Estas motos han forjado la leyenda eterna de las Kawasaki Z

La sección de motocicletas del gigante industrial japonés Kawasaki está de celebración en 2022. Se cumplen 50 años del nacimiento de una de las familias más prestigiosas no solo de la firma, sino de todo el mercado. El icono Z lleva cinco décadas definiendo algunos de los modelos referentes del ahora tan recurrente segmento naked, antes cuando la práctica totalidad de los modelos de carretera pertenecían a esta definición, como ahora que se identifican como identidad propia.

El hecho de que una moto como la Kawasaki Z 900 ejerza de monopolio absoluto en el primer puesto de los listados de ventas de nuestro país durante los últimos años, demuestra que una historia que comenzó en 1972 con la inefable Kawasaki Z1 (renombrada Z 900 e 1976), sea protagonista del presente y, sin ninguna duda, también del futuro.

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A lo largo de todos estos años, multitud de detalles tanto técnicos, como de diseño o de propia filosofía, han logrado que el recurso Kawasaki Z se haya instalado de forma constante en la cima de su segmento. Hagamos un repaso a algunas de esas referencias que la han convertido en mito.

Kawasaki Z para todos

50 años dan para una variedad infinita de modelos, también de cilindradas en el caso de las Kawasaki Z. Sus motores se han diseñado con cubicajes entre 125 cc y 1.300 cc, con un sinfín de alternativas intermedias, entre las que no faltan las 200, 250, 350,350, 550, 650, 800, 900, 1000, 1100… De este modo, siempre ha sido posible optar por un modelo en función de las necesidades de cada usuario. En la actualidad, la marca dispone de más de 40 variantes de modelos Kawasaki Z, con variantes válidas para cada carné de conducir y encuadradas en la denominada sección “Supernaked” de la firma.

Para el A1/B ofrece la Kawasaki Z 125 en distintas versiones de equipamiento (Performance) y colores (SE), así como con precios diferentes en función del año de la edición. Su idiosincrasia es propia de las alternativas de mayor cilindrada, todo un reclamo para los que, por ejemplo, no se plantean sacarse un carné específico de moto pero sueñan con pilotar una aprovechando la convalidación del carnet de coche B.

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En el carnet A2 encontramos un amplio elenco de versiones. Aquí se suman las ediciones retro, como la reciente Z 650 RS. La nueva Z 400 se considera el primer paso lógico, ya que no requiere de kit de limitación. La escalada prosigue con la Z 650, dividida en multitud de variantes en función de sus acabados. Pero la protagonista máxima es la superventas Z 900, cuya opción limitable constituye el pilar de la actual saga Kawasaki Z.

Ya en el escalón más alto de los carnets de moto, la gama comienza con las versiones libres de las citadas Z 650 y Z 900, esta última también con versión retro RS. Aquí es donde encontramos los reflejos más explosivos en prestaciones, una realidad ineludible en la historia de la gama Kawasaki Z. En la actualidad, este papel lo recibe la Kawasaki Z H2, equipada con un motor sobrealimentado único en el mercado actual.

La primera moto de serie con inyección electrónica

Kawasaki ostenta el privilegio de haber comercializado la primera moto de serie dotada con un sistema de alimentación mediante inyección electrónica. La Kawasaki Z1000 de 1980 ostenta este honor, una deriva tecnológica imprescindible hoy día para la optimización de consumos y prestaciones.

La irresistible atracción de un seis cilindros en línea

Para los amantes de la evolución de los propulsores de motos, la configuración de seis cilindros en línea siempre ha gozado de un atractivo especial. Hoy día, solo BMW mantiene este esquema vigente con la serie K 1600 GT. En cuanto a Kawasaki, la presentación de la Z1300 en 1979 supuso el culmen de esta gama nipona, con tecnologías como refrigeración por agua, transmisión final por agua o un sistema de tres carburadores dobles para alimentar su sexteto de cilindros. Se mantuvo en producción hasta 1989 y en su devenir acogió la inyección electrónica presente en la Z1000 para sustituir los citados carburadores.

Base Z para la legendaria Turbo

La Kawasaki 750 Turbo completó el elenco de modelos con esta tecnología que, a principios de los 80, ensalzaban la excelencia de la tecnología en búsqueda de las máximas prestaciones. Se presentó en 1983 sobre la base de la Kawasaki GPZ 750 lanzada un año antes.

Pero el papel de una Kawasaki Z fue fundamental, ya que dicha GPZ derivaba de la Kawasaki Z 650 de 1977. Respecto a la de hoy día, aquella Z 650 original contaba con un motor de cuatro cilindros en línea como la icónica Z1 que comenzó la saga.

El primer semicarenado

Nacida naked como no casi no podía ser de otra forma, en el recorrido de la familia Kawasaki Z descubrimos también modelos dotados con protección aerodinámica. La primera de ellas fue la Kawasaki Z1 R de 1978. Una curiosidad de esta moto es que podía arrancarse con botón eléctrico o con pedal de arranque. Este último se guardaba incrustado en el interior del asiento para dar una imagen más moderna al conjunto. En caso de fallo del sistema eléctrico, mejor tener un plan B…

Inspiración en el teatro japonés

La gama Kawasaki Z revoluciona su imagen a partir de 2003 con la presencia de una imagen frontal inspirada en las caretas de los actores del teatro Kabuki japonés tradicional. Aquella Z1000 no solo deslumbraba con su conjunto de sendos escapes dobles con salida a cada lado, sino por una óptica y una máscara absolutamente transgresora y que logró marcar una era. No en vano, la Kawasaki Z 750 presentada tan solo un año más tarde también la portaba, siendo el pilar sobre el que se ha cimentado la popular Kawasaki Z 900 tras el paso en la también exitosa Kawasaki Z 800.

Más vocabulario japonés

Sugomi es uno de los términos que ha calado hondo en la terminología Kawasaki relativa a sus motos. Significa una filosofía de diseño que fundamenta su carácter en la imagen. La energía que emite un objeto o una persona y que provoca admiración y respeto en todos los que le rodean ha dado pie a un estilo que nace con la Kawasaki Z 1000 de 2014 y que aún hoy día se mantiene en toda la saga Z. Del recurso al teatro tradicional se pasa a la más innovadora tendencia “manga” de la cultura japonesa, elevando aún más el pedestal que mantiene viva la serie Kawasaki Z a lo largo ya de cinco décadas.

Sobrealimentación

Tras el experimento con la Turbo a principios de los 80, en 2015 regresó Kawasaki a esta tecnología con el lanzamiento de la Kawasaki Ninja H2. En 2020 apareció la primera versión naked, la Kawasaki Z H2, la única moto de su segmento con esta exclusiva solución para alcanzar prestaciones superiores.

Futuro eléctrico

Kawasaki ha sido la primera marca japonesa en anunciar el desarrollo de motos de altas prestaciones con tecnología de propulsor eléctrico. Es lógico pensar que una de sus representantes será una versión naked que, de este modo, inmortalizará la gama Kawasaki Z, al menos, otros 50 años más.