Kawasaki J125 2016: prueba
Si el J300 era un scooter ideal, a medio camino entre sus «primos», el GT KYMCO SuperDink y el deportivo K-XCT, con este 125 ocurre lo mismo. Resulta más deportivo que un SuperDink, tanto en sus líneas como en su comportamiento, y más cómodo que un K-XCT. Se encuentra en una posición intermedia ideal entre éstos, con el aliciente de la imagen Kawasaki adornando sus formas.
Sales a rodar y enseguida se nota firme de suspensiones y de parte ciclo. Lleva un tarado de suspensiones tirando a deportivo, pero en absoluto incómodo. El Kawasaki J125 pisa bien; no en vano ya lo haces (como te comentaba antes) con el J300 y comparten chasis y parte ciclo. Igual sucede con los frenos: buen tacto y efectivos, permiten regular perfectamente la cantidad de frenada que quieres delante y detrás. Si llevas la versión con ABS, además puedes despreocuparte por frenar fuerte: incorpora un Bosch de última generación que solo actuará en caso de estricta necesidad, sin alargar demasiado la frenada y salvando los deslizamientos indeseados.
En ciudad es agradable; se llega bien al suelo y es cómodo. Gira lo suficiente y el motor de casi 15 CV es potente, progresivo y suave. De entre los 125 cc serás de los primeros en salir de los semáforos. Con una buena parte ciclo, es ágil y maniobrable, además de estable y seguro. En carretera, a falta de poder probar y medir prestaciones, parece, en principio, suficientemente rápido como para meterse entre los más rápidos 125 cc del mercado. No será extraño, ya que el motor que equipa ya ocupa esos puestos en sus «otras reencarnaciones» y este scooter es incluso algo más ligero.
Ese buen ciclo que comentábamos. lógicamente, también se aprecia en la carretera, donde con buen chasis, un motor potente, buenos frenos y una posición de conducción cómoda, permite hasta mucha diversión si buscas unas cuantas curvas a su medida.
Kawasaki siempre ha presumido de ser una marca de motos. Solo de motos. Ahora, ya es también una marca de scooter y hay que reconocer que lo han hecho muy bien. Su entrada con el J300 en el mercado fue exitosa y ahora repiten la operación con un 125 que tiene todos los visos de conseguir un éxito similar o mayor al de su hermano.
El J125 es un gran scooter. Aprovecha la base mecánica de KYMCO y, dándole un aire sport Kawa que le sienta muy bien, mejora en algunos aspectos al original. Es cómodo, versátil, rápido y estable, además de tener un posicionamiento en precio lógico: algo por encima de los KYMCO, pero por debajo de otros japoneses con su mismo nivel de potencia. Ventajas de la construcción en Taiwán.