freno formado por una pletina de acero doblada, soldada y pintada, y la del cambio, del mismo material, algo más trabajada. Seguimos echando en falta el caballete central, que sigue siendo parte del extenso catálogo de accesorios oficiales.
Cómo va la BMW G 310 GS
Recuerdo la presentación de su hermana, la BMW G 310 R. Los alemanes nos decían que era una moto ideal para entrar en la marca o también para aquellos clientes de las motos grandes de la firma que buscaban una segunda moto de carácter más urbano. La BMW G 310 GS también es una forma de entrar en la marca e incluso en la familia trail de la marca: la estética o las formas generales, así como la filosofía de la moto, coinciden. Pero mientras que con las grandes tienes multitud de opciones (750, 850, Adventure, 1250 estándar y otra vez Adventure), con esta solo podrás escoger colores, incluyendo esa serie especial 40 Aniversario, disponible en todos los modelos. Esto hace que con una sola moto tienes que «contentar» a todas esas subfamilias del trail, desde los más asfálticos a los más camperos.
Eso lo hace bien la BMW G 310 GS. No es una G 310 R con suspensiones de más recorrido y poco más; se nota que se ha puesto a punto el conjunto para ser una trail bastante convincente y, precisamente, una de las cosas que más atraen de ella es su capacidad off road, como veremos.
La moto es alta y estrecha. Se la ve con aire de familia GS y en esta decoración Rallye es muy llamativa, con el chasis en rojo. Cuando te vas a subir empiezas a notar que es una moto ligera y bien equilibrada, con el peso abajo. Esos 835 mm de altura de asiento se notan cuando mides 1,65 m, pero se llega bien. Las suspensiones son clásicas de trail, notando un primer recorrido blando, que permite que llegues algo mejor al suelo. Los mandos son muy estándar y el cuadro de diseño digital, no excesivamente grande, en LCD monocolor que le otorga un ambiente correcto, pero no Premium. Es bastante completo de información.
La pones en marcha. El motor es suave y no hay vibraciones a bajas vueltas. El sonido del motor es bastante agudo para un monocilíndrico de más de 300 cc, sin ruidos mecánicos. Accionas un embrague con buen tacto, definición que también sirve para el cambio, y sales. Tiene buenos bajos y medios, y cambiar marchas a bajas vueltas es la mejor forma de llevar el motor. Gira bastante y se maniobra muy bien. Es muy ágil. Las manetas regulables ayudan a tener buen tacto y cuenta con nuevo sistema de ayuda a las salidas (aumenta el ralentí cuando sueltas la maneta). En ciudad es una buena moto, porque además no es muy ancha.
En carretera la moto se queda algo justa. Ese motor, al que gusta de girar en medios, va cómodo hasta los 100 km/h. A 120 km/h comienzan a aparecer vibraciones en los reposapiés. Por encima de esa velocidad tienes la sensación de llevarlo algo forzado y las vibraciones se extienden en las manos. Es un poco blanda de suspensiones en ese primer recorrido, algo que debes tener en cuenta al frenar. En este punto, destacar que lo hace muy bien y con buen tacto. Una vez dentro de la curva mantiene la estabilidad muy bien, permitiéndote elegir la trazada y cuánto tumbas. Los neumáticos Metzeler tienen muy buen agarre y sensaciones.
En el campo es al final donde la GS demuestra estar tan a gusto como en ciudad, gracias a su buen par, esas suspensiones que van absorbiendo el terreno a la perfección y, una vez más, el buen agarre -tracción, más bien- de unos neumáticos que permiten buen ritmo e incluso alguna complicación añadida. Es fácil de llevar en el campo y con unas ruedas de tacos seguro que tienes una gran moto para pasear fuera de carretera.
Lo mejor
-Comportamiento off road
-Estética
-Marca Premium
Mejoraría con
-Cuadro de diseño más innovador
-Prestaciones justas
Así vemos la BMW G 310 GS
En carretera: 3
En ciudad: 4
Pasajero: 3
Confort: 3
Equipamiento: 3
Autovía: 2
(Puntuación de 1 a 5)
La BMW G 310 GS es una trail de iniciación en el carné A2, con prestaciones justas en carretera, sobre todo si la comparas con otras opciones trail A2 de precios similares. Su mayor virtud es la facilidad de uso en el campo. En ciudad también va bien, tanto con un solo ocupante como con dos. Cuenta con un equipamiento adecuado, con el protagonismo de su acelerador electrónico, quedando completa con la iluminación LED o las manetas regulables, pero sin caballete central o con un cuadro un tanto básico para una moto de su calado. En la autovía, si bien es capaz de cruzar el mundo a 120 km/h, te quedarás un tanto justo de prestaciones si quieres rodar a ritmo superior.
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