Kawasaki cumple 70 años: esta ha sido su evolución como marca mundial y el desarrollo en España (II)

Kawasaki llegó al mundo de la moto después de sus tres grandes rivales en el sector y de su propio país. Pero la historia se repite cuando aterriza en España, justo en el momento momento en el que los 80 nuestro mercado se abrió al mundo, cesando así una política de bloqueo al producto de importación proveniente del régimen franquista.

En realidad, es la única de las cuatro grandes firmas niponas que no se hizo con una marca española como «puente» de entrada. Por supuesto, todos sabemos que Honda absorbió Montesa y sigue siendo su propietaria; de ahí que las Cota, con las que Toni Bou acaba de ganar el mundial de trial 2023, sigan produciéndose bajo la marca nacional que las vio nacer.

Suzuki se apropió de la fábrica gijonesa Avello que había sido, hasta los años 70, MV Agusta y desde entonces hasta mediados de los 80, Puch. Yamaha se «asoció» a Sanglas y Mototrans (que fabricaban las Ducati españolas en Barcelona) que, con algún banco por medio, formaron SEMSA. Así comenzaron a fabricarse las populares Yamaha SR 250 y las DT 80, lo que sirvió de germen para convertirse finalmente en Yamaha Motor España. Kawasaki se quedó, por el momento, fuera de ese juego.

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Kawasaki en España: los preliminares

Sin embargo, Kawasaki estuvo cerca de ser la primera en llegar. Antes de iniciarse la política económica aperturista del mercado de la moto en España, hubo un par de intentonas para culminar el desembarco del producto japonés dentro de nuestras fronteras. La primera fue Honda, a finales de los 60, de la mano de Serveta; sí, los mismos que hacían las famosas Lambretta Serveta.

Serveta Industrial era una empresa vasca que producía los famosos scooter bajo licencia. Eso significa, entre otras cosas, que eran libres de fabricar otras cosas… Y eso hicieron. Acuérdate de aquellos ciclomotores de campo que se vendieron también bajo el nombre Lambretta (Lambretta Trepador), y que no tenían nada que ver con lo que hacían los italianos.

Pero antes habían llegado a un acuerdo con Honda y fabricaron, durante pocos años a finales de los 60, los ciclomotores Honda PC 50 4T. No fue un éxito porque era caro y lento aunque, eso sí, poco gastón. Se hicieron hasta mediados de los 70 con una difusión muy moderada frente a los exitosos Vespino y Mobylette de la industria local…

Pero no nos desviemos del tema, porque Kawasaki estuvo a punto de llegar (y de hecho llegó con un número limitado de motos) casi en esos mismos años. Ben Heidrich, importador de Porsche en España y posteriormente de BMW persigue, en 1973, comenzar a importar motos japonesas. Llegará a un acuerdo con Kawasaki pero sus contactos con BMW hacen que no deba figurar él como «cabeza» de esa empresa, por lo que contacta y se asocia con nuestro campeonísimo Ángel Nieto.

En aquellos años, todavía en un mercado proteccionista cerrado, empiezan a importar algunas Kawasaki. Dicen que en aquellos tiempos el cupo era de cinco motos al año, lo que, desde luego, no da para hacer negocio. En 1975 logran importar algunas unidades de las KZ 400 a las que se unirán las KZ 650. Son motos fabricadas en USA lo que permite esta importación, ya que aunque de Japón estaba prácticamente prohibido traer ninguna moto, de Estados Unidos (aunque con aranceles disparatados) al menos se podía.

Pero seguía siendo un negocio difícil al depender de cupos de importación y estos, en gran parte, de relaciones personales en las altas esferas. El caso es que al final, un par de años después, dos cupos de esas Kawasaki se quedan «enganchadas» en los almacenes aduaneros de los puertos de Bilbao y Valencia, sin poder entrar en España. Esas motos tardarán al menos otros dos años en ir saliendo de allí (no todas), algunas de ellas ya con óxido y problemas de calidad al haberse encontrado en estado prácticamente de abandono. La venta de aquellas motos, cuando se pudo y a un precio francamente desorbitado, hizo que la calidad de la marca en nuestro país estuviese en entredicho durante algún tiempo.

Kawasaki, Heidrich y Nieto

La historia de Heidrich y Nieto durará hasta bien entrados los años 80. En 1984 en la lista de importadores todavía figura una empresa de Heidrich (Hispano-Alemán SA) como el responsable de Kawasaki en España. Pero lo cierto es que Kawasaki llega tarde a la «fiesta» del, para ellos nuevo, mercado español. Yamaha inició la senda a través de SEMSA, mientras poco después veremos las primeras Honda comercializadas con Montesa y algunas de las primeras Puch-Suzuki traídas y construidas por Avello. Kawasaki buscará un socio del mismo nivel en nuestro mercado y este será Derbi.

Se firma el acuerdo de importación a finales de 1984 y surtirá efecto a partir del año 1985 y 1986, momento en el que empieza a establecerse la nueva gama de Kawasaki disponible en nuestro país, ya a través de una importación directa. Las Kawa pasan de ser caras y raras, algunas de ellas con matrícula ceutí o canaria, a una moto muy deseable, en ese «hambre» por moto japonesa que sufrimos en la década de los 80.

Una KZ 400 de aquellas, en 1975, costaba 279.000 pesetas contra las 177.000 de una Ducati 500 Twin fabricada en España por Mototrans. En 1985 ya había cesado la fabricación en España de motos medias de carretera, pero una Kawasaki KZ 550 sale en 659.000 pesetas, mientras una de las 500 más baratas que podías conseguir era la Guzzi V 50 III, que costaba algo más de 600.000 pesetas.

En 1987 la gama Kawasaki importada por Derbi se compone de motos tan míticas para nosotros como la gama deportiva compuesta por la GPZ600R, la famosa «Top Gun» GPZ900R (la primera Ninja) y la potente e impresionante superbike GPZ1000RX, una moto con la que un aficionado español, tan sólo 10 años antes, no podía ni soñar. A ellas se unían motos también interesantes como la KLR600, una trail con poco predicamento en nuestro país o las más populares KZ550.

En 2004 se anuncia el fin de aquel acuerdo entre Derbi y Kawasaki, que se producirá finalmente con fecha 30 de septiembre de 2005. Kawasaki, lógicamente, quiere establecerse de forma propia en nuestro mercado tras la venta de la empresa española al grupo Piaggio.

Pero lo cierto es que la labor de Derbi con la marca «verde» en España fue, desde luego, encomiable: colocó a la marca en la posición que le correspondía y, tras aquellas primeras gamas llegaron motos tan míticas y recordadas como las ZXR750, la enorme ZX-10 Tomcat que tuvo durante un tiempo el título de la moto de serie más rápida del mundo, las populares ZZR600 y aquella ZZR1100 que retuvo dicho título para la marca, incluidas todas las gamas de cross e incluso llegaron a traer las primeras unidades de una moto tan exitosa como la Z750 de primera generación, en 2004.