Honda XL750 Transalp: regreso a los orígenes
Honda sitúa la nueva XL750 Transalp dentro de las motos más destacadas de cara a 2023, en un claro intento por reverdecer laureles tomando como referencia grandes modelos de la historia de la firma del ala dorada. La reciente aparición de la esperada CB750 Hornet ha dado pie a usar su novedoso propulsor bicilíndrico para hacernos recordar a los más nostálgicos viejas aventuras a los mandos de las otrora exitosas XL750V Transalp, en esta ocasión prescindiendo de la mecánica en V para presentarse con una más moderna, accesible y divertida “twin” en línea.
Una vez “retirada” la V de su nomenclatura, el resultado es una moto tipo SUV tan de moda en la actualidad, con guiños hacia un pilotaje total sin centrarse necesariamente en una conducción eminentemente asfáltica, todo ello ampliamente accesible para el gran púbico al que va dirigida: un abanico tan extenso que prácticamente nadie debería sentirse excluido de disfrutar de una moto de semejantes características.
Cambian los tiempos, viene la electrónica
El paso de los años nos ha ofrecido, desde aquellas unidades de los años 90 y primera década del presente siglo hasta nuestros días, avances espectaculares en el ámbito de la electrónica. Y como no podía ser de otro modo, Honda lo ha aplicado y aprovechado en la nueva generación de Transalp.
Así, su motor bicilíndrico en paralelo de 755 cc es capaz de ofrecer una potencia de 91 CV a 9.500 rpm, bastante superior al rendimiento de las generaciones precedentes con motor en V. El par se cifra en 75 Nm a 7.250 rpm lo que, en conjunto, denotará un comportamiento claramente más descarado y divertido en términos generales, con cinco modos de conducción (Estándar, Sport, Lluvia y Tierra configurables) y todo el arsenal que se espera de un modelo de última generación, como el control de tracción, “antiwheelie” o freno motor con embrague antirrebote, monitorizado todo ello por el comando electrónico de gas RbW.
Destaca en la parte ciclo el empleo de suspensiones a la orden del día, con una horquilla invertida Showa compuesta por barras de 43 mm de diámetro y monoamortiguador posterior con bieletas Pro-Link. En cuanto al diámetro de las llantas elegido, parece querer indicar que quiere desenvolverse tan bien sobre asfalto como fuera de él, con la delantera de 21 pulgadas (90/90-21) y la trasera de 18” 150/70-18). Tampoco pasa desapercibido el grupo óptico empleado “full LED”, conservando el aviso ante fuertes frenadas con la iluminación en modo “warning” como sistema de emergencia empleado en el resto de novedades de la marca nipona. Y si hablamos de una moto actual y versátil, no la imaginamos sin conexión USB o un display completo que ofrezca la máxima conectividad, en este caso a través de una pantalla TFT de 5 pulgadas con control de voz HSVC (Honda Smart Voice Control).
La conducción se ha estudiado para que sea tan intuitiva en posición estándar, es decir, sentado cómodamente sobre el asiento (850 mm de altura original, con otra unidad de 820 mm como opción), como en posición off-road pilotando de pie sobre los estribos, con las piernas totalmente extendidas y abiertas o ligeramente cerradas abrazando el depósito de combustible si se prefiere. En resumen: admite indistintamente un pilotaje asfáltico o todoterreno rodando por cualquier tipo de superficie.
La nueva XL750 Transalp estará disponible en tres variantes cromáticas, una de ellas, por cierto, haciendo un homenaje a la primera XL600V aparecida en 1986, mientras que la larga lista de accesorios incluye cambio “semi”, alforjas, maletas, equipamiento específico off-road, etc, todo ello agrupado en cinco packs para una mayor facilidad de elección.
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