A la Ducati Diavel V4 no le paran de llover premios: “Best of the Best» en los Red Dot Awards

La Ducati Diavel V4 continúa cosechando premios. A los anteriores galardones recibidos en Estados Unidos y Alemania por sus musculosas líneas, se une ahora el galardón de diseño más prestigioso del mundo. Y es que la Ducati Diavel V4 ha sido premiada con la denominación “Best of the Best” en la categoría Producto de Diseño de los Red Dot Awards.

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Los de Borgo Panigale saben perfectamente lo que es rozar la excelencia en el diseño, pues ya son varios modelo los que han obtenido este galardón. La 1199 Panigale en 2013; la XDiavel en 2016 o la Diavel 1260 en 2019 son sólo algunos ejemplos de motos que han sobresalida por un diseño que no ha dejado indiferente a nadie. Lo mismo que ha sucedido con la power cruiser transalpina, cuya mayor novedad reside en ese potente V4.

El bloque V4 Granturismo da vida a esta Ducati Diavel V4 desarrollando una potencia de 168 CV y un par máximo de 118 Nm a 7.500 rpm. Este propulsor sobresale por su eficiencia, ya que es capaz de desactivar la bancada trasera de cilindros cuando la moto está parada o circula a bajas revoluciones. Otro de los cambios tiene que ver con el sonido, y es que la desactivación de cilindros permite que del nuevo escape de cuatro colas emanen notas de bicilíndrico, tricilíndrico y tetracilíndrico en una transición apenas audible.

Electrónica a la altura del diseño

Por electrónica, la nueva Ducati Diavel V4 presenta tres Power Modes y cuatro Riding Modes, Sport, Touring, Urban y Wet. Este último se ha introducido como novedad y, como su propio nombre indica, limita la potencia y la respuesta del acelerador para cuando se circula en superficies con baja adherencia. Gracias a la IMU de seis ejes, cada modo interviene de una forma concreta en parámetros como el control de tracción, antiwheelie, control de salida, control de crucero… tampoco podía faltar el quickshifter de doble acción.

Aprovechando el poderío estético de la Diavel V4, Ducati lanzó recientemente una edición especial reservada a los propietarios de un Bentley Mulliner. Con los mismos colores y acabados que el coche. Más concretamente, el color Scarab Green metalizado, en combinación con un generoso uso de la fibra de carbono en elementos como el guardabarros, la cubierta del faro o del escape o incluso en la calandra que abraza al radiador.