De viaje con la Honda CB750 Hornet: diversión polifacética

La Honda CB750 Hornet ha sido la gran apuesta de la marca japonesa para el segmento de alta cilindrada enfocado al carnet A2. La ‘reencarnación del abejorro’, una descripción perfecta que aparece en nuestra completa prueba, ha pasado por casi todas las manos de los componentes de este medio; y digo casi porque yo era uno -por no decir el único- que se había quedado con las ganas de probar el mencionado modelo.

Precios y ofertas de todos los modelos Honda que hay en el mercado

Además, tampoco la habíamos puesto a prueba en un viaje largo. Por eso mismo, fiel a su cita habitual en septiembre, Honda nos convocó para realizar una ruta de varios centenares de kilómetros que unía las localidades de Valencia y Alcañiz, con motivo del Mundial de Superbike en el circuito de MotorLand Aragón. Yo crecí viendo la Hornet -en ese caso, la CB600F Hornet- en varias revistas, que la calificaban como una de las propuestas naked más deportivas por parte de los del ala dorada. Una especie de CBR 600 RR ‘desnuda’ que aprovechaba su motor y que encandiló al público. Grosso modo, una moto pasional. No buscaba ser la más cómoda, o la más polivalente, simplemente quería emocionar.

Es por eso que, el anuncio de esta moto, que abandonaba el ‘tetra’ en favor de un bicilíndrico adaptado a la realidad que nos ha tocado vivir, hizo arder a la opinión pública. A este respecto, el componente pasional está ahí para los neófitos en la materia, pero ese sentimiento ha dado paso a una hornada de motos para una población práctica. Quieren una moto para todo, cómoda, accesible, barata… Ahí es donde entra la nueva CB750 Hornet, que cuenta con los mimbres suficientes para emocionar y, a la vez, cumplir con la practicidad que las nuevas generaciones de moteros esperan.

En ruta hacia MotorLand Aragón con Jordi Torres de invitado estrella

La primera jornada del evento era el ‘día grande’ para probar la Honda CB750 Hornet. Nada menos que 255 kilómetros saliendo desde el centro de Valencia, atravesando dos parques naturales plagados de carreteras en las que poner a prueba la agilidad del ‘abejorro’. Junto a los amigos periodistas que componen la prensa nacional de la moto en España, nos acompañó un invitado de lujo: nada menos que Jordi Torres, dos veces campeón de MotoE, ganador de carreras en Moto2… Además de su velocidad y estilo encima de la moto, lo que caracteriza a este piloto es su cercanía, encomiable trato y un declarado motero nato.

La primera parada, dentro del Parque Natural de la Sierra Calderona, en la provincia de Valencia, puso de manifiesto la diversión que es capaz de ofrecer la CB750 Hornet, gracias a su ronco sonido provocado por un cigüeñal calado a 270 grados y un nervio en su curva de potencia que auguraba todavía más diversión en los destinos que estaban por descubrirse ante nosotros, como fueron los pintorescos pueblos de Benitandús, Tales u Onda -qué casualidad ¿verdad?-.

De ahí, abandonamos las carreteras reviradas en favor de nacionales donde coger mayor velocidad. Un atajo para llegar antes a la espectacular localidad de Morella, calificado como uno de los pueblos más bonitos de España, donde Honda aprovechó para hacer un punto de foto. Con el trabajo hecho y el 90% de la ruta completada, el camino al hotel, el mismo que en la pasada edición, guardaba un desafío para la CB750 Hornet: 4 km de pista en buen estado en los que poner a prueba nuestras dotes camperas. Control de tracción fuera y a disfrutar. La línea de meta era el bello hotel Torre del Visco, construido aprovechando las ruinas de una torre de vigilancia templaria del siglo XV.

En las jornadas restantes, sábado y domingo, acudimos al circuito de MotorLand para ver ‘a pie de pista’ el Mundial de Superbike, donde incluso pudimos salir al propio trazado alcañízano con la CB750 Hornet, junto a los pilotos de Honda, Iker Lecuona y Xavi Vierge. El viaje acababa el domingo, tras ser testigo de toda la acción en pista de WSBK. Por temas de horario, escogí la autopista para la vuelta. La protección frente al aire es nula, pero hay que llegar a casa… tras un recorrido de 881 km en tres días.

Cómo va la Honda CB750 Hornet

Mi primer pensamiento nada más posar la vista en la Honda CB750 Hornet tuvo que ver con la facilidad y accesibilidad. Tiene un asiento estrecho ubicado a 795 mm del suelo, por lo que llego con los dos pies sin problemas con mi 1,70 m de estatura. Su peso es de 190 kg, a los que hay que sumarle 15 litros de capacidad de depósito. En resumidas cuentas, es una moto tremendamente accesible. Condición sine qua non para los usuarios del A2. Muchos abrazarán el mundo de la moto por primera vez con este modelo y la accesibilidad de la CB750 Hornet es un punto muy a su favor.

En carretera, la mejora de equipamiento de fábrica con respecto al anterior modelo, se traduce en la llegada de un mejor neumático. De los Michelin Road 5 se pasa a unos Dunlop Sportmax Roadsport 2 que sin duda mejoran el carácter deportivo de la CB750 Hornet. Y para muestra, lo que hizo Jordi Torres con el ‘abejorro’. En sus manos, la naked nipona parecía una minimoto que hacía todo lo que el piloto de MotoE le pedía. Nosotros no llegamos, ni de lejos, al nivel de conducción de Torres, pero sí intentamos poner al límite a la CB750 Hornet en carretera.

En el modo más deportivo, que desbloquea toda la potencia del bicilíndrico de 92 CV, y el control de tracción desactivado, las derivas de la goma trasera sólo se hicieron evidentes ‘buscándolas’, quiero decir, provocando el propio derrapaje, ya que el tándem entrega de potencia-neumático no eran capaces ni en los ritmos más frenéticos. Sus 74 Nm de par desde las 7.000 rpm hacían que se tuviera que ir un poco ‘alto de vueltas’ para salir de cada curva con la máxima potencia. Una potencia que se hacía latente desde las 4.500 rpm, lo que permite adelantamientos con una marcha de más.

Eso sí, la relación de la caja de cambios, me pareció larguísima. Tiene su sentido, para ahorrar combustible a velocidades de crucero, pero no en ritmos rápidos. La altas posibilidades de ajustes a nivel electrónico permiten personalizar la experiencia de una forma sólo reservada a motos de segmentos superiores. Por ejemplo, podemos cambiar la forma en la que entra el shifter opcional de doble acción en tres modos: duro, medio y suave. La retención del motor también se puede ajustar y, en mi caso, aposté por un desempeño mínimo de este sistema para maximizar el paso por curva.

Aquí entra la polivalencia del modelo: la CB750 Hornet permite pasos por curva al estilo 125 2T y apuradas Stop&go propias de motos supersport y superbike. Y eso se lo debemos a una parte ciclo que ha sido trabajada con ese objetivo en mente. Es verdad que su conjunto de suspensiones adolece de una falta de rigidez yendo alegre, pero tiene sentido para el usuario objetivo de este modelo, pues mezcla un buen rendimiento entre rendimiento y comodidad, sin ser sobresaliente en ninguno de ellos. Sin embargo, el equipo de frenos sí que sobresale, gracias a una bomba convencional que destaca por su modularidad y un tacto de la maneta que permite deceleraciones ‘de Mundial’ sin acusar fatiga.

Fui el único, junto a algún compañero igual de enamorado de la competición que yo, que se quedó hasta el final en MotorLand, pues se daba la opción de volver a casa el domingo por la mañana, Como ya te he dicho antes, la autopista no es el escenario ideal de esta CB750 Hornet. Sin accesorios tan importantes si quieres transitar estas vías, como es la cúpula, estuve a merced del viento en aproximadamente 400 km que separan el circuito de mi destino.

El viento me dio una buena paliza en la zona de la cabeza y el pecho, a lo que se unía un asiento no pensado para tal uso. A partir de la segunda hora encima de la moto, el cansancio se hacía evidente en el trasero. ¿Es una moto pensada para hacer este tipo de viajes? No. ¿Se pueden hacer este tipo de trayectos y ‘no morir en el intento’? Sí. La clave está en la elección de la ruta. Por carreteras reviradas no tendrás ningún problema. En cuanto a consumos, pese a unas cifras oficiales de 4,35 litros a los 100 km, nosotros nos movimos en todo momento en el entorno de los 5,5 litros; y yendo rápidos subimos el consumo de la CB750 Hornet por encima de los 6 litros.

La Honda CB750 Hornet podrá no convencer a los haters de turno, pero sí al resto de moteros de mente más abierta que entienden que los tiempos han cambiado. Las políticas verdes han masacrado a los grandiosos ‘tetra’ de antaño, pero eso no significa que la pasión desaparezca. Rodeada de un amplio espectro de polivalencia, la CB750 Hornet permite disfrutar a cualquier tipo de usuario, con o sin experiencia, incluido el del A2. Es cómoda, ágil, divertida y ni siquiera supera los 8.000 euros. ¿Se puede pedir más?

Fotos: ULA Photo & Video