Suzuki GSX-S 1000 2021: más potencia y más radical
La marca que desarrolló en el pasado la B-King, probablemente la maxinaked más futurista de la historia de este segmento, vuelve a la carga con la versión más extrema de la extensa saga de modelos desnudos GSX. Así se reinventa la Suzuki GSX-S 10000 en 2021.
Todos los nuevos modelos presentados por Suzuki en los dos últimos años dan fe de su apuesta definitiva por las versiones de superior cilindrada. La marca japonesa se quiere concentrar y especializar en motos de los segmentos de más prestigio, un ámbito que va asociado a lo más exclusivo en características técnicas, comportamiento y prestaciones. Esta corriente se ha establecido en Suzuki con modelos como las Katana, V-Strom 1050 y Hayabusa, y ahora continúa con la última versión de su naked de «litro» GSX-S 1000.
La renovación frente al modelo precedente es absoluta. Su nuevo diseño ya anuncia un profundo cambio, a lo que acompaña un motor que se adapta a la normativa Euro 5 pero que escala en su potencia máxima superando los 150 CV. Y como no puede ser de otro modo en todo modelo de última generación de la firma nipona, la electrónica se decanta por soluciones de última generación. En este caso encontramos de serie «quickshifter» a los ya habituales selecciones de respuesta de motor y niveles de control de tracción.
Novedades en la Suzuki GSX-S 1000 2021
En su diseño destaca sobremanera la imagen de su faro anterior, con unidades LED dispuestas en vertical, dos de ellas de agresiva forma hexagonal y acompañadas por luces de posición. Toda la iluminación es de tipo LED. Esta propuesta tan personal se repite en el diseño de sus fibras, con una imagen muy musculosa en toda su zona delantera gracias a unas líneas muy afiladas en sus laterales y, sobre todo, por la presencia de apéndices aerodinámicos inspirados en los presentes en las motos del equipo oficial de la marca en MotoGP. El depósito aumenta su capacidad de 17 l. a 19 l. y el asiento recibe nuevas formas. También sus colores contribuyen a esta definición tan agresiva, con nuevas decoraciones azul y gris mate que se suman a una tercera variante en negro.
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El motor no solo ofrece más potencia máxima, aumentando sus cifras de 146 CV a 152 CV, sino que también logra una banda de potencia más amplia para hacer más utilizable su respuesta a bajos regímenes de giro. Tanto los árboles de levas de admisión como los de escape son de nueva factura, así como sus perfiles, de modo que se reducen los intervalos en los que las válvulas se encuentran en posición abierta y cerrada entre sí para reducir emisiones y lograr un funcionamiento más suave. También son novedad los muelles de las válvulas, el embrague (asistido y con función antibloqueo) y el escape, este último con nuevo catalizador, se han modificado de forma sustancial.
De este modo se logra que la entrega de par sea ahora más sólida que en el modelo precedente gracias a su curva más plana. Asimismo, si antes la potencia máxima se alcanzaba a las 10.000 rpm, ahora se incrementa este dato en 1.000 rpm más. Todo ello se beneficia de un nuevo esquema en el equipo de inyección para facilitar la conducción durante la primera apertura del gas, y desarrollo del airbox, con nuevo diseño para reducir obstáculos en la entrada del aire.
El bastidor recurre de nuevo a un esquema de doble viga de aluminio y basculante en este mismo material inspirado en las Suzuki GSX-R como en las variantes previas. El manillar es 23 mm más ancho para ofrecer más palanca conduciendo en secciones de curvas y también se sitúa 20 mm más cerca del piloto para superior comodidad. Las suspensiones son obra de Kayaba, con una horquilla invertida regulable en todos los parámetros y un amortiguador con reglaje de precarga y extensión. En ambos trenes se han modificado sus «settings» respecto a la anterior generación. Y en los frenos destacan las pinzas frontales radiales y monobloque Brembo, equipándose en el apartado neumáticos con unidades Dunlop Roadsport 2.
La electrónica se agrupa entorno al concepto Suzuki Intelligent Ride System (SIRS) para facilitar la gestión de las ayudas a la conducción. El acelerador electrónico es nuevo y permite la intervención de un nuevo sistema de modos de respuesta de motor SDMS (Suzuki Drive Mode Selector). Incluye tres opciones, A (el más deportivo), B y C, todas ellas con a misma cifra de potencia máxima pero diferente regulación e inmediatez de la entrega de la potencia a lo largo de su curva. Toda esta información se recoge en una instrumentación LCD con fondo oscuro.
El «quickshifter» admite su uso tanto al subir como al bajar marchas y un nuevo control de tracción presenta cinco opciones de funcionamiento. Para su actuación recoge información de los sensores de velocidad de las ruedas delantera y trasera, de la velocidad de giro del cigüeñal, la marcha engranada y la posición del acelerador. Con todos estos datos, la centralita electrónica ECU decide sobre la apertura de las válvulas de admisión, del encendido y de la entrada de gasolina para garantizar que la rueda trasera gira a la misma velocidad que la delantera. Y como es norma en Suzuki, se añaden el sistema Low RPM Assist para facilitar la conducción a bajas vueltas y la solución Easy Start que permite la puesta en marcha con una única pulsación sobre el botón de arranque.
La nueva Suzuki GSX-S 1000 2021 estará disponible en los concesionarios oficiales de la marca a primeros de julio a un precio de 13.695 €.
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