La segunda moto custom moderna de una marca con 123 años y que convence en la carretera
Al ver la Royal Enfield Shotgun 650, es inevitable recordar la Super Meteor. Puede que incluso pienses que se trata simplemente de decoración y estilo. Ambas Royal Enfield son dos motos custom, con mismo motor y chasis; ¿qué podrían haber cambiado para que me haga creer que es otra moto?
La verdad es que se han realizado cambios suficientes para que, al subirte y arrancarla, realmente parezca otra cosa. Y lo suficientemente interesante como para captar tu atención.
Royal Enfield dejó de ser esa marca que presumía de no cambiar sus modelos salvo en lo mínimo imprescindible desde los 50, para convertirse en una firma que conserva la esencia del motociclismo puro, es decir, la diversión y el placer de montar en moto, casi siempre (aunque no siempre) con un sabor retro.
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Tienen una base de clientes que muchas marcas envidiarían. Su propio mercado interno es India, donde han vendido millones de unidades, lo que les permite hacer las cosas de manera diferente.
Esto implica, por ejemplo, que una vez desarrollada una nueva plataforma (motor y chasis), puedan crear todos los modelos que se les ocurran sobre ella, dado que los números de unidades vendidas estarán a su favor. Además, esta diversidad de modelos les permite atraer a más clientes: fíjate en la gama 350 con las Classic, Meteor, Bullet, HNTR…
Y con las 650 están haciendo algo similar. Primero lanzaron las exitosas Continental GT e Interceptor, dos versiones prácticamente idénticas de la misma moto, realizadas con un gusto y nivel de detalle muy considerable. Luego, al expandir la gama, diseñaron un chasis nuevo para la Super Meteor, estableciendo así un tercer modelo que difiere mucho en comportamiento y sensación de las «Twins» de la gama inicial.
CÓMO ES LA ROYAL ENFIELD SHOTGUN 650
La nueva Royal Enfield Shotgun 650 utiliza la misma plataforma, es decir, chasis y motor, que la Super Meteor, aunque con variaciones en algunas geometrías, ruedas, carrocería y ergonomía.
Esto da lugar a otra custom diferente y coloca a la Royal Enfield Super Meteor en una posición distinta dentro de la gama, quizás antes menos destacada, como una de las custom más ruteras.
Se ha mantenido el chasis de la Super Meteor, lo cual se evidencia, por ejemplo, en la curva detrás de la placa lateral, que se está convirtiendo en una característica distintiva de gran parte de la gama, presente en las Bullet, Classic y Meteor.
Este bastidor es una estructura de tubo de acero de aspecto clásico, abierto por la parte inferior, donde el propio motor actúa como cierre. Una vez más, se menciona a Harris Performance como colaborador en estos trabajos, lo cual tiene sentido ya que este reconocido nombre en preparaciones europeas, conocido principalmente como fabricante de chasis, es propiedad del grupo Royal Enfield desde hace años.
Pero aquí es donde comienzan las diferencias con la Super Meteor, buscando un comportamiento más dinámico y ágil, a medio camino entre las Twins retro (Interceptor y Continental GT) y la cruiser.
Se han montado llantas de 18” delante y 17” detrás, mientras que la Meteor grande lleva 19” y 16”, respectivamente. Estas nuevas medidas resultan en una moto mucho más apoyada en la parte delantera, con una geometría que presenta un lanzamiento más cerrado de lo habitual para una moto de este tipo (25,3 grados) y una distancia entre ejes especialmente corta en una custom de este tamaño y peso.
Para garantizar un buen comportamiento, se ha confiado la horquilla a Showa, que proporciona una unidad invertida de 43 mm de diámetro. La misma marca se utiliza en los dos amortiguadores traseros, los cuales son regulables en cinco posiciones de precarga. En cuanto al sistema de frenado, se utiliza un solo disco delantero de 320 mm, complementado por uno trasero, ambos con pinzas Bybre, la segunda marca de Brembo, y un sistema ABS Bosch.
El mismo motor para otras sensaciones
Se utiliza un motor ya ampliamente conocido y probado, un bicilíndrico paralelo refrigerado por aire, con culatas de cuatro válvulas y cigüeñal calado a 270 grados, que imita el sonido y el comportamiento de un V2 a 90 grados.
Es un propulsor de carrera corta, que sube bien de vueltas pero que sorprende por la cantidad de par que desarrolla, lo que permite circular en una marcha larga y solo en situaciones de urgencia se requiere reducir marchas: es capaz de recuperar muy bien, siendo seguramente una de las características más destacadas de esta mecánica.
Incorpora un árbol contrarrotante en la parte delantera del motor que reduce casi por completo las vibraciones, aunque en esta aplicación se perciben un poco más que en las Twins o incluso en la Super Meteor.
El motor entrega los mismos 47 CV que sus hermanas de gama, alcanzados a 7.250 rpm, lo que asegura que puede ser conducida con el carnet A2. La cifra de par declarada es de 52 Nm a 6.250 rpm, con un 80% de esa cifra disponible desde las 2.500 rpm.
Se monta una caja de cambios de seis velocidades, precisa y con buen tacto, que utiliza un embrague antirrebote mecánico muy eficaz, con función de asistencia a través del mismo mecanismo de rampas.
Equipamiento original, pensado para la ciudad
Como mencionaba, la Royal Enfield Shotgun 650 busca ser una custom más ágil y ligera que la Super Meteor, destinando esta última a ser una moto para viajes tranquilos, equipada con maletas o alforjas y una pantalla alta. En contraste, la Shotgun se posiciona como una opción dinámica, más ágil en la ciudad y divertida en carretera, además de ser una base más lógica para la personalización.
Para facilitar esto, el conjunto de asiento y parrilla trasera se diseñó para una personalización sencilla: simplemente quitando un par de tuercas se puede eliminar la parrilla trasera y, si se desea, montar el asiento trasero en su lugar. Ello proporciona tres opciones de configuración desde el principio.
En cuanto a los colores y acabados, Royal Enfield ofrece amplias opciones en su catálogo, con tres niveles de precio basados en la decoración: una base gris en el primer nivel, azul o verde con gráficos más detallados en el segundo, y la variante «Stencil White» como el acabado de nivel superior. La personalización puede continuar con los accesorios oficiales diseñados específicamente para la Shotgun.
En términos de equipamiento estándar, la moto ofrece un cuadro similar al de la Super Meteor, con una parte analógica y un pequeño panel digital en el centro. Aunque completo, algunos podrían echar de menos un cuentavueltas. Sin embargo, incluye una segunda pantalla redonda que alberga el conocido Tripper de la marca, el cual se conecta a la aplicación en el teléfono para recibir instrucciones de navegación.
Además, cuenta con un enchufe USB oculto detrás de la tapa lateral izquierda, manetas ajustables en distancia y una iluminación completa de LED. El faro, con un diseño que combina formas clásicas con un estilo moderno, mejora significativamente la iluminación y mantiene el distintivo estilo de Royal Enfield. En la parte trasera, el piloto redondo también ofrece una iluminación eficiente, con un anillo exterior para la posición y el centro dedicado a la luz de freno.
CÓMO VA LA ROYAL ENFIELD SHOTGUN 650
Es evidente que la Shotgun presenta un estilo moderno dentro del género de las custom. Las líneas son típicas de este segmento, pero con un toque cercano al estilo «bobber», como describe Alan Carthcart en su prueba.
Sin embargo, al examinarla más de cerca, se aprecian diferencias notables en comparación con otras motos del mismo estilo. Por ejemplo, la altura del asiento es ligeramente más alta, alcanzando los 795 mm (en contraste con los 740 mm de la Super Meteor). Además, la distancia entre ejes de 1.490 mm se asemeja más a la de una naked que a la de una custom, como lo demuestra la Kawasaki Vulcan S, que mide 1.575 mm en esta dimensión.
Al subirse a la moto, se percibe una posición que combina elementos de una custom, una naked y una moto urbana. Los pies están centrados, el cuerpo ligeramente inclinado hacia adelante (más que en la Super Meteor), y las manos en una posición más alta y abierta.
Aunque el asiento es algo duro, no resulta excesivamente incómodo, y los mandos están colocados de manera razonable y cómoda. A pesar de su peso de 240 kg, la moto se levanta fácilmente de la pata lateral y el arranque es suave.
Una vez en movimiento, el sonido del motor es ronco y agradable, sin vibraciones ni ruidos molestos. El embrague y el cambio son suaves y precisos, y el motor muestra su generoso par desde el principio, lo que permite una conducción ágil, sin necesidad de hacer subir mucho las revoluciones. En la ciudad, la Royal Enfield Shotgun 650 se desenvuelve con facilidad y suavidad, mientras que el Tripper facilita la navegación.
En carretera, se aprecian las características de la familia «Twin». El motor responde bien desde abajo y la moto se siente firme en las suspensiones. Los neumáticos CEAT ofrecen un buen agarre en condiciones secas.
Aunque puede alcanzar velocidades altas, se nota que la posición de conducción afecta a las prestaciones, limitando la velocidad máxima. En autopista, la falta de una cúpula aerodinámica limita su capacidad de crucero a velocidades legales, ya que superarlas supone un esfuerzo tanto para el piloto como para la moto.
Lo mejor
- Estética
- Respuesta del motor
- Precio interesante
Mejoraría con
- Protección aerodinámica limitada
- Altura libre al suelo justa en curvas
ASÍ VEMOS LA ROYAL ENFIELD SHOTGUN 650
- En carretera: 3
- En ciudad: 4
- Pasajero: 2
- Confort: 3
- Equipamiento: 3
- Autovía: 2
(Puntuación entre 1 y 5)
La Royal Enfield Shotgun 650 es una custom que demuestra una vez más la atención al detalle de Royal Enfield. La marca muestra su habilidad para aprovechar al máximo las plataformas que han desarrollado, dotando a cada modelo de una personalidad única. En este caso, han creado dos versiones distintas dentro de la gama custom 650: la Super Meteor, orientada hacia un perfil más cruiser, y la Shotgun, dirigida a un estilo urbano deportivo, ágil y moderno.
líneas y estilo distintivos. Es una moto agradable en la ciudad y divertida en carretera, con un equipamiento suficiente, aunque con algunas omisiones como la falta de un cuentavueltas. No obstante, presenta detalles originales como el asiento trasero escamoteable y el sistema Tripper para la navegación. Aunque parece diseñada principalmente para un solo pasajero, resuelve bien la necesidad ocasional de llevar a alguien más.
FOTOS: MIGUEL MÉNDEZ