Honda Scoopy 125i: en marcha

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Honda Scoopy 125i: en marcha
Ramón López
Ramón López
Es todo un mito. Te sobran dedos en una mano para numerar modelos con tanta historia y prestigio como el Honda Scoopy 125i. Pero no era perfecto... hasta que llegó la versión 2013. Tecnología innovadora y, sobre todo, hueco para un casco integral, obran el milagro del rueda alta definitivo.


El Honda Scoopy 125i se renovó, o mejor, se reinventó. Era difícil mejorar un producto cuyo éxito indicaba una superioridad aplastante sobre su competencia, pero siguiendo el espíritu del fundador de la marca, Soichiro Honda, se ha logrado con creces. 

Honda Scoopy SH 125i en marchaTanto en estático como en marcha, el Honda Scoopy 125 es radicalmente nuevo. Por supuesto que la inmesa tradición de este icono se recoge en sus líneas. Sin embargo, introducen un toque de distinción, rayando un estilo de gran clase, muy superior al modelo precedente. La ausencia de parrilla frontal por el paso del radiador a la estructura del motor, la estilizada parte trasera y las ópticas, sobre todo las frontales con diseño al estilo de las luces diurnas de automóviles de última generación, significan un cambio espectacular sin perder un ápice de «personalidad Scoopy». Todavía sin arrancar, el acabado de todos sus componentes es sobresaliente. Las uniones de las piezas son extraordinarias y ofrecen un auténtico carácter «premium». Y como rutilante estrella, un hueco apto para un integral, incluso los más deportivos con prominentes alerones y entradas o salidas de aire. ¡Asombroso!.

En acción, todo en el nuevo Scoopy cambia. El motor eSP ofrece una personalidad muy clara, más vigorosa en medios y bajos, donde realmente «vive» un scooter de 125 en ciudad; el chasis y el nuevo reparto de pesos favorecen la agilidad y manejabilidad sin perder estabilidad; y como componentes únicos entre sus rivales, un sistema Star&Stop de funcionamiento sublime y el único ABS de su segmento. El concepto rueda alta cobra una nueva dimensión.

Honda Scoopy SH 125i: en marcha

Hay tantos cambios en todos los apartados, que un usuario Scoopy de la evolución anterior se sentirá en otra moto totalmente distinta. La posición de conducción sigue siendo muy natural, con la distinción de un asiento de altura ligeramente superior (15 mm) pero más estrecho en su zona frontal que no impide llegar al suelo con independencia de tu estatura. Llegas al primer semáforo y ¡sorpresa! el Scoopy se detiene y una luz verde se enciende en su instrumentación. Como el PCX, introduce el sistema Start&Stop que ahorra emisiones y consumo.

Pero lo mejor es su entrada en accionamiento. En la primerísima apertura del puño, la aceleración es tan nítida que no aprecias que existe este sistema. Se puede desconectar, pero no tiene ningún sentido. Antes de llegar a ese semáforo, tendrás que frenar. Suelo deslizante, lluvia… sin problemas. El Honda Scoopy 125i incorpora ABS, con una solución que permite bloquear mínimamente en el tren trasero para reducir distancias de frenado y con una respuesta nada intrusiva. Por otro lado, la manejabilidad es excelente. El diferente centrado de masas debido al nuevo motor aligera peso delante y la agilidad aumenta, a lo que se añade unas aceleraciones excelentes. Un arma en el caos urbano.

 

Honda Scoopy 125i