Honda NSS300 Forza: Recuperando el tiempo perdido

En el mes de julio se pone a la venta la cuarta generación del Forza, un scooter que inició su andadura en el año 2000.
Aquella primera edición recibió en 2002 pequeños retoques y en el salón de Tokio de 2003 fue presentada la segunda generación. Asistimos a una nueva evolución en 2006 con la incorporación de una transmisión automática S de siete velocidades y la tarjeta inteligente de arranque. Así se mantuvo hasta 2008, donde los cambios estéticos se vieron también compensados con un chasis más rígido y un nuevo motor de cuatro válvulas, entre otros detalles. Así pues, la base de partida para esta nueva 300 era ya consistente y las líneas elípticas se siguen manteniendo en conjunción a su pequeña cúpula, detalle que siempre engrandeció el aspecto deportivo de este modelo. Está claro que este producto viene a cubrir un espacio muy importante justo por debajo de los Silverwing 400 y 600, los maxiscooter de mayor potencia de Honda y también por encima de los modelos de rueda alta. Por tanto, sus mayores prestaciones, la estética deportiva y el confort de marcha lo convierten en una opción muy a tener en cuenta en su segmento.

CON MÁS FUERZA

Bien es cierto que el marcado espíritu deportivo del Forza se mantiene en esta edición y lo vemos en detalles como las llantas negras, pasando por la cúpula ahumada o el manillar que también cambia el anterior cromado por el color negro. Su estilo es «carne de cañón» para los aficionados japoneses a las customizaciones, siempre lo ha sido y ahora no podía ser la excepción. Cabe destacar que este NSS300 Forza, como es llamado por la marca, incorpora una mecánica derivada de la incorporada en el Scoopy 300, uno de los rueda alta más rápidos y equilibrado del mercado. No obstante, lo que realmente se ha utilizado es el diseño del envoltorio, siendo el interior muy diferente. Por tanto, su potencia y, sobre todo, la entrega de ésta, difiere claramente entre uno y otro modelo. Lo cierto es que respecto a la anterior Forza 250, el 300 es casi 4,5 CV más potente y también es unos 10 kg más ligero, algo que evidentemente repercute en unas mejores prestaciones, una relación peso/potencia más favorable y ese plus que permite trayectos más largos. Con todo ello, el NSS ha sido diseñado para ofrecer un grado de confort y versatilidad aún mayor a los anteriores modelos. El hueco existente debajo del asiento ha sido maximizado en su capacidad y si bien mantiene la posibilidad de guardar dos cascos, ahora el asiento se abre totalmente mejorando el aprovechamiento del espacio. Otra de las cosas que han cambiado respecto al modelo predecesor son las dimensiones de la rueda delantera: tanto la llanta como el neumático son ahora más grandes, 120/70-14 respecto a la anterior de 110/90-13. En cuanto a las dimensiones generales tan sólo ha ganado un milímetro en la longitud.

ÁGIL, MANEJABLE€

Y, por supuesto, muy cómodo. Así pudimos sentirlo en su presentación internacional. Desde el puesto de conducción, el cuadro de información es quizás una de las partes que no hayan recibido cambios sustanciales con respeto al anterior modelo, pero ese detalle lo olvidas rápidamente al comprobar cómo todas las demás evoluciones han dado sus frutos. El chasis se siente rígido y el tren delantero, con un tacto de moto y las suspensiones, permiten una aplomo muy destacable. Hablando del chasis, esa rigidez se ha conseguido con una tecnología de diseño en la que la estructura tubular se ha dividido en dos zonas. La zona superior muestra una resistencia mayor desde la parte alta de la pipa y se extiende hacia la zona trasera. Por su parte, la zona baja ofrece menor rigidez con el objetivo de hacerlo más flexible en pro del confort.

En cuanto a las versiones, convivirán una equipada con frenada integral CBS y otra con ABS adicional. Ésta última fue la que tuvimos oportunidad de probar y lo cierto es que ofrece un grado de seguridad increíble. A pesar de ello hemos echado en falta detalles que podrían haberse contemplado en este nuevo modelo como son el Idle Stop o parada automática del motor y otros como los ya equipados en la anterior Forza: la tarjeta de arranque inteligente o es el sistema de cambio automático secuencial. Está claro que el ahorro de costes ha influido en todo ello con el objetivo de ajustar al máximo el precio de venta al público. Y es que Honda está realizando una agresiva política de precios en sus últimos lanzamientos que está teniendo su recompensa en los listados de venta de nuestro país. 

Así lo vemos

El nuevo Forza 300 ofrece un equilibrio y confort general espectacular. Se aprecia el buen trabajo realizado en el chasis para ofrecer mayor rigidez, a la vez que un compromiso entre efectividad en ciudad y el extrarradio. No obstante, es un scooter que se mueve muy bien también por autopistas a ritmo legal. El aplomo ofrecido por las suspensiones está perfectamente complementado con una dirección precisa y un neumático delantero ahora de 14″ y mayor anchura ( 13″ en el Forza 250). Sin embargo, uno de los puntos a mejorar sería el tarado de las suspensiones, que si bien ofrecen una sensación de control y aplomo innegables, en situaciones puntuales se muestran algo secas.
Pero no debemos olvidarnos de otro aspecto muy destacable como es la mecánica derivada del Scoopy 300. Aunque dulcificada en la entrega de potencia para hacerlo más confortable, se muestra contundente a la vez que muy suave desde parado, con un tacto de acelerador excelente.
Es un scooter con gran capacidad de carga, rápido, cómodo que será capaz de rivalizar con los modelos más populares del segmento. Por el contrario, la política de ahorro y el ajuste de precios ha propiciado una involución con respecto a su antecesor, quizás un modelo que se adelantó a su tiempo, no disponiendo este nuevo Forza 300 de elementos que aquel sí tenía como la tarjeta inteligente de arranque o la opción de cambio secuencial de 7 velocidades. Y ¿por qué no la incorporación el sistema Idle Stop? Quizás en próximas versiones lo veamos€

Motor

Derivado del utilizado en el Scoopy 300, ofrece algo menos de potencia y par respecto a este último ( 25,84 CV a 7.500 rpm y 26 Nm a 5.000 rpm por los 27,2 CV a 8.500 rpm y 26,5 Nm a 6.000 rpm del Scoopy), aunque a unos regímenes algo más bajos, lo que contribuye a una entrega más dulce y una curva menos puntiaguda. El buen trabajo realizado en este sentido se traduce en un tacto de acelerador perfecto desde parado, una aceleración muy lineal y una velocidad punta suficiente para mantener cruceros desahogados.

Equipamiento

El ahorro de costes se ve reflejado en este modelo y si bien no falta de nada importante, la anterior generación ofrecía un grado de evolución tecnológica del que se ha prescindido en esta edición. Atrás quedaron las tarjetas de arranque inteligente o el cambio secuencial€

Carga

Uno de los apartados más satisfactorios en este modelo es el trabajo realizado para ofrecer un volumen de carga mejorado. Debajo del asiento caben dos cascos integrales y más elementos. Además, las dos guanteras delanteras son complemento perfecto en este sentido.

Confort

En conjunto es un scooter muy confortable, el asiento posee un mullido idóneo tanto para desplazamientos cortos como algo más largos y el aplomo de las suspensiones, si bien es algo seco en ocasiones, se muestra ideal para una conducción muy efectiva incluso en autopista a alta velocidad. La pantalla de protección podría estar unos milímetros más elevada.

Parte ciclo

El chasis juega un papel esencial en este nuevo Forza 300, siendo una de las partes más trabajadas con respecto al modelo del que deriva. La parte tubular ha sido reforzada en la zona más alta, siendo la baja algo más flexible. Por ello se han podido utilizar suspensiones con un tarado más enérgico y aumentar el grado de manejabilidad y estabilidad. Destaca también la reducción de peso hasta los 192 kg (más de 200 kg en el anterior 250) y el equipo de frenos con sistema C-ABS opcional.

En marcha

Desde el primer momento, el Forza 300 se muestra muy asentado y ligero, con una estabilidad perfecta que inspira confianza. Los balanceos del propulsor en aceleración y frenada son mínimos y en ello juega un papel importante el tarado de los amortiguadores, tirando a duros. La posición de conducción es muy cómoda y el cuerpo queda muy envuelto por el asiento y el respaldo. Por lo que respecta a los pies, se pueden llevar tanto en una posición adelantada como central incluso en una más retrasada. No obstante, las formas del gran puente central influyen ligeramente para encontrar una postura casi perfecta de las piernas. Eso sí, la baja altura (716 mm) permite llegar al suelo sin problemas a cualquier usuario.

El motor empuja muy bien, es muy progresivo, suave e instantáneo, parece casi eléctrico y el sonido está muy contenido. Lo mejor de todo es que llevándolo al límite el consumo no se dispara y el ordenador rara vez marcará por encima de los 4 litros de gasto a los 100 km, siendo el consumo medio declarado de 3,24 l./100 km. De este modo, la autonomía debería estar por encima de los 350 km. Otro de los puntos destacables son los frenos. El sistema C-ABS funciona perfectamente y ofrece ese plus de seguridad para el día a día. Su tacto es algo extraño al principio, pero una vez te acostumbras es simplemente perfecto y rara vez el ABS entrará en funcionamiento en conducción sobre firme seco y en buen estado. En cuanto a la protección contra el viento, el Forza 300 hereda la configuración de pantalla baja de su predecesor, lo que contribuye a favorecer su estética en detrimento del aire que llega al conductor.