La moto que te robará el corazón y la razón
Te puedes subir a una moto de hace muchos años o a una nueva, de un tipo o de otro, con una necesidad u otra de tu parte, pero en todos los casos hay un nexo de unión: un manillar, un motor y dos ruedas. Esta combinación está ahí para lo que tú prefieras, pero siempre bajo alguna premisa que hará que te decantes por una opción concreta. Y entre estas, las fundamentales son que te haga más feliz a sus mandos, que te resuelva una necesidad de tu día a día o que, cómo no, sientas una atracción irresistible por su imagen.
Lo difícil es encontrar un modelo que se adapte al 100% a todos estos requerimientos. Y aquí es donde deslumbra la nueva opción neoretro de la marca de la K mayúscula. La Kawasaki Z 650 RS expone un planteamiento eterno combinando tal compendio de propuestas que nos hace volver a descubrir el sentido más auténtico de la moto para todo amantes de este mundillo.
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¿Cómo lo hace? Entremezclando corazón y razón a partes iguales. Corazón por su visión Vintage al rememorar todo un hito de las motos “verdes” como la Z 650 de la década de los 70 (en concreto, la versión B1 de 1977), pero también por las sensaciones que ofrece el equilibrio de una propuesta técnica que apuesta por la agilidad y la respuesta de un motor siempre solícito a tu modo de conducción. Y razón porque se presenta tan idónea para los que comienzan en la conducción de una moto de cilindrada media con el carné A2 recién estrenado como para los que desean una moto útil en todo uso con el carné A, tan práctica en la ciudad como en desplazamientos de cualquier recorrido, cómoda, accesible y tan válida como te propongas.
Esta proposición es nueva en Kawasaki. Su apellido RS la encaja en el mismo segmento que su hermana Kawasaki Z 900 RS, pero frente a esta, sí es válida para los usuarios del carné A2 mediante la instalación de un kit de limitación. Además, sus diseñadores han puesto especial esmero a la hora de conjugar sus líneas con las de los modelos del pasado y se ha logrado un conjunto con aún más atractivo retro, pero sin llegar a los extremos clásicos de la serie W 800 al situarse en un espacio temporal más presente a la actualidad. Aunque ya son 44 años los que separan la nueva Kawasaki Z 650 RS con su referencia Z 650 original. A eso se le llama “old school”.
La Kawasaki Z 650 RS también llega para completar una de las series más diversas del panorama actual entre las cilindradas medias. Junto con la naked Z 650 de la que deriva directamente, la deportiva Ninja 650, la trail Versys 650 y la custom Vulcan S, representan un plantel muy poco habitual en el catálogo de otras marcas del mercado actual. Todas ellas exhiben su propia personalidad, pero en el caso de que te identifiques con la filosofía del motero, motorista o “motard” más atemporal, la Kawasaki Z 650 RS es la elección perfecta.
Precio de la Kawasaki Z 650 RS
Como es norma en la marca, la Kawasaki Z 650 RS se comercializa con distintos precios en función de su decoración y acabados. En este caso solo se distinguen sus colores, ya que no se ofrecen versiones. En negro su precio es de 8.399 € y en el legendario verde que ves en las fotos o en la combinación gris/ébano de 8.550 €. En ambos casos, hasta el 31 de diciembre de 2021 se incluye seguro a tercero gratis (lo que supone un ahorro entorno a 243 €) y, si la financias, cuatro años de garantía oficial gratis (lo que equivale a 242 €). Este programa de financiación denominado “K-fácil” te ofrece cuotas de hasta 82,46 €/mes en 35 mensualidades, con una entrada de 2.519,70 € y una final de 3.791,97 € (TAE: 5,63 % y TIN: 3.99%).
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A la hora de encontrar rivales bicilíndricas para la Kawasaki Z 650 RS, tenemos que hacerlo entre los modelos que tengan unas raíces históricas concretas. Con estos principios, las referencias más próximas son la serie Moto Guzzi V7, la BMW R NineT Pure y las gamas Triumph Bonneville T100 y Royal Enfield 650. Los italianos plantean la exclusividad de su motor V-Twin con los cilindros en posición transversal al sentido de la marcha, esquema similar al único bóxer de BMW, mientras que los británicos han logrado convertirse en icono de los amantes del Heritage con la gama más extensa entre todas las marcas actuales.
En los tres casos, las cilindradas de estas rivales (744 cc, 1.170 cc y 900 cc, respectivamente) superan con creces a la Kawasaki Z 650 RS, así como sus precios, desde 11.300 € la inglesa y desde 9.399 € la italiana o los 13.190 € de la única R NineT válida para el carné A2. En cuanto a las Royal Enfield 650, son más económicas (desde 6.789 €), pero su potencia es menor (se restringen al carné A2) y su peso superior.
Por supuesto, el elenco de modelos de corte Vintage del mercado es más extenso, pero en todos los casos como interpretaciones libres del concepto retro. Aquí caben las versiones Yamaha como la XSR 700 (desde 7.899 €), de la propia Triumph como la Street Twin (9.450 €), la amplia serie Scrambler Ducati 800 (desde 9.099 €) o las nuevas Macbor Eight Mille 500 (desde 6,290 €). Interpretaciones más “neo” que “retro” las encontramos en las Brixton Crossfire (desde 5.999 €) y CF Moto 700 CL-X (7.195 €). Nunca como hasta ahora había sido tan prolífico el segmento Vintage.
Cómo es la Kawasaki Z 650 RS
La base de partida de la nueva Kawasaki Z 650 RS es la naked Kawasaki Z 650. De ella toma el chasis tubular de acero (13,5 kg de peso) que estrenó la icónica H2 en el catálogo japonés y que progresivamente ha sido adoptado por multitud de modelos de última generación de muy diferentes conceptos en la marca. En su parte ciclo, la horquilla mantiene la estructura convencional con barras de 41 mm sin regulaciones (una invertida habría sido un sacrilegio), acompañada detrás por un amortiguador (esta vez sí sacrílego, pero la evolución del tiempo lo requiere) en posición casi vertical “Back link” regulable en precarga.
En los frenos cambia los discos de perfil ondulado por unos tradicionales, mientras que destaca sobremanera el diseño de las llantas de aleación rememorando los radios de antaño. Solo en la versión verde se decoran en dorado, siendo negras con fileteado rojo en la gris y totalmente negras en la opción base.
El motor es el mismo bicilíndrico en línea con culatas DOHC de cuatro válvulas por cilindro e inyección con cuerpos de 36 mm y doble mariposa. En ambos casos, los registros declarados de par y potencia son idénticos: 68 CV de potencia máxima a 8.000 rpm y 64 Nm a 6.700 rpm de par máximo.
También los neumáticos mantienen sus medidas en la retro y la naked, con un delantero 120/70-17 y un trasero 160/60-17. En sus medidas sí encontramos diferencias, con una distancia 5 mm más larga en la Z 650 RS (1.41 mm), 10 mm más de longitud total (2.065 mm), 35 mm más de anchura (800 mm) y 50 mm más de altura. Estas cifras identifican el perfil de la clásica frente a la moderna y deportiva naked. Además crece en 30 mm la altura de asiento y el depósito acoge 3 litros menos de capacidad en la Z 650 RS, manteniendo el peso total en 187 kg. Tanto asiento como depósito acogen líneas 100% clásicas frente al vanguardismo de la escuela Sugomi presente en la Z 650.
Como componentes “neo”, incluye iluminación totalmente LED junto a una pantalla LCD en el centro del juego de doble esfera de su instrumentación. Añade catálogo de accesorios entre los que sobresalen los protectores de radiador, chasis o depósito, asas laterales de gran contenido Heritage con barras cromadas que rodean la parte trasera del asiento, una toma USB o un asiento de menor altura.
Cómo va la Kawasaki Z 650 RS
Al margen de disquisiciones técnicas, lo primero que atrae tu atención en la Kawasaki Z 650 RS es su estética. Te transporta a un pasado idílico en el que el concepto naked no existía, simplemente porque (casi) todas las motos eran “desnudas”. Los carenados integrales eran minoritarios entonces y los conocidos como cupolinos tampoco eran la norma general.
Fíjate en las tapas laterales o en el colín, dibujando unas líneas de gran contenido retro. Lo mismo cabe decir de la forma de su depósito en forma de lágrima, el faro redondo (cromado en la verde y la negra, con corona negra en la gris) o el doble esquema analógico de su instrumentación, sin olvidarnos de sus llantas. Solo te falta un juego de doble amortiguador y unos carburadores para integrarte plenamente en aquellos tiempos pasados. Aquí recibe un protagonismo especial sus decoraciones. En todas se ha incluido una línea perfilada en el depósito que también incluía la versión original Kawasaki Z 650 B1 de 1977. Esta referencia disponía de un motor de cuatro cilindros en línea, pero su alma ha inspirado directamente esta nueva Kawasaki Z 650 RS.
Así, atrapado en la ensoñación del pasado, te aproximas a la Kawasaki Z 650 RS con total admiración. Sus líneas y espíritu impactan mucho más en directo que en fotos o imágenes en vídeo. Te sorprenderá mucho por lo logrado de su diseño y porte notable. Destila un sabor más auténtico que en su hermana Kawasaki Z 900 RS, no sé exactamente porqué, quizá simplemente por ese tono verde de la versión de esta prueba y sus llantas doradas. El éxtasis habría sido ya un escape convencional con silenciador largo, pero las economías de escala requieren sacrificios como este para mantener la base de partida, en este caso la naked Z 650.
Todo este ambiente se repite en cuanto te subes. Se aprecia más alta de asiento y con el manillar más alto y ancho que en la naked sport, todo lo cual configura una ergonomía propia de décadas pasadas, pero infinitamente natural y cómoda. La forma de su asiento de diseño clásico es perfecta para acomodarte sobre él en la posición que mejor te convenga. Por la estrecha forma de su parte frontal, muy por debajo de la media deberás estarás de altura para tener problemas al llegar con los pies al suelo. Los mandos quedan muy accesibles, con ambas manetas regulables en distancia y con un pulsador doble en la piña izquierda para acceder a la información que quieras de su pantalla digital central. Su información es muy visible y está dotado de parciales, autonomía y consumo, con la única falta de indicador de temperatura ambiente.
Arrancas y el sonido poderoso del polivalente bicilíndrico en línea de toda la serie 650 te rodea. Pones a tu gusto los retrovisores, cómo no de aspecto clásico, y obtienes una visión perfecta de tu rebufo. Sus acabados son de calidad en cada rincón. La acción sobre la maneta de embrague es muy suave, también la inserción de las marchas, aunque un tanto ruidosas. De esta forma te facilita su conducción en los primeros metros, indicándote ya que ofrece un perfil perfecto para los usuarios del carné A2. Todo en ella incide en esa máxima facilidad de conducción. Por sus geometrías y la palanca que permite su ancho manillar, circular entre coches en la urbe es un prodigio de agilidad, lo que te convierte en la envidia del resto del tráfico en los atascos, incluyendo otras motos. Con la posición erguida a la que te invita, la visión del tráfico es perfecta. Y la comodidad es máxima, con unas suspensiones que absorben con solvencia baches y obstáculos como los resaltes para reducir la velocidad.
Su motor aquí ejerce también un papel protagonista para respaldar tu día a día en la ciudad. Sale con solvencia desde las 2.000 rpm, pero es aconsejable alcanzar las 3.000 rpm para dar lo mejor de sí. A estas vueltas tan contenidas responde de forma más contundente que en otras versiones equipadas con este mismo propulsor, eliminándose prácticamente los traqueteos. Parece que su centralita dispone de una puesta a punto específica que eleva su puntuación en el tráfico urbano. Pero hay otro nivel al que no te puedes resistir con la Kawasaki Z 650 RS y es el de mirar tu reflejo en los escaparates de las tiendas en tu recorrido o en las paradas en semáforos. ¡Eso es estilo!
Una vez fuera del agobio de la hora punta matinal, los primeros esbozos de carretera convencional refuerza su papel de “moto de toda la vida”. Todo en ella es sencillez, cumpliendo un papel de escuela perfecta. Su cintura en los cambios de dirección te asombrará porque puedes hacer con ella lo que desees, desde una conducción fluida a una más deportiva sin ninguna queja de su parte. Se merece la calificación de “súper-agil”. El manillar coloca la rueda delantera exactamente donde quieres y en el instante que desees, siempre respaldado por una respuesta de motor en la que puedes confiar a cualquier régimen.
Las aceleraciones desde abajo te disparan hacia delante con tracción y te dejan en tu mano derecha la opción de escalar rpm a tu gusto. En este sentido no echas en falta la ausencia de un sistema de control de tracción que sí incorporan ya motos de coste inferior a esta Kawasaki Z 650 RS. La docilidad de su motor, no exento de carácter, es su mejor control, aunque nunca está de más tener esa red de seguridad electrónica en tu favor. Lo mismo vale para sus frenos, sin ABS con intervención en curvas, en un conjunto que responde con la contundencia y dosificación que requiere una moto de su peso y potencia.
Este propulsor te permite explorar los límites de su línea roja en 10.000 rpm, pero creéme que lo ideal es jugar con el cambio entre las 4.000 rpm hasta las 8.000 rpm para tener su mejor respuesta. Las retenciones son menos abruptas de lo habitual en modelos de dos cilindros en línea. Solo en ocasiones extremas hacen intervenir un embrague antibloqueo que entra en acción con un instante de retraso. En cualquier caso, estamos hablando de una conducción ajena al sentido polivalente de la Z 650 RS. Si quieres disfrutar simplemente del paisaje, su rango medio es perfecto, en todo casi sin vibraciones, y siempre con la reserva de bajar una o dos marchas y confiar en roscar el gas para hacer ese adelantamiento que parece inalcanzable para una moto de menos de 70 CV.
En tramos sinuosos, a esa facilidad de inserción en curva suma un buen aplomo una vez en la trazada, además con la ventaja de poder corregir en el interior gracias a un peso contenido y muy centrado en la moto y, sobre todo, con la ayuda inestimable de su manillar, todo lo cual la convierte en una experiencia atemporal de disfrute y diversión en esas salidas a tu territorio preferido de curvas. Las suspensiones responden a buen nivel, con una horquilla de primer recorrido que asume su papel de equilibrio en todo uso, también en lo deportivo. Aquí ofrece un primer recorrido poco progresivo en fuertes transferencias de peso en frenada, para luego mantener la compostura sin problemas en toda situación. Detrás la respuesta es más sólida sin dejar de resultar cómoda en ningún aspecto.
La combinación de agilidad y motor de potencia y entrega más que suficiente para el mundo real está haciendo que las nuevas generaciones de motos de media cilindrada cobren un protagonismo cada vez más acusado. Así encontramos esta fórmula cada vez más asentada en la parte alta de los ranking de ventas con distintas visiones por parte de todos los fabricantes. La apuesta por la deportividad en la Yamaha R7, por el trail en la Aprilia Tuareg 660 o por el naked en la Honda CB 500 F entre otras muchas novedades 2022, demuestra que la tendencia hacia cubicajes superiores que se ha vivido en el mercado durante los últimos años no es la única vía a seguir.
Si trasladamos esta evolución a las series Vintage, la Kawasaki Z 650 RS se erige como baluarte emblemático, con todas las papeletas para cumplir la función de referente. Está basada en la Kawasaki Z 650, pero tiene toneladas de leyenda y personalidad propia frente a esta y la inmensa mayoría de naked modernas de cualquier marca. Si amas la estética de antaño pero sin renunciar a la tecnología del presente, coincidirás conmigo.
LO MEJOR
- Agilidad
- Comodidad
- Estética
- Filosofía para todos los públicos
- Respuesta de motor en medios y bajos
MEJORARÍA
- Sonoridad de la caja de cambios
- Indicador temperatura ambiente
- Controles electrónicos de ayuda de última generación
Así vemos la Kawasaki Z 650 RS
- En ciudad: 5
- En carretera: 4
- En autovía: 3
- Equipamiento: 2
- Comodidad: 5
- Pasajero: 4
(Puntuación entre 1 y 5)
La Kawasaki Z 650 RS es un monumento a la moto de siempre. No ha sido diseñada para ningún aspecto específico pero cumple con rigor en cualquier situación. Acoge todos los perfiles que han definido a las motos más inmortales y lo consigue con unas cualidades adaptadas a los tiempos actuales. La Kawasaki Z1 de 1977 no se habría atrevido a soñar con la agilidad, respuesta y polivalencia en todo uso de la presente Kawasaki Z 650 RS. Pero sí comparten filosofía, lo que hace que esta última tenga un atractivo muy poco extendido entre su competencia.
Eso no tendría que haber sido obstáculo para poder integrar más tecnología electrónica de última generación como la conectividad o los controles de ayuda tipo ABS en curva o control de tracción. No obstante, por su facilidad de conducción y planteamiento universal, está indicada para todo tipo de usuarios, desde los que comienzan con el carné A2 hasta los que saben que sus prestaciones son más que suficientes para explorar los límites legales, y superarlos. En ciudad se desenvuelve a la perfección, y en carretera te permite actuar a tu gusto y sensaciones. Todo es comodidad y equilibrio, también en autovía a velocidades legales y un poco por encima. Y lo mismo vale para el pasajero. Si exiges otra cosa en cualquier medio, te has equivocado de modelo.
La Kawasaki Z 650 RS encaja en todos los perfiles de usuarios, edades y necesidades. Hay motos que cumplen con más nota en aspectos concretos, pero en contenido general, déjame que ponga esta nueva Kawa entre las más altas de mi lista. En lo más alto en cuanto me miro en ese escaparate con mi reflejo…
Más información de la Kawasaki Z 650 RS