Honda Scoopy SH 125 V.S. Yamaha Xenter 125
Pero tampoco son sofisticados y pesados GT con rueda alta, pantallas enormes y equipamientos de lujo, porque se decantan por un suelo plano, parrillas portabultos y poco peso para una mayor agilidad que les permite una capacidad ciudadana que ningún scooter que presuma de GT puede tener.La receta está clara.Honda la inventó hace años: un scooter con ruedas de 16-, lo suficientemente sofisticado en cuanto a su técnica como para resultar fácil de conducir, económico de mantener y de consumos contenidos.
Prima en ellos su capacidad de «trialear» en la ciudad, de rodar entre coches y ser capaz de ser una «herramienta de movilidad» prácticamente imbatible en la ciudad.
Resulta importante su suelo plano: no sólo facilita el acceso rápido al scooter, sino que, además, ayuda muchas veces a llevar objetos sobre él, como las bolsas de la compra o de deporte, ayudados por el gancho que ambos llevan en la columna de dirección.
También en ambos casos puede equiparse como opción un baúl trasero con el que compensar la falta de hueco bajo el asiento, sólo apto para un casco jet de los cortos, mejorando así la capacidad de carga.
Scoopy es toda una «marca registrada» de Honda. Renovado en 2009, es un scooter eminentemente ciudadano cuyas mejores bazas son una fiabilidad a toda prueba, demostrada a lo largo de muchos años por todas sus versiones y una agilidad envidiable.
El Yamaha incorpora nuevas tecnologías al concepto, pero básicamente intenta mejorar lo que ofrece Honda.
En detalles como la suspensión monocross lo consigue y también logra ser algo más rápido que el Scoopy, aunque en aspectos como la frenada combinada es el Honda el que impone su experiencia.
Aún así, es justo reconocer que Yamaha ha hecho un gran trabajo y que al Scoopy le ha aparecido una dura competencia, ya que además Yamaha «se ha apretado el cinturón» y el precio de su Xenter está algo por debajo del de las versiones más básicas del Honda.
La fallida experiencia X-City ha servido de lección. No puede haber un vencedor claro en este cara a cara. Ambos scooters están a tan buen nivel como puedes esperar de estas marcas.
Sí es cierto, sin embargo, que en algunos aspectos uno de ellos convence más que el otro.
Será cuestión de gustos decidirte por uno u otro: es más legible el cuadro analógico y más bien clásico del Scoopy, pero es más atractivo y original el cuadro del Yamaha, digital, enmarcado en un manillar de diseño moderno, con una pequeña guantera integrada en él.
O simplemente sus líneas: las conocidas y elegantes formas del Scoopy o el más actual y deportivo «look» del Yamaha, con su enorme plataforma trasera. Sea cual sea tu elección, acertarás.
Yamaha Xenter 125
Lo mejor
· Suspensiones
· Comportamiento noble y sano, más ágil
· Prestaciones superiores
Mejoraría con€
· Freno trasero de disco
· El sistema de frenada combinada mecánico estropea el tacto de frenos
· Pata de cabra
Honda Scoopy 125
Lo mejor
· Fiabilidad y manejabilidad
· Funcionamiento suave y silencioso
· Múltiples versiones y catálogo de opciones
Mejoraría con€
· Guantera delantera
· Pata de cabra
Con pasajero
Los dos scooter son muy similares a la hora de llevar pasajero. Los asientos son largos, algo estrechos y bien mullidos.
Ambos tienen reposapiés desplegables, tipo plataforma en el Honda y tipo moto en el Yamaha.
Sí que resulta algo mas cómodo el Scoopy en cuanto a las asideras. En los dos casos tienes que agarrarte al portabultos, pero en el Honda está algo más alto y es abierto, mientras que el Yamaha lo lleva cerrado y más bajo.
En marcha Honda Scoopy SH125
El Scoopy es un scooter sobre todo fácil y muy manejable. Con prestaciones suficientes en ciudad, en carretera sobrepasa por poco los 100 km/h, lo que limita bastante sus posibilidades en uso interurbano.
En ciudad, sin embargo, sí que acelera lo suficiente para salir bien de los semáforos y su agilidad asegura poder moverte muy bien entre coches.
Muy noble, el chasis, a pesar de su suelo plano, es lo suficientemente rígido para asegurar un comportamiento sano y predecible.
Las suspensiones son cómodas, pero sujetan lo suficiente al scooter y permiten una conducción alegre sin sobresaltos, gracias también a sus ruedas de 16″.
Lo mejor, en el cara a cara con el Yamaha, son sus frenos, suficientemente potentes y bien equilibrados en el reparto (son combinados).
No modifica demasiado el tacto el hecho de frenar con una o con otra maneta, o ambas al tiempo.
En marcha Yamaha Xenter 125
En marcha se nota que el Xenter ha sido diseñado con la cabeza puesta en «batir» al Scoopy.
Es muy similar en la posición de conducción, y una vez en marcha es igual de suave y fácil de conducir.
Sin embargo, el motor se nota algo más vivo, sensaciones que después el cronómetro confirma: es más rápido acelerando y en velocidad punta.
La suspensión trasera Monocross es un acierto y el Xenter puede presumir de llevar una suspensión que consigue ser más suave y cómoda que la de su competidor y al tiempo proporcionar mejor «feeling».
No puede decirse lo mismo de los frenos: el sistema de frenada combinada mecánico que monta, con tambor trasero y disco delantero, hace que el tacto de frenos no sea el adecuado.
Comete el mismo error que ya cometió Honda con los Scoopy de tambor trasero, y cuando aprietas una maneta aparece un recorrido muerto en la otra.
Cómo es Honda Scoopy 125
Elegantes líneas en el clásico Scoopy, y más en estos colores marrones de la versión First Class que hemos utilizado en esta prueba.
Es idéntico a cualquier otro Scoopy, pero con colores exclusivos.
Versión First Class
El piloto trasero no cuenta con leds y sigue siendo de bombillas, tanto para la luz de posición y freno como para los intermitentes.
Velocímetro, cuentakilómetros parcial y total, temperatura del agua, nivel de gasolina y reloj horario.
Junto con los testigos, en un scooter no necesitas más información.
Velocímetro, cuentakilómetros parcial y total
Ninguno de estos dos rueda alta tienen demasiado espacio bajo el asiento. De ahí que los dos lleven un portabultos en el que se puede anclar un baúl. El del Honda es más discreto.
El disco trasero del Scoopy mejora muchísimo el tacto de frenos respecto a anteriores versiones equipadas con tambor.
Disco trasero
Plataformas plegables para el pasajero. Buena solución, cómodas de extender y recoger. Cerradas se integran bien en la estética del SH.
El depósito de gasolina se encuentra bajo el asiento. Al quedar éste cerrado, no necesita llave para evitar problemas.
Bajo el asiento
Motor
El motor el Scoopy es una unidad muy conocida y fiable. Un 4T con distribución con un sólo árbol de levas en la culata y, por supuesto, refrigerado por agua.
Cuenta con un sistema de inyección electrónica que Honda denomina PGM-Fi y transmisión «V-Matic», es decir, por variador continuo y correa a un embrague centrífugo en la rueda trasera.
Entrega 13,5 CV a 9.000 rpm, una buena cifra para su peso, aunque no alcance los 15 CV legales y declara un par motor de 11,5 Nm a 7.250 rpm.
Equipamiento
No es un scooter especialmente bien equipado, y menos si consideramos que pasa de los 3.000 €.
No hay pata lateral, aunque no es difícil subirle al caballete, ni tampoco el típico enchufe de 12v u otros elementos que, aunque útiles, son prescindibles.
No quiere ser un scooter de lujo, ni mucho menos, sino un vehículo práctico , aunque deje de lado detalles concretos.
Carga
Honda Scoopy SH 125
El suelo plano es la mejor opción que tienes para llevar bultos con el Scoopy de serie.
No hay guanteras delante y debajo del asiento sólo algunos cascos jet cortos caben.
Eso sí, con algo de inversión puedes ponerle un baúl trasero: viene preparado para ello.
Confort
Buen asiento, posición de conducción muy natural y relajada y bastante sitio para los pies en el suelo plano, el Scoopy es un scooter cómodo en desplazamientos cortos, precisamente para los que se diseñó.
El asiento es mullido y cómodo, la altura al suelo muy asequible y la ausencia de estorbos en el suelo hace que subirse y bajarse sea fácil y cómodo.
Parte ciclo
Amortiguadores regulables en precarga
Construido a partir de una columna tubular de acero que va por debajo del suelo, lleva el motor con el cárter de transmisión como basculante y con dos amortiguadores regulables en precarga.
Su característica más llamativa es el sistema de frenos CBS, combinados, con dos discos de gran tamaño que aseguran una buena potencia de frenos, con buen tacto en ambas manetas.
Cómo es Yamaha Xenter 125
La línea del Xenter es algo más ligera que la del Honda. A ello contribuye el no tener dos amortiguadores detrás.
Línea del Xenter
La guantera del Xenter es una idea original y muy acertada. Va en el manillar, por debajo del cuadro y se abre simplemente pulsando sobre ella.
La idea del radiador lateral, en la posición en que suele ir el ventilador para la refrigeración por aire forzado, es una solución que ya ha empleado Honda.
Ahora Yamaha también se apunta a esta técnica.
Radiador lateral
La parrilla portabultos tan larga ofrece gran personalidad, además de servir para el baúl opcional. Sin embargo, su aspecto no convence a todo el mundo.
Otra solución original y muy acertada es el uso del amortiguador lateral tipo cantilever.
En Yamaha lo llaman Monocross y es uno de los responsables del buen comportamiento del Xenter.
Amortiguador lateral tipo cantilever
Punto a favor del Xenter en el capítulo de la iluminación: su piloto trasero sí es de leds. La zaga es estrecha, dándole un aire de ligereza muy apropiado.
Lo que hay debajo del asiento del Yamaha no llega a ser un hueco para casco, sino una guantera. Tras ella, el depósito de gasolina.
Guantera tras ella, el depósito de gasolina
Motor
Yamaha Xenter 125
Una unidad compacta y de nuevo diseño, con culata de cuatro válvulas, inyección y agua que desarrolla 12,3 CV a 7.500 rpm y un par de 11,9 Nm a 7.250 rpm. Silencioso y eficaz, consume algo menos que el Scoopy.
Equipamiento
Pequeña guantera insertada en el manillar
Al igual que ocurre con el Honda, el Xenter tampoco puede presumir de «exceso» en este capítulo.
Sin embargo, gana por poco al Honda gracias a detalles como la pequeña guantera insertada en el manillar.
También hay que tener en cuenta el piloto trasero de leds, aunque otros detalles, como el tambor trasero, le hacen perder puntos frente al Honda SH.
Carga
Uno de los pocos scooters del mercado actual que no cuenta con hueco para el casco, algo que no gustará a muchos usuarios.
Bajo el asiento se pueden guardar papeles, herramientas o algún antirrobo, pero no hay sitio para el casco.
Sobre su enorme plataforma trasera sí que se puede, en todo caso, llevar algunos bultos atados o, mejor aún, montarle el baúl trasero opcional.
Para eso no hace falta siquiera una placa intermedia, ya que viene preparado para encajar.
Confort
El asiento es cómodo y, al igual que en su rival, la falta de obstáculos en el suelo para subir y bajar de él y el asiento no muy ancho (y a sólo 785 mm), hace del Xenter un scooter muy accesible y agradable de usar.
Parte ciclo
Similar en sus formas al del Scoopy, el chasis del Xenter está fabricado, sin embargo, con un tubo doble que une la pipa de la dirección con la parte trasera del scooter, donde el motor se ancla como basculante.
La suspensión trasera Monocross lleva montado el amortiguador en el lado derecho del scooter muy tumbado, casi horizontal.
Delante una horquilla similar a la del Honda, pero más blanda de tarados, aunque igualmente eficaz a la hora de pegar el scooter a la carretera.
Datos Oficiales Ficha técnica
Equipamiento
Prestaciones
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