La Kawasaki Eliminator 500 como moto Kustom o Kruiser que te cambiará la visión del Karnet A2
En 2024 tenemos nueva familia Kawasaki y la Eliminator 500 es uno de sus exponentes. Sobre la base de un propulsor basado en el anterior bicilíndrico en línea de las 400 (399 cc), se obtiene un 500 (451 cc) que, como primera puesta en escena, nos descubre esta edición de carácter cruiser. Me voy a referir a ella como cruiser más que custom por sus intenciones dinámicas, ¿estás de acuerdo conmigo?
El resto de los integrantes de esta nueva serie 500 las constituyen las revolucionarias variantes Ninja 7 y Z 7 Hybrid, las primeras motos con esta tecnología en el mercado, asi como las ya clásicas versiones Ninja 500 y Z 500.
En conjunto, se establecen como un ejército de alternativas para el carnet A2 con una visión conjunta como hasta ahora no habíamos presenciado en Kawasaki. En el caso de la Eliminator 500, esta perspectiva es aún más interesante. Te digo por qué.
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Las cuatro marcas japnesas han sido históricamente referentes en el segmento cruiser. Los términos Vulcan, Shadow, Intruder o Star eran “top” hasta hace apenas unos años, cuando las firmas niponas se apartaron en Europa de esta senda. De hecho, en 2024, para el carnet A, solo Honda se adentra en este campo con la serie CMX 1100. Y para el A2 eran también el verso suelto con su Rebel 500. Hasta ahora.
La Kawasaki Eliminator 500 viene a sumar en este sector, por cierto, al alza en ventas en nuestro continente. Una muestra clara es la adición de modelos de marcas hasta hace nada ajenas a este hábitat, como Royal Enfield, Benelli, Zontes, QJ Motor, MBP, MITT, Moto Morini… En efecto, todas ellas no japonesas, ni europeas (de fabricación, no de nombre algunas de ellas), ni americanas.
De ahí que los nostálgicos de leyendas pasadas estén de enhorabuena con el lanzamiento de la Kawasaki Eliminator 500. Esta denominación nació en 1985 en el catálogo nipón, primero con cilindradas de 900 y 1.000 cc. Su espíritu más sport quedaba reflejado en el equipamiento de motores de origen GPZ900R y GTR1000, respectivamente, filosofía que luego fue traducida a versiones 125, 250, 400, 600 y 750. Una historia que finalizó en 2007 y que resucita en 2024.
La Kawasaki Eliminator 500 revive el cruiser veinte años después
Te decía antes que la nueva Kawasaki Eliminator 500 es más una cruiser que un custom por su planteamiento. Nada de manillar elevado, anchísimo y estriberas muy adelantadas. Sí, incluye todo esto, pero en su justa medida para un rendimiento dinámico impropio de una custom. En este sentido se ha desarrollado todo su ser.
Te trajimos su propuesta en el momento de su presentación, por lo que ahora me voy a centrar en sus puntos más sobresalientes. Primero y fundamental es su propulsor. Gracias a un incremento de apenas 50 cc de la mano de una cota de carrera superior, montaje de mariposas ovales como es norma en las deportivas de la firma y un rediseño de sus conductos de aire, nos desvela un bicilíndrico con una respuesta, comportamiento y rendimiento que parece de muy superior cilindrada.
De hecho, su aparición deja en segundo plano al de la, hasta ahora, única cruiser del catálogo Kawasaki, una Vulcan S que está pidiendo a gritos el desarrollo de este motor para adecuarse también a las necesidades de los propietarios del carnet A.
Segundo, la confección de un chasis multitubular inspirado en la Ninja 400, y que se integra en la sensación general de movimiento que ofrece la Kawasaki Eliminator 500 desde parado, detalle reforzado por el diseño lineal desde su faro delantero hasta el colín.
En la parte ciclo hay que destacar el equipamiento de combinación de llanta frontal de 18” y trasera de 16”, de corte evidentemente cruiser e inaudita entre sus rivales actuales.
Un dato que no podemos dejar de lado para comprender sus virtudes dinámicas es también el contenido peso. Por poner la referencia de la superventas Honda Rebel 500, la Kawasaki Eliminator 500 reduce su peso en 14 kg, dato en absoluto baladí.
La Kawasaki Eliminator 500 en acción
Todas estas novedades tienen su reflejo definido en cuanto la poner en marcha. La posición de conducción erguida es cum laude, no muy diferente a una naked como la Z 400, cómoda, con gran control y en consonancia con sus intenciones más deportivas. No olvides que es una Kawasaki.
Llegar con ambos pies al suelo, un asiento confortable, el tacto de sus mandos o la respuesta de su motor y la facilidad de manejo, todo resulta idóneo para el neófito del carnet A2 en el inicio de su trayectoria “the wild one”.
Porque esta es la clave de la Kawasaki Eliminator 500: está muy bien parida. El propulsor se muestra suave desde abajo del todo, una enorme ayuda en conducción urbana, así como lleno en su entrega de par, sin ápice de acritud en la primera apertura del gas con independencia de la velocidad que lleves, y con una estirada inaudita para un alma cruiser.
Su potencia máxima la alcanzas a 9.000 rpm, y sin desfallecimiento ni queja alguna. En sexta, a 3.000 rpm ruedas a unos 60 km/h, que se convierten en 90 km/h a 5.000 rpm y 130 km/h a 6.000 rpm, ¡teniendo en cuenta que la línea roja comienza en las 12.000 rpm! Esa capacidad de estirada no es obstáculo para que salgas en cualquier marcha desde tan solo 1.500 rpm. Eso es polivalencia.
El renacimiento del cruiser verde para el carnet A2
Lo repito, no puedo esperar a que este motor escale de cilindrada para sustituir a la veterana generación 650. Además, las relaciones de marcha están muy bien dispuestas, lo que une a un funcionamiento del cambio-embrague preciso y exquisito, añadido a un embrague asistido y antibloqueo como plus de seguridad y comodidad. Justo lo que necesitas con el carnet A2 en tu bolsillo.
Y un resultado similar vale para su manejabilidad, con un ángulo de dirección es notable para una moto cruiser. El ancho neumático delantero 130 solo es reticente a girar en las rotondas más lentas, porque no interviene de forma negativa cuando la llevas de un lado a otro. La anchura (y altura) perfecta del manillar es un apoyo definitivo para surcar las calles o una carretera de curvas con plena confianza.
Los frenos responden con contundencia y progresividad, y no echas de menos una segunda unidad frontal. Ambos términos también puedes trasladarlos a unas suspensiones especialmente bien puestas a punto. Tienen un balance idóneo entre comodidad y absorción, sobre todo en lo que respecta al juego de doble amortiguador trasero (regulables en cinco posiciones de precarga), un logro sorprendente para una moto de su segmento y su precio. Enhorabuena.
Respecto a los neumáticos, monta un juego IRC, marca nacida en Japón en 1926 como fabricante de neumáticos para bicicletas, incluso antes de que viera la luz la primera moto Kawasaki.
Y, claro, es una cruiser, y necesitas imagen más allá del tópico “long & low”, patrón al que, sin duda, se adapta con una distancia entre ejes de 1.520 mm y una altura de asiento de 735 mm (opciones de 715 mm y 765 mm). Con sus líneas tienes personalidad a raudales en conexión directa con tanta historia Eliminator. Tan solo se ofrece en color negro, perfecto para los más puristas, pero limitado para una visión más actual.
Esto mismo se refleja en su instrumentación, con una pantalla LCD muy completa y de tintes “old school”, pero para los más jóvenes en segunda división ante la invasión TFT de los modelos de última generación.
Su instrumentación cuenta con conectividad con el móvil y sobresale entre sus gadgets las ópticas LED, con un frontal en el que una mínima bombilla logra una iluminación extraordinaria con un sistema de reflejos, y un diseño trasero que es puro Eliminator en toda su esencia neoclásica.
En este sentido, me deja perplejo el detalle de la Eliminator de esconder su procedencia Kawasaki. Tan solo una mínima pegatina sobre el colín, tras el asiento trasero, indica que estás ante una moto de la marca. La denominación Eliminator es legendaria, pero es difícil que los nuevos usuarios del carnet A2 sean conscientes de ello. Quizá en EE.UU. Tenga todo el sentido, pero aquí no tanto.
La Kawasaki Eliminator 500 se ofrece en una versión estándar y otra SE, división ya típica en otras sagas de la marca. La variante SE, la que ves en nuestras imágenes de acción, se distingue por la cobertura de su faro delantero y la horquilla con barras protegidas por fuelles.
También monta de serie toma de USB sobre la piña derecha, su asiento exhibe diferente textura y cosidos, y la terminación de color de sus fibras y chasis es exclusivo, todo ello por un precio de 7.099 € frente los 6.699 € de la estándar. Por otra parte, el catálogo de accesorios es muy extenso.