DUCATI DIAVEL 2015: la sombra de Satanás
La denominación del anticristo ha sido muy diversa a lo largo de la historia. Lucifer, Belcebú, Satán, Satanás, Leviatán, Mefistófeles… Todas ellas se pueden resumir en una: El Diablo. Si trasladamos este inventario de sinónimos a las dos ruedas, llegamos irremisiblemente al catálogo Ducati, ya que, entre sus modelos más excepcionales, nos encontramos con dos «bestias» de este calado, Monster y Diavel.
En ambos casos, la leyenda coincide en la causa de su nomenclatura. Se dice que un visitante de la fábrica Ducati, la primera vez que vio la naked original en 1993, exclamó «¡es un monstruo»! Así recibió su nombre la Monster 900. Algo similar se comenta que ocurrió con la Diavel. ¡a alguien le pareció encontrarse frente al mismo diablo! Todo ello, aderezado en un dialecto boloñés tan comprensible como el de un gaditano cerrado…
Realidad o ficción, lo cierto es que la Ducati Diavel es uno de los modelos más extraordinarios de la actualidad en todos los órdenes. Y haciendo honor a su respaldo sobrenatural, el éxito de ventas obtenido desde su lanzamiento es asombroso para un modelo que ronda un PVP de 20.000 €. Por ejemplo, en 2013, la Ducati Diavel se hizo con el 28% del mercado español de las maxinaked (superiores a 1.000 cc), siendo superado tan sólo por la también estremecedora Kawasaki Z 1000, por cierto, otra novedad 2014.
Lo mejor – Respuesta de motor a cualquier régimen – Tecnología – Imagen y exclusividad | Mejoraría con… – Cambio más preciso – Instrumentación sobre el depósito fuera de tu campo de visión |
Cómo es
El detalle Supongo que habrás oído alguna vez eso de «el diablo se esconde en los detalles». Entre la multitud de detalles de calibre de la Ducati Diavel, destaca por su calidad e innovación el asa para el pasajero y el soporte de la matrícula. El primero se incrusta en el interior del subchasis, por lo que plegado queda invisible. El segundo recurre a una estructura tubular para su sujeción, ofreciendo, además, un toque futurista con la iluminación de un juego de led laterales. Puro diseño. |
Para 2014, la nueva Ducati Diavel mantiene el patrón básico del modelo primigenio. Se repite en esta última edición una imagen transgresora en conjunto con una ergonomía de corte «power-cruiser» y componentes de auténtica superbike como el motor de origen Ducati 1198, en la que el neumático 240/45 cobra el máximo protagonismo. El principal cambio técnico reside en la evolución del motor Testastretta 11º DS (Dual Spark, también presente en las Monster 1200 y Multistrada 1200) con doble bujía en el que se ha variado la posición de los inyectores. Los nuevos asientos de las válvulas de admisión y escape, junto con unos tiempos de distribución modificados, han conseguido que el tacto del acelerador electrónico Ride-by-Wire sea mucho más suave y noble a bajas vueltas. La entrega de la curva de par es más estable, favoreciendo una conducción más relajada en contra de lo que anuncia su aspecto. Pistones de nueva factura y un sistema de inyección de aire en el conducto de escape para la combustión de gases no quemados también apoyan esta nueva filosofía.
163 CV
En cualquier caso, no te confundas de sus intenciones. Dispone de tres modos de conducción, un URBAN limitado a 100 CV para mayor seguridad sobre firmes deslizantes o condiciones climatológicas desfavorables y alternativas TOURING y SPORT con 163 CV, aunque diferente respuesta entre ambas (más progresiva en la primera). Esta cifra de CV no deja de aparecer en la instrumentación al lado del modo SPORT para que no te olvides…
Cada modo de motor va asociado a un nivel de intervención del control de tracción. Así, el modo SPORT cuenta con un nivel 1 para un mínimo accionamiento, elevándose al 3 en TOURING y 5 en URBAN. Estos niveles son regulables de forma independiente a gusto del piloto.
La parte motriz también recibe nuevos escapes, con colectores de 58 mm en esquema 2-1-2 y diseño diferente al modelo precedente. El ajuste de válvulas se realiza cada 30.000 km.
En cuanto a sus componentes, el asiento recibe nuevo acolchado para una superior comodidad del piloto, aunque la ergonomía no varía frente a la Diavel anterior a pesar del nuevo diseño de las torretas del manillar. También varían el diseño del faro y de las tapas laterales sobre los radiadores.
No obstante, el principal cambio de imagen reside en un faro frontal compuesto totalmente por led. La instrumentación se mantiene, con una pantalla TFT sobre el depósito y nueva información en la digital principal sobre la dirección de despliegue de pata de cabra e indicador de combustible. En cuanto a los neumáticos, son unidades Pirelli Diablo Rosso II, el trasero con doble compuesto y tecnología EPT para aumentar la huella de contacto con cualquier ángulo de inclinación.
La Ducati Diavel se comercializa en versiones Diavel estándar, en color negro (fibras, chasis, llantas y escape) y Diavel Carbon, con una variante en rojo/negro mate con chasis rojo y otra en blanco/negro mate con chasis blanco, ambas con franjas exclusivas. La versión Carbon es la única con unas llantas forjadas Marchesini que aportan 2,5 kg a la reducción total de 5 kg que separan ambas versiones, además de incluir piezas de fibras en carbono, como los guardabarros y la tapa de asiento.
Cómo va
¿Quién dijo miedo?
Si hay una moto con la que merece la pena pasar tanto tiempo observándola como montándola, esa es la Ducati Diavel. Admiras su chasis multitubular (algunos dicen que una Ducati sin esta configuración no es tal), su horquilla Marzocchi de 50 mm, sus radiadores laterales, las pinzas Brembo monobloque radiales con el logotipo de la marca en rojo como mandan los cánones… y así hasta descubrir su neumático 240 trasero con el que parece que no hace falta caballete para mantenerla en pie. Lo dicho, para vender tu alma al diablo.
La puesta en marcha es una liturgia. Incorpora llave de proximidad, por lo que debes accionar una tapa en el pulsador de arranque para que se despliegue ante ti un protocolo de bienvenida en la instrumentación que evidencia el nivel Premium de este modelo. Y el sonido que obtienes es 100% Ducati. El motor de origen 1198 ruge a las órdenes de tu mano derecha de forma diabólica. ¿Quién dijo miedo?
Par motor de camión
Como período de adaptación, vamos a partir en el modo URBAN. El sonido al insertar primera no es demasiado elevado y el tacto del embrague es muy progresivo. Pero lo mejor viene cuando abres-cierras el gas. En el modelo original te encontrabas con una agria respuesta, un defecto que ha sido completamente subsanado en esta edición. Circular por la ciudad con este modo motor es una delicia, mientras que tus reticencias iniciales a cómo iba a responder de «cintura» entre coches se desvanece en un instante. El amplio manillar y el bajo asiento son la receta perfecta para liderar la «parrilla de salida» en cada semáforo. Un detalle sobresaliente es la práctica ausencia de vibraciones. Un demonio angelical. Sales desde 2.000 rpm hasta en sexta en modo scooter, pero lo mejor es mantener el motor a partir de 3.000 rpm en la urbe y disfrutar de su par motor de camión.
Pero la Ducati Diavel te pide explorar otros terrenos. Si creías que sólo servía para rodar arriba y abajo en un boulevard alardeando de moto y palmito, estás muy equivocado. Lo mejor para descubrir sus cualidades es una carretera de curvas de buen asfalto y deshacerte de los prejuicios a los que incita ese enorme neumático trasero y un volumen general nada desdeñable. ¿Por qué? Porque la manejabilidad de la Diavel hace honor a su nombre. Tan sólo requiere un mínimo esfuerzo para meterla en la trazada elegida, ya que la acción posterior es de ir por el carril y con una distancia libre considerable. Sus 28º de lanzamiento y 130 mm de avance más 1.590 mm entre ejes parecen menos. Te tienes que aplicar para rozar con las estriberas, siempre con una estabilidad total. Esta sensación se multiplica en la versión Carbon. Los 2,5 kg menos de peso en sus llantas obran un auténtico milagro, agilizando sus reacciones de un modo muy ostensible. Y no hace falta que seas Andrea Dovizioso para saborearlo.
El lado oscuro
En este medio, el modo SPORT parece, a priori, el más indicado. Sin embargo, la respuesta es tan directa y brutal que personalmente acabé optando por el control que ofrece el modo TOURING. Además, prefiero tener la garantía de un control de tracción más elevado por si el demonio busca tus debilidades. La aceleración es extraordinaria en estos dos modos superiores, máxime en el SPORT, aportando asimismo unas recuperaciones de infarto. En todos los casos debes reprimir tus instintos más básicos. La llamada del «lado oscuro» es demasiado fuerte y puede que ahí se esconda un infernal radar…
Tan sólo un accionamiento de cambio un tanto impreciso, sobre todo en reducciones, con la aparición de fugaces puntos muertos, limita una conducción RR. El embrague antibloqueo mantiene a raya el Pirelli trasero, que sólo rebota en condiciones de asfalto muy irregulares. La frenada es de nota. Únicamente necesitas un par de dedos de tu mano izquierda para llegar a la velocidad que necesitas, aunque es aconsejable trabajar también sobre el pedal derecho para detener una moto con una distancia entre ejes considerable.
Lo realmente sorprendente de la Ducati Diavel es que resulta una moto válida para múltiples usos, no sólo para alardear de su posesión a la entrada de un bar de copas. Con tintes custom de tipo power-cruiser, personalidad naked y genes deportivos, con la Ducati Diavel es fácil sentirte maléfico… para envidia del resto de mortales.
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