La Royal Enfield Shotgun 650 es el axioma de la moto custom fácil y eficaz
Hemos tenido la oportunidad de pasar un día completo de pruebas sobre la nueva Royal Enfield Shotgun 650, recorriendo casi 250 km por los alrededores de Los Ángeles (EE.UU.). Y me he encontrado una moto que no me esperaba.
Después de pasar tres días con la Royal Enfield Super Meteor a través del desierto de Rajastán en la India, hace un año, pensaba que la Royal Enfield Shotgun 650 sería fuera una versión simplificada de esta “cruiser” en la que llevas los pies hacia adelante, pero en cambio no tiene nada que ver.
Con los reposapiés colocados 284 mm más atrás y 82 mm más abajo en el mismo chasis que el Super Meteor, junto con el asiento más alto pero aún accesible, el resultado es una postura de conducción más racional y más deportiva para la Shotgun.
Shotgun 650 o el “bobber” más Royal Enfield
La Royal Enfield Shotgun 650 ofrece una imagen “bobber” con su asiento monoplaza. Es muy cómodo y no te duele la parte baja de la espalda tras un intenso día sobre ella. El motor exhibe cero vibraciones a través del manillar o reposapiés a cualquier régimen del motor, y solo encuentras un ligero hormigueo residual a través de dicho asiento.
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Pulsas el botón de arranque y el motor cobra vida al instante. No incluye cuentavueltas, no entiendo el porqué, como tampoco comprendo por qué los silenciadores tienen que ser tan feos. Es lo primero que personalizaría yo de esta moto.
Pero la Royal Enfield Shotgun 650 es mucho más que una moto para que te miren. Por ejemplo, la manejabilidad. La distancia entre ejes 35 mm más corta que en la Super Meteor, un ángulo de lanzamiento más pronunciado y un avance reducido de la horquilla Showa no son te cuentan toda la historia, ya que la horquilla en sí es 30 mm más corta que en la Super Meteor, y los amortiguadores son 20 mm más largos.
Junto con la posición de conducción modificada, todo esto aporta más peso a la rueda delantera y afina la dirección de forma radical. De este modo se convierte en una moto muy efectiva y gratificante de pilotar rápido de una manera que su apariencia francamente seria no te anuncia. No en vano, esta moto ha nacido a partir de una hoja en blanco, recuerda.
Custom y divertida, ¿cómo es posible?
Mover la Royal Enfield Shotgun 650 de un lado a otro a través de las sucesivas curvas de tercera en las carreteras de Los Ángeles Crest es algo natural para esta custom de dirección dulce, que gira en el vértice de las curvas con facilidad, pero con precisión.
No solo entra bien en los ángulos, sino que lo hace preparada para hacer lo que le digas en términos de velocidad de paso por curva sin pretender cerrar la rueda delantera, ¡aunque forzosamente tocarás en el asfalto con la parte inferior de los reposapiés abatibles!
Esto, a su vez, exige mucho del neumático delantero, y me quedé asombrado por el rendimiento del CEAT Zoom Cruz de 18 pulgadas. Se adhiere como pegamento al asfalto californiano con un montón de agarre lateral y una buena respuesta digna de la tecnología Pirelli utilizada para diseñarlo.
La horquilla Showa “Big Piston” de 43 mm también desempeña su papel en la confianza total en la parte delantera de la Royal Enfield Shotgun 650, y la puesta a punto de la amortiguación no regulable es, en verdad, encomiable.
Por el contrario, los limitados 90 mm de recorrido que ofrecía la suspensión trasera de doble amortiguador son menos ideales: la amortiguación está bien, solo que no hay mucho recorrido de rueda para que haga su trabajo. Así salta notablemente sobre los baches en la superficie de las carreteras dañada por las heladas del invierno, de modo que la calidad de conducción no es la mejor en superficies irregulares.
Esto me pareció sorprendente dado que los ingenieros de RE teóricamente han incrementado 20 mm el recorrido de rueda a través de amortiguadores más largos. Aun así, el chasis Harris nunca pierda su compostura y no ofrece ni una sola sacudida de dirección, como tampoco se levanta cuando accionas el freno delantero dentro de una curva.
Hablando de los frenos, los ByBre de Brembo fabricados en India detienen bien a la Royal Enfield Shotgun 650 a alta velocidad si se usaban juntos con relativa fuerza. Pero el único disco de acero delantero de 320 mm no es especialmente potente cuando se usa solo para reducir la velocidad de una moto que pesa 240 kg con el depósito al 90% de su capacidad. (13,8 l.). La salva su magnífico disco trasero.
Cosecha de bondades en la Royal Enfield Shotgun 650
El rendimiento del motor de la Royal Enfield Shotgun 650 es el mejor secreto de sus buenos modales. Es súper suave y únicamente te das cuenta que “solo” es un 650 cc cuando quieres acelerar rápido, por ejemplo, de 100 km/h a 130 km/h, donde debes bajar una e incluso dos marchas. Da igual, porque el cambio es literalmente impecable.
Tanto el accionamiento del embrague como el cambio de marchas son ligeros y con una gran sensación de precisión, además de que puede encontrar el punto muerto fácilmente en reposo en todo momento, lo que ayuda mucho en conducción por ciudad.
La tercera marcha es una relación idónea que puedes mantener durante kilómetros y kilómetros en carreteras reviradas, ya que el motor flexible acelera desde muy bajo. La falta de un tacómetro o incluso de una luz de cambio es algo molesto al final, porque el motor es tan suave e indulgente que no tuve ninguna advertencia cuando llegaría al limitador de revoluciones, por cierto, de entrada nada brusca. Un cuentavueltas para la siguiente versión, por favor.
La conclusión es que se trata de una moto muy, muy buena que proporciona un nivel de rendimiento inesperadamente alto junto con una capacidad de ser individualizada según lo permitan tu imaginación y tu saldo bancario, muy divertida de conducir y con un precio asequible. Una excelente carta de presentación,
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