El primer scooter para carnet de coche de Kawasaki

Kawasaki J 125: prueba a fondo

21 Kawasaki J 125: prueba a fondo
Kawasaki J125: primera prueba
Daniel Navarro
Daniel Navarro
Kawasaki acertó en su entrada al mundo del scooter con su J 300. De la mano de una mecánica de origen KYMCO, con desarrollos específicos y diseño obra de Kawasaki, ha resultado todo un acierto como bien reflejan las cifras de venta. Ahora trata de repetir éxito con el J 125.


Reconozco que, en su momento, me ofreció muchas dudas las política de Kawasaki a la hora de abordar por primera vez el segmento scooter. Utilizaron un scooter que tomaba motor y parte ciclo del SuperDink, de hecho hasta fabricado por la propia KYMCO, en el que cambiaban la carrocería, el asiento y detalles técnicos concretos. El departamento de investigación de mercados de la marca japonesa ha demostrado que tiene más capacidad de acierto que mi «ojo clínico», porque el Kawasaki J300 ha sido todo un éxito. Dispone de una línea que sabe aunar lo deportivo y lo polivalente con el buen andar de los KYMCO que emplean esta base, unido al nombre y fama de la marca nipona. Lo dicho, una fórmula de éxito.

Visto el 300, muchos se preguntaban porqué no hacer los mismo en 125. A fin de cuentas, es un mercado más atractivo si cabe para un fabricante. Con el paso de un tiempo prudencial, aquí está la respuesta en forma de un nuevo J 125.

No ha hecho falta mucha imaginación por parte de Kawa para lanzar este modelo. Básicamente se ha aprovechado al completo el diseño del 300 y se ha acoplado el motor de 125 cc de sus socios taiwaneses en este segmento scooter. Se trata de la unidad procedente de los Kymco SuperDink y Kymco K-XCT, un propulsor potente, moderno y muy eficaz, por lo que sobre el papel el Kawasaki nace con todo a su favor para repetir e incluso aumentar el éxito del 300 cc.

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Cómo es el Kawasaki J 125

¿Conoces el J300? Pues el J 125 te costará diferenciarlo. Uno y otro comparten chasis, parte ciclo y carrocería. Los logos en los costados traseros y algunos detalles del silenciador los diferencian, pero nada más. Es un scooter mediano, algo más pequeño de carrocería que el SuperDink del que deriva. Bien terminado, es cómodo, con un asiento amplio y bien mullido. Completo de equipamiento, el cuadro es muy legible y de buen diseño. Ruedas de 14″ y 13″ aseguran una buena estabilidad, y más con suspensiones de reglaje algo deportivo, aunque no incómodas. Dispone de frenos ondulados, sin sistemas combinados y con ABS opcional. El motor KYMCO declara 14 CV, con los que el Kawasaki se mueve con soltura, pero con una velocidad punta más reducida. La plataforma para los pies es amplia abajo, aunque no permite poner los pies avanzados.

De dónde viene el Kawasaki J125

El origen del J es obvio: el acuerdo que Kawa y KYMCO cerraron para permitir la entrada de «los verdes» en el mercado de scooter con el 300. Como te hemos comentado, visto el éxito de aquel intento, estaba claro que acabaría por extenderse hacia abajo en cilindrada, que es donde el mercado en Europa es verdaderamente importante. En el caso del motor, recordar que fue una creación totalmente nueva de KYMCO para su SuperDink y que hoy día emplean también People S y K-XCT.

Los detalles del Kawasaki J 125j125 40sblk2fsaa00d c

Es un scooter muy completo en todos los sentidos. Además del cuadro completo, pata lateral y caballete central, incorpora luces de posición delanteras LED y un piloto trasero diseñado para recordar las naked deportivas «Z» de la marca. Los amortiguadores traseros son regulables y la llave de contacto es de las que permiten abrir desde la misma cerradura el asiento y bloquear la dirección, además de llevar un obturador del ojo de la cerradura de contacto. Otro detalle interesante es el método de encendido y apagado de la luz del hueco del casco, con célula fotoeléctrica, de forma que aunque te lo dejes mal cerrado, en la oscuridad, o con simplemente dejar el asiento bajado, te aseguras que la luz se apague y no perjudique la batería.

Kawasaki J 125: En parado

Presenta boca de repostaje en el suelo, con una trampilla que se abre con facilidad para acceder al tapón de gasolina con llave. A la hora de aparcar, la pata lateral cuenta con desconexión del motor, por lo que no es de retorno automático, y el caballete central está bien equilibrado y tiene suficiente palanca. Los retrovisores son de los que van al manillar. Esta solución permite mejor visibilidad trasera y mejor regulación, aunque estéticamente son menos deseables que los integrados en la carrocería.

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Kawasaki J 125: Capacidad de carga

El interior del asiento, el principal espacio de carga de cualquier scooter, es el mismo también que en el SuperDink. Sin embargo en aquél se decidió poner un asiento cuya parte delantera se eleva, permitiendo así dejar en este hueco un segundo casco integral. Kawasaki se ha decantado por dar más importancia a la comodidad del conductor que a ese espacio de carga, por lo que el asiento se diseñó con esta parte más baja y cómoda, aunque limita el espacio. En el J 125 cabe un integral y en esa parte delantera puedes dejar algún otro objeto, pero no un segundo casco. Guantera delantera, gancho portabolsas y una parrilla trasera donde montar los baúles que se ofrecen en opción complementan su capacidad de carga.

img 0748KAWASAKI J 125: EN MARCHA

El J 125 es un maxiscooter polivalente, con cierto aire deportivo (sobre todo en la versión SE de colores «de guerra» Kawasaki), parte ciclo excelente y una mecánica bien probada que lo impulsa con brío en ciudad. En esta versión con motor de 14 CV declarados y con una aerodinámica menos efectiva que en los KYMCO, se queda un poco justo en carretera, aunque tampoco es de descartar que haya sido un problema de rodaje de nuestra unidad (que no llegaba a los 1.000 km). En nuestras pruebas ha superado por muy poco los 100Km/h, cifra que parece algo baja comparada con otros scooter con su mismo motor. Aún así, pueden sacarse algunas conclusiones muy válidas.

En ciudad: Se comporta muy bien en la urbe. Su parte ciclo, con rueda delantera de 14″, le otorga gran estabilidad y aplomo, mientras que manteniendo la trasera de 13″ conserva la agilidad necesaria para este entorno. La cúpula baja, las formas del suelo con hueco para sacar los pies al suelo y un asiento que fuerza menos la postura hacia atrás que en el SuperDink, hacen que sea cómodo, más manejable que el taiwanés y, por tanto, más fácil en ciudad. Tiene buenas aceleraciones. El motor se nota con viveza y, a pesar de que no es un 125 cc ligero, se mueve con mucha soltura. Frena muy bien. Resulta muy recomendable la versión ABS, que con un sistema Bosch de última generación no resulta en absoluto intrusivo. Con dos discos ondulados, idénticos a los del 300 cc, tiene poder de retención más que sobrado.

En carretera: 101km/h ha sido el máximo registro que hemos logrado. Entre los 125 cc que hemos probado que equipan este motor es el que menos velocidad punta alcanza, si bien esta unidad disponía todavía de pocos kilómetros para demostrar todo su potencial. No obstante, el propulsor es un viejo conocido y a buen seguro que acabará rindiendo algo más. En aceleraciones ofrece suficiente, y con buenos frenos y una parte ciclo excelente, trazar curvas con el J 125 es divertido. Ante inclemencias, la cúpula corta protege poco; en días normales, con las prestaciones de un 125 cc desde luego no hace falta más y, además, estéticamente es más atractiva que la larga pantalla de los GT. Eso sí, es suficiente para esconderte tras ella si buscas estirar al máximo su velocidad punta.

KAWASAKI J 125: CON PASAJERO

El Kawasaki J 125 es una buena opción para disfrutar en compañía. Dispone de un motor potente y resulta suficientemente grande para dos personas, con buen asiento y suspensiones firmes, incluyendo la posibilidad de endurecer los traseros con la regulación de precarga. Además, el equipamiento específico para este uso está bien estudiado. Cuenta con estriberas desplegables, tipo moto, y las asas para agarrarse forman parte del portabultos trasero a la altura del asiento.

ficha kawasaki j125KAWASAKI J 125: ASÍ LO VEMOS

Deriva del KYMCO SuperDink, pero con los mínimos cambios del asiento, la cúpula y la carrocería, el scooter cambia lo suficiente como para considerarse una opción muy diferente. Así, parece más compacto, más ligero, aunque en la báscula sea muy similar al taiwanés. La pantalla corta y la posición de conducción que otorga el asiento le dan ese carácter más ágil y ciudadano. En carretera, esa misma cualidad de parecerse al KYMCO le hace un gran scooter. Un buen chasis y una parte ciclo de primer nivel le dan un andar espléndido en curvas. Le falta algo de velocidad punta en autovía que achacamos a la falta de rodaje de esta unidad. Un consumo en la media de la categoría, con un gasto real poco por encima de los 4 litros, un nivel de comodidad alto y un gran nivel de equipamiento, donde no se echan en falta ninguno de los elementos importantes que le hyagan puntuar alto en todos estos puntos. El volumen de carga es aceptable, con buen hueco bajo el asiento, aunque haya perdido la posibilidad de dejar el segundo casco, más una guantera y el portabultos trasero.

FICHA TÉCNICA

Motor 4T, 1 cil.; agua
Cilindrada 125 cc
Alimentación Inyección electrónica
Distribución SOHC 4V
Suspensión delantera Horquilla telescópica 37 mm
Suspensión trasera 2 amortiguadores
Freno del./tras. 1 D. 260 mm/ D. 240 mm
Frenada combinada: No
Neumático delantero 120/80-14
Neumático trasero 150/70-13
Long. Máxima 2.235 mm
Entre ejes 1.555 mm
Altura asiento 775 mm
Cap. depósito 13 l.
Peso declarado 182 kg (en orden de marcha)
Precio 3.799 € (SE 4.199 €)

 

Kawasaki J 125