50 aniversario Kawasaki Z: nostalgia del futuro
Hay motos que son historia con mayúsculas, imprescindibles para comprender la evolución de ese universo de las dos ruedas que nos apasiona. Sin su aparición en escena, la realidad actual no sería la misma. Por supuesto, el futuro tampoco.
En 2022, Kawasaki conmemora uno sus hitos más legendarios con la celebración del 50 aniversario de la saga Z. Durante medio siglo, sus diferentes versiones han colmado las expectativas de los amantes de la moto a base de personalidad, tecnología, diseño y, como siempre en la marca japonesa, un suculento toque de transgresión en prestaciones y filosofía. Tanto es así que no podemos dejar de imaginar lo que nos depararán las Kawasaki Z del futuro, porque este icono nipón ha sabido superarse a sí mismo con cada desarrollo, sin hacer perder un ápice de atracción a todos y cada uno de los pilares de su pasado. A eso le llamo yo nostalgia del futuro.
Un recorrido por lo que ha supuesto la familia Kawasaki Z a lo largo de estas cinco décadas nos confirma el prestigio alcanzado por esta serie, explica un plus que identifica a cada unidad con esta denominación y las distingue de inmediato frente al resto de la competencia. Es un valor que va siempre más allá de fichas técnicas o fríos datos, e inherente únicamente a las motos que dejan de ser simples vehículos inanimados de transporte para convertirse en objetos culturales, también de culto.
Tanto si viviste el fenómeno Kawasaki Z desde sus inicios, como si solo has sido consciente de ello con sus versiones más recientes, la iconografía que se esconde tras estas siglas nos desvela una trayectoria con visos de convertirse en eterna. Así es lógico que Kawasaki haya puesto especial hincapié en rememorar esta leyenda con una serie de modelos decorados con el mismo patrón estético que la moto original con el que comenzó todo, allá por 1972. Pero vayamos al principio.
Precios, ofertas, fichas técnicas e imágenes de TODAS LAS MOTOS KAWASAKI del mercado
La mística de la Kawasaki Z
Kawasaki como empresa nació hace 125 años y su actividad se ha extendido desde la fabricación de trenes y barcos hasta la construcción de obras de ingeniería civil o aeronáutica. Las motos no se incluyeron en tal emporio industrial hasta la década de los 60. Kawasaki adquirió Meguro en 1965, una de las firmas más veteranas y prestigiosas de Japón, y el primer modelo 100% Kawasaki lo constituyó la W1 de 1967, moto que aún hoy día se rememora con la serie Vintage Kawasaki W 800.
Ya en ese mismo año 1967 comienzan los trabajos previos que desembocarán en la serie Kawasaki Z. Con la industria británica en decadencia, hasta entonces hegemónica en el mundo de las motos de serie, la alternativa japonesa se fundamenta en modelos con una inalcanzable relación calidad-precio para los competidores del resto del mundo. Comienza también una escalada tecnológica que se dirige, fundamentalmente, a modelos pluricilíndricos como los que triunfaban entonces en los GP. Mientras que la industria británica no superó la barrera de los propulsores tricilíndricos en línea (con el cigüeñal trasversal al sentido de la marcha) de 4T, distintas firmas japonesas comienzan a experimentar con cuatro cilindros en línea con cilindradas por encima del “medio litro” para su disfrute en carreteras abiertas.
Kawasaki tuvo a punto su primer desarrollo en estos términos con el prototipo conocido como N 600, lo que refleja que su cilindrada se situaría entorno a esta cifra, con diversas variaciones hasta cerca de los 750 cc. Pero el lanzamiento de la Honda CB 750 Four en otoño de 1968 obligó a Kawasaki a reconsiderar su modelo para hacerlo realmente único e innovador.
De ahí que el proyecto se prolongara en el tiempo. El resultado fue la Kawasaki 900 Super4, “para los amigos” Kawasaki Z1, la deportiva de 4T que sustituiría a las radicales versiones 2T de tres cilindros denominadas Match que también se ganaron un rincón sagrado en la historia de la marca japonesa.
El logro de la Kawasaki Z1 fue múltiple. Por un lado, se diferenciaba claramente de su rival más directa, la Honda CB 750, con una cilindrada de 903 cc y un esquema de culata DOHC hasta entonces solo presente en competición. Por otro, como modelo de altas prestaciones y alta gama, se dirigió fundamentalmente al mercado estadounidense, el mayor del mundo en aquellos momentos, además, con un modelo de carácter Premium. El resultado fue la consolidación de Kawasaki en el subconsciente del público en general de la época, ya que la construcción de barcos, trenes, aviones, etc puede ser muy prestigiosa, pero poco conocida. Y como no podía ser de otro modo, con el talante de una tecnología e ingeniería dirigida a la búsqueda de las mayores prestaciones y la máxima fiabilidad, siempre acompañado por los éxitos en competiciones que acompañaron la insignia Kawasaki Z desde sus inicios.
Una historia digna de un museo
Desde entonces, la sucesión de modelos Kawasaki Z ha sido infinita. Se ha proyectado a lo largo de múltiples cilindradas y configuraciones de motor, siempre con el mismo áurea de exclusividad que tanto aprecian a los que les corre “sangre verde” por sus venas. Cómo no recordar la Kawasaki Z1-R de 1978 (apareció en la primera entrega de Mad Max) con el primer semicarenado entre las motos de serie de la marca, la Z 1300 de seis cilindros de 1979 o la Kawasaki 400 de cuatro cilindros de 1980. Más recientes, la Kawasaki ZXR 1200 que recordaba a la Z 1000 R con la que Eddie Lawson competía en las pruebas del AMA de Superbikes hasta 1982, la revolucionaria generación Z 1000 de 2003 o el origen de la filosofía Sugomi en 2014 que desemboca en la actual indiscutible superventas del mercado español Kawasaki Z 900.
En 2022, a todas ellas se suman las ediciones especiales 50 Aniversario que conmemoran los 50 años de la saga en las variantes Kawasaki Z 900, Z 650, Z 900 RS y Z 650 RS. Con los colores originales de la primera Kawasaki Z1 de 1972 más diferentes detalles de acabados en todas ellas (termianción de asiento, horquilla dorada, etc), subliman la herencia de todo un referente en la historia de la moto.
Pero hay una sorpresa más. El importador oficial de Kawasaki en Suiza, Fibag S.A., dispone de un museo abierto al público con un amplísimo elenco de las Kawasaki de serie más míticas en todas las especialidades. Es el resultado del trabajo de muchos años, ya que, con la primera comercialización de cada modelo, Fibag se reservaba una unidad para completar su colección. ¿Te lo puedes imaginar? Su visita es garantía de sensaciones a flor de piel. Seguro que ahí está tu Kawasaki preferida con 0 km en su marcador.
Precios, ofertas, fichas técnicas e imágenes de TODAS LAS MOTOS NAKED KAWASAKI del mercado
Situado a menos de hora y media de Zúrich (Lischmatt 17 CH-4624 Härkingen), te sumerges en un auténtico paraíso Kawasaki, más completo que el propio de la marca situado en Kobe (Japón). La práctica totalidad de la serie Z, todas las rabiosas deportivas 2T, la primera W1, las supersport y superbikes de los 80, 90 y 00, las siglas RX, Tomcat, GPZ, Voyager, GT, de cross, de trial, inolvidables AR1, LTD, Turbo, ZXR… Un sueño hecho realidad que cobra todo su sentido con la conmemoración del 50 Aniversario del primer gran éxito de la marca en el mundo de la moto, la mítica Kawasaki Z1.