Prueba Aprilia Shiver 900: barra libre para todos
La temporada 2017 nos ha traído una nueva era dorada para las naked de media cilindrada. Por cierto, el término «media» es cada vez más relativo. Kawasaki sustituye su superventas Z 800 con la nueva Z 900, Ducati hizo lo propio desde la Monster 796 a la 821 y ahora Aprilia sigue la misma senda con la nueva Shiver 900 en lugar de su veterana Shiver 750. El tamaño importa…
El plantel de alternativas de todas las marcas es numerosísimo y, lo que es más atractivo, sus propuestas son muy diferentes. Por ejemplo, piensa en las superdeportivas, donde salvo honrosas excepciones (Ducati y Aprilia), se impone el patrón «motor-tetracilíndrico-en-línea/chasis-doble-viga-aluminio»: las cuatro japonesas, BMW, MV Agusta… En el ámbito de las naked de media cilindrada, puedes encontrar soluciones de todo tipo, desde dos cilindros en distintas configuraciones, hasta tres o cuatro cilindros instalados en bastidores de diferente construcción. Dicen que en la variedad está el gusto, y es verdad.
No obstante, hay un detalle que restringe la elección de muchos usuarios y es la posibilidad de su utilización en el entorno del carné A2. Algunas marcas optan por homologar modelos específicos para su adecuación a esta normativa comercializando modelos restringidos a los 70 kw (94 CV) máximos que permite la ley en paralelo a las correspondientes versiones «full power«, como Triumph con sus Street Triple o Ducati con la Monster 821; otras directamente desarrollan modelos específicos para este tipo de cliente sin llegar al tope de esos 94 CV, como Honda con su serie CB (en el límite de los 47 CV) o Kawasaki con las bicilíndricas Z 650 y Ninja 650 (sin alcanzar el límite de 95 CV); y, por último, están las que ofrecen ambas opciones desde una única base situada en ese límite superior. En este último sentido se enmarca la nueva Aprilia Shiver 900, lo que ya va dando una idea de su filosofía para todos los públicos que inspira todo su ser.
Aprilia Shiver 900 para todos los públicos
Al aproximarte a la Aprilia Shiver 900 tienes la sensación de que te encuentras con un viejo amigo que ha sabido hacer lo necesario para mantenerse hoy más en forma que nunca. Salta a la vista que es una Aprilia y esa distinción le permite una personalidad indudable. No hay cables extraños a la vista y exhibe con orgullo todos sus componentes, todos: motor V-Twin, chasis, horquilla invertida, pinzas radiales, escapes… Los acabados son de calidad, con tan solo unas piñas un tanto estándar, aunque correctas.
Esta sensación de actualidad te atrapa en cuanto giras la llave de contacto. El protocolo de bienvenida de la pantalla TFT en color es espectacular. Cuando se estabiliza en su visión normal, encuentras todos los datos de muy fácil lectura. Destaca la velocidad y la marcha engranada, con un buen espacio disponible para ser consciente del modo de respuesta de motor seleccionado y del nivel de control de tracción elegido. Añade reloj horario y temperatura ambiente. Además, el tacómetro corre en una banda por la parte superior, aumentando automáticamente el tamaño del dígito en el que se encuentra el motor en ese momento. Lástima que no disponga de nivel de combustible, confiando únicamente en el chivato correspondiente. Al menos indica los kilómetros recorridos en reserva.
A sus mandos, el asiento está muy bien pensado. Los 810 mm de altura son accesibles a distintas estaturas porque en su parte frontal cuenta con rebajes que facilitan llegar con ambos pies al suelo. El manillar es plano y ancho en su justa medida, un compromiso entre factores aerodinámicos y de manejabilidad en cuanto a su brazo de palanca muy logrado. Los retrovisores ofrecen una excelente visión de tu rebufo y ya solo falta insertar primera.
Mimbres para una moto muy completa
Las bondades siguen fluyendo en todos sus apartados. El embrague es pura mantequilla (qué lejos queda el mito de las italianas devorahombres de antaño…), y está asociado a un cambio también de tacto sobresaliente. En todos sus apartados se ha trabajado para facilitar la conducción, algo que no solo tiene que ver con los principiantes del carné A2. De este modo, el embrague reduce el esfuerzo requerido para su accionamiento en un 15% respecto a la versión previa, o en esta línea se encuentra el trabajo realizado en los pistones y resto de componentes internos del motor (como el tratamiento externo especial) para lograr un propulsor de funcionamiento exquisito. La ausencia de vibraciones es asombrosa para un esquema de dos cilindros en V, incluso más allá de referencias como la Suzuki SV. Independientemente del régimen de giro, solo recibes empuje y aceleración sin efectos secundarios ni en manetas, asiento o estriberas. Gran trabajo.
Con todos estos mimbres, se completa una moto muy adecuada para uso urbano. El único «pero» reside en un radio de giro reducido que te obligará a anticipar maniobras a baja velocidad con mucha anticipación cuando estás rodeado de denso tráfico. Y ello a pesar de que la nueva horquilla KYB reduce el diámetro de sus barras de 43 mm a 41 mm. En este sentido, tanto por tacto de suspensiones (incluyendo el monoamortiguador Sachs) como de frenos, el funcionamiento solo se puede calificar de agradable. Su motor es tan refinado que puedes rodar a 50 km/h en sexta sin el más mínimo problema. También sería preferible que el caballete central que se ofrece como opción fuera elemento de serie.
Una vez hemos identificado las cualidades de la Aprilia Shiver 900 en la urbe, vamos a realizar la radiografía correspondiente en el medio extraurbano. Como naked que es, la autovía/autopista le viene grande. En esta presentación internacional realizada en los Dolomitas italianos no pudimos rodar a velocidades elevadas, pero sí pude comprobar que a 150 km/h el choque del viento es, al menos, soportable.
Una vez en carreteras secundarias (donde, junto con la ciudad, mejor se desenvuelve la Aprilia Shiver 900), esta moto es sinónimo de aceleración. La tracción es perfecta e infinita desde solo 2.000 rpm al abrir el gas con decisión en cualquier marcha. Cuenta con una primera bastante larga que se presenta como buena opción en los «tornanti» italianos, paellas de 180º tanto en subida como en bajada que requieren decisión y manos. Los CV fluyen con una naturalidad inusitada y no hay ningún atisbo de acritud en los instantes de abrir/cerrar tan habituales cuando no sabes si esa curva se va a ir cerrando o abriendo a medida que aumenta su visibilidad.
La instrumentación está muy bien resuelta. Además de su facilidad de lectura, cambia automáticamente de fondo claro a oscuro cuando atraviesas túneles o se hace de noche.
Qué delicia
Los sobrerregímenes no solo están controlados por tu oído, sino también por el destello de luces amarillas y posteriormente rojas que se encienden en la parte superior de la instrumentación. Y si hablamos de acústica, atención al petardeo en retenciones: ¡qué delicia! Dichas retenciones siguen el patrón de suavidad de todo el funcionamiento del motor. Ayuda en frenada los suficiente sin resultar demasiado intrusivo y te obsequia con un plus de sensaciones.
En plena orgía de aceleraciones desde casi 0 km/h cobra mayor relevancia el equipamiento del sistema de control de tracción. Su intervención es mágica. De hecho, te prometo que solo sé que entra en funcionamiento porque se encienden los chivatos en la instrumentación (aprovecha los diodos amarillos centrales del sobrerrégimen para avisar de su entrada en acción). Durante una parte del recorrido nos cayó una buena tormenta de verano encima, y el ATC hace su papel a la perfección. Para no seguir tentando a la suerte, me decanto por instalar el modo de motor «rain» que reduce un 35% la potencia y la respuesta del motor para adecuarse a las condiciones del asfalto. No obstante, considero que el descenso de empuje es excesivo para mi experiencia, además de que abajo del todo responde de forma un tanto irregular, por lo que prefiero el «tourer», que mantiene el nivel máximo de potencia pero con una respuesta notablemente más progresiva que el «sport». De todos modos, mejor siempre que sobren opciones que no que falten…
En cualquier situación, suspensiones y freno tienen una respuesta muy progresiva que te ayudan en tu conducción. Ello se suma a una agilidad y estabilidad excelente en todo tipo de curvas, lo que te arrastra a ir pidiendo más y más a un conjunto motriz que no está pensado para extremos. Para eso ya está bien sobrada su hermana Aprilia Tuono 1100 V4, otra novedad 2017 de la marca de Noale. Y no te engañes. La Shiver es una moto mil veces más inteligente que la radical Tuono, aunque soy el primero en comprender que pasión y razón a veces son términos antagónicos cuando hablamos de dos ruedas.
La Aprilia Shiver 900 se comercializa en tres colores (dos variantes blancas y una exclusiva verde) a un precio de 8.599 €, un precio muy competitivo frente a su competencia directa. Además, te servirá para revivir tus épocas pasadas de estudiante. ¿Recuerdas la fórmula «aceleración igual a fuerza dividido entre masa»? La Aprilia Shiver 900, con más fuerza (par) y menos masa (peso), te invita a barra libre de aceleración, sin extremos y bajo control. Diversión para todos.
