Prueba Honda Africa Twin ABS: darwintrailismo

Tras recorrer 1.500 km sobre todo tipo de terrenos sobre una Honda Africa Twin CRF 1000 L, tanto «on» como «off», te puedo confirmar mi propia teoría de la evolución: «el motero procede del trail». Y si sus genes no tienen nada que ver con el campo, alcanzará la cúspide de su desarrollo tras pasar por el estadio trail. Es decir, «procede del trail; si no, desembocará en el trail». ¿Darwintrailismo? Ahí queda eso…

Evolución del hombre o la metamorfosis de las mariposas… quizá te interesen estos temas tanto como la relación entre la filosofía del derecho con otras ciencias jurídicas, pero si lo miras con ojos «de dos ruedas», llegas a la conclusión de que las etapas son importantes en tu vida sobre una moto. Si eres de los que empezaron con un ciclomotor, magnífica base para luego continuar con una 125 de asfalto y posteriormente ir ascendiendo en cilindradas hasta llegar a una deportiva, una GT, una maxitrail… Si lo tuyo está fuera del asfalto, muchos practicantes de enduro comenzaron con el cross, o con el trial. En otro orden de cosas, numerosos actuales propietarios de Yamaha TMAX son «quemados» de antaño que intentan deshacerse de obstáculos familiares con el argumento «si es un scooter…».

Yo pensaba que ya había llegado al puerto final en mi propia evolución que comenzó en los ´80 con motos españolas de 2T y continuó con naked japonesas cada vez de más cilindrada hasta que me llevó a lo que yo siempre había considerado el paraíso de la motocicleta, las grandes RR hiperdeportivas y las GT más dinámicas. Así ha sido hasta que se ha cruzado en mi camino la nueva Honda Africa Twin, con la que me he sentido como un conejillo de indias en el laboratorio de esta teoría de la evolución.

Honda Africa Twin, el origen auténtico

Después de 13 años ausente en el mercado, el concepto Africa Twin había quedado como un recuerdo de excelencia de la época del trail auténtico de los orígenes, de aquellas motos capaces de atravesar África. Era el trail polivalente de verdad, no la derivación casi 100% asfalto que ha tomado este segmento durante los últimos años. Y con un sentido plenamente on/off, diseñado desde el comienzo para este uso, no como una Ducati Multistrada Enduro, necesariamente ligada a una tecnología nacida para un modelo en absoluto nacido para dar lo mejor de sí tanto dentro como fuera de «lo negro». Solo una KTM Adventure R queda próxima al concepto en el que se fundamenta la Africa Twin, aunque en el caso de la japonesa con la forma siempre especial de hacer la cosa «made in Honda». Vamos por partes.

La Honda Africa Twin es una moto redonda la mires por donde la mires. Su imagen impacta, resultando radicalmente distinta de sus rivales y con un sutil toque anexo a su precedente de hace décadas. En cualquiera de sus decoraciones, rojo/blanco, negro, gris o réplica HRC rezuma tanta elegancia como agresividad, una combinación complicada. Como la unidad que hemos tenido a nuestra disposición es la negra, para estar a juego me visto con equipamiento Dainese-AGV totalmente en negro. Por la forma como me miran los transeúntes en la ciudad o los automovilistas en las gasolineras, parezco infundir cierto temor… Esta edición es la estándar con ABS, por tanto, sin el motor asistido con doble embrague de la edición DCT.

Según tu estatura, los 870 mm de altura de asiento (850 mm en opción baja) te invitan a subirte a ella apoyado en la pata de cabra y poniendo el pie izquierdo en su estribera. Un simple toque de manillar hacia la derecha y la moto queda en vertical en espera de ponerse en marcha. Sobre el caballete se muestra realmente alta, aunque tampoco requiere especial destreza su accionamiento.

Una vez sentado, la postura es muy cómoda y espaciosa, con la espalda recta y los brazos cayendo de forma natural sobre el manillar. La visión de la instrumentación queda parcialmente oculta en su parte inferior por los cables que recorren el manillar. Es muy completa y con un sencillo modo de selección de sus datos mediante un pulsador situado en la piña izquierda para los distintas opciones de parciales, consumos, carga de batería, etc. Por cierto, incluye indicador de marcha engranada, un detalle que en Honda consideraban superfluo hasta hace pocos años. Recuerdo una conversación con el responsable de desarrollo de la Honda CB 1000 R durante su presentación mundial en Italia respondiéndome con desdén que era una información que el cliente no solicitaba. Los japoneses son humanos y también se equivocan… No obstante, en este caso es casi de obligado cumplimiento, porque la opción con sistema de doble embrague lo requiere y se comparte instrumentación con la estándar.

A la derecha del tablero se encuentra el botón de desactivación del ABS en la rueda trasera para conducción off road (no cuenta con ABS específico para este medio). Y la gestión de los tres modos de control de tracción también es muy sencilla, aunque hay que tener en cuenta que cada vez que arranques, se instalará el modo de más intervención. Se puede variar el nivel en marcha, tan solo cortando el gas durante unos segundos tras pulsar la elección correspondiente.

Honda Africa Twin, maxitrail a su manera

Antes de apretar el motor de arranque, por volumen y peso te sientes más próximo a modelos como las Triumph XC 800 o BMW F 800 GS Adventure que al concepto maxitrail como se entiende actualmente, como te dije anteriormente, modelos más aptos para uso GT en carretera que en el sentido polivalente on/off primigenio. La Honda Africa Twin juega unas cartas distintas, con sobresalientes dotes en todos los ámbitos. La elección de un motor de dos cilindros en línea en lugar del V-Twin del modelo original tiene mucho que ver. Es admirable su compacidad y permite situar tras su bloque piezas como el módulo del ABS o la batería para lograr un centrado de masas casi ideal. En este mismo sentido se han utilizado culatas derivadas de la serie CRF de cross con sistema UNICAM, más ligeras y pequeñas.

El reflejo es inmediato desde los primeros metros de recorrido en la ciudad. Me parece que voy a utilizar el adjetivo «fácil» con asiduidad en esta prueba. La suavidad de todos los mandos es típica Honda y los 228 kg declarados en orden de marcha parecen incluso menos. Solo la recientemente presentada KTM Adventure 1090 R se mantiene en este rango de peso, aunque está por ver si su equilibrio está al nivel de la japonesa.

Las vibraciones son cero absoluto. El doble eje de balance hace su trabajo a la perfección. De ahí que circular rodeado de coches en ciudad sea un juego de niños. Con 1,80 m de estatura llegas con ambos pies al suelo sin problemas y el radio de giro es muy correcto. El propulsor sale desde las 2.000 rpm sin estremecerse en cualquier marcha, incluso en sexta. En quinta te sientes como en un maxiscooter, sin necesidad de buscar otra marcha. Y si requieres aceleración, la conexión del gas con la rueda trasera es inmediata y con un sonido de escape irreverente. Me encanta la Honda Africa Twin para el día a día.

Salimos de ruta con la Honda Africa Twin

Dejamos atrás la ciudad y comenzamos la ruta hacia nuestro destino en uno de los actuales paraísos nacionales de la moto: las comarcas del Bajo Aragón, Matarraña y Maestrazgo. La comunidad autónoma de Aragón está repleta de rincones de un encanto inconmensurable para disfrutar sobre dos ruedas. Para llegar aquí desde Madrid, afrontamos un centenar de kilómetros por autovía. La Honda Africa Twin se pone en modo Touring de inmediato. La pantalla te cubre con solvencia, aunque habría sido preferible una regulable para adaptarse a todo tipo de piloto. No obstante, se ofrece de opción una alternativa más elevada. En mi caso me protege incluso cuando el velocímetro alcanza cifras que mejor dejar entre tú y yo. Ni rastro de vibración incluso a 7.500 rpm en busca de la línea roja. Su imagen no pasa desapercibida para el resto del tráfico. Sus LED frontales y los intermitentes siempre encendidos la identifican en sus retrovisores. Y la imagen del LED trasero también es exclusiva.

Te adelanto que el regreso a Madrid al punto de origen se realizó también por autovía. La A2, entre Zaragoza y Alcolea del Pinar, te obsequia con un sinfín de curvas rapidísimas de todo radio que ponen a prueba la solidez de la parte ciclo de toda moto que se precie para realizar largos recorridos. Y la Honda aprueba con nota, facilitándote las inclinaciones con una excelente palanca de manillar y el respaldo de un motor solícito para cualquier exigencia. Hasta el consumo queda restringido a poco más de 6 l. en las circunstancias más extremas, lo que incrementa la autonomía sin perjuicio de tu confort gracias a un asiento bien posicionado y mullido. Da pena llegar a tu destino. Me encanta la Honda Africa Twin como Gran Turismo.

El mayor peso de las jornadas con la Honda Africa Twin recae sobre las carreteras secundarias. La sucesión de nacionales que enlazan Alcolea del Pinar (Guadalajara) con las citadas comarcas de Aragón para luego descubrir mil y un rincones por sus «Rutas Moteras» y alrededores, son un perfecto banco de pruebas para extraer el comportamiento de la maxitrail japonesa. La caja de cambios siempre dispone de una relación entre tercera y quinta para abordar cualquier curva, dejando la sexta para el disfrute de los parajes del otoño. Solo en los adelantamientos más justos necesitarás bajar una marcha, y entonces te encuentras con subidas de régimen dignas de deportiva. Por otro lado, puedes insertar marchas hacia arriba sin tocar la maneta de embrague con total dulzura y jamás encuentras una agria entrada de potencia en la primera apertura del acelerador. Asimismo, la tracción es excelente, también en asfalto mojado y con agarre precario, donde el control de tracción en modo 3 sale en tu ayuda de inmediato. Esta facilidad se extiende a las retenciones más extremas, con un embrague antibloqueo que gestiona estas situaciones en tu ayuda.

También en campo con la Honda Africa Twin

Solo en las curvas muy, muy cerradas te exige un primer esfuerzo especial la inserción de curvas debido a su llanta anterior de 21″. Sin embargo, una vez te adaptas, pasa totalmente desapercibido. Y sus ventajas fuera del asfalto, como luego veremos, quedan fuera de toda duda. Los cambios de dirección son frenéticos y tienes la sensación de que puedes hacer lo que realmente te dé la gana, teniendo todo el ángulo de inclinación del mundo a tu disposición sin que toquen las estriberas en el asfalto. Además, en todo tipo de vías, las suspensiones funcionan de 10, absorbiendo las irregularidades con precisión, y aunque ofrecen un gran recorrido para un uso off road, no se comprimen en exceso en fuertes aceleraciones o frenadas. Se combina perfectamente con unos frenos de tacto no inmediato, un nuevo rédito a pagar con gusto porque luego lo agradecerás en campo, aunque no dejan de resultar suficientemente potentes para asfalto. No en vano, porta sendos discos frontales de 310 mm de diámetro. Me encanta la Honda Africa Twin para divertirme en salidas domingueras.

Otra de las atracciones de las comarcas del sureste de Aragón son sus infinitos caminos fuera del asfalto para acceder a cualquier rincón de sus parajes. La Honda Africa Twin te ofrece su lado más campero. No le hace ascos a la tierra, a los caminos empedrados, a la auténtica aventura. Te garantizo que he surcado caminos con los que jamás me habría atrevido en ninguna de las tan populares modelos con apellido Adventure o Explorer, ni yo ni la inmensa mayoría de los propietarios de las KTM, Triumph y BMW al uso.

Aunque tu experiencia en este medio esté bajo 0, la Honda Africa Twin te invita a explorar terrenos recónditos con una naturalidad impensable. En absoluto se muestra con un peso que te ponga en aprietos en ninguna circunstancia, aunque yo creo que el secreto radica en su equilibrio. Suspensiones y frenos también te facilitan la vida. La intervención del control de tracción (en mi caso solo exploré hasta el modo intermedio) no es intrusiva y sientes cómo trabaja en tu favor. También debes tomar la precaución de elegir la opción desactivar el ABS trasero antes de ponerte en marcha.

Sus 250 mm de distancia libre al suelo y un amplio recorrido de sus suspensiones (multirregulables en ambos ejes) permiten una conducción digna de enduro gracias a su bajo centro de gravedad y gran agilidad. De pie logras una conducción como «de toda la vida». Cargas el peso delante y gira con suma facilidad manteniendo en todo momento el control. Para un nivel off road de iniciación es asombrosamente fácil, y para pilotos «pro» todo un juguete. Me encanta la Honda Africa Twin para ir al fin del mundo.

Honda ha vuelto a demostrar que la simpleza técnica y el equilibrio tienen todavía una máxima razón de ser en un segmento abocado a prestaciones y perfiles cada vez más extremos. Sin infinitas opciones electrónicas («mapping» de motor, acelerador ride-by-wire»…), sin chasis de aluminio y con sus apenas 100 CV, hace frente sin rubor a rivales que alardean con cifras de potencia un 60% superiores, y lo hace en cualquier medio, con total solvencia y, sobre todo, con un componente de diversión único. En este caso, los datos no son reflejo de una realidad que solo tú mismo serás capaz de constatar en marcha. ¿De verdad necesitas más?

Además, hace honor perfecto a la herencia «Africa Twin» y han dado en el centro de la diana a la primera. No me cabe duda de que me siento otro tras probar la nueva maxitrail de Honda. Una moto para todo, absolutamente todo, y a un precio ajustado, otra sorpresa para una novedad de este calibre en la marca japonesa. Con independencia de lo que diga Darwin, si quieres evolucionar, aquí tienes la clave de la fórmula: CRF 1000 L.