Márquez. Señor de Laguna Seca

Los más viejos del lugar se esmeraron en advertirle de las dificultades encerradas en el peculiar trazado topográfico de Laguna Seca. Subidas, bajadas, curva ciegas, frenadas a olfato y el colofón del peculiar «sacacorchos». Así se lo recomendó Rossi: «Este año ves despacio, piensa solo en aprender bien cada curva y el próximo ya podrás apretar (risas)». A parte de las bromas, añadió, «la cosa más importante es entender cuáles son las trayectorias que se deben utilizar. Pero no tengo duda que irá rápido enseguida y en la clasificación estará arriba», apostillo dejando las cosas claras. Por su parte, Hayden le utilizó el mismo tono medio enigmático jocoso: «Es un circuito en el que no debes precipitarte, has de aprender bien las trayectorias y eso requiere tiempo a menos de querer un disgusto». Tanto insistieron que le metieron la incertidumbre en el cuerpo. También la curiosidad. Se dio varias vueltas con un scooter para cotejar lo visto y estudiado en vídeo y la Play. En esas, aprovechó para atajar por la tierra del «sacacorchos». Luego, ya en entrenamientos oficiales, repitió la experiencia con la RC213V. Sin duda estudió el terreno por si fuese necesario. Y lo fue. Nada menos para adelantar a Rossi de la misma forma que él lo había hecho con Stoner cinco años atrás. La «jugarreta», ahora, se la toman ambos a chirigota, con risas y abrazos en el corralito. Carácter mediterráneo contrapuesto al australiano. Aquí corren para ganar divirtiéndose. En las antípodas solo les vale el triunfo -Doohan, Gardner, Stoner- a cualquier precio.

Tras la carrera, Vale hizo un retrato de situación: Le he dicho: eres un «picolo bastardo» (cabroncete, en nuestra jerga). Posiblemente más «bastardo» (cabrón, e.n.j.) de cuanto me esperase. Se lo dijo entre risas y guasas. Sí, pero se lo soltó a la cara. Marc se reía como un chiquillo y le respondió avispado: «Te pagaré los derechos por copiarte los adelantamientos, éste y el de Jerez» (más risas y complicidad. Buen rollo). Está encantado con la cancha que le da su ídolo Rossi. No le teme en absoluto. A los únicos que, todavía, tiene respeto son Jorge y Dani. En especial al mallorquín.

En vísperas de la carrera, y visto el rápido aprendizaje de Marc (en la F.P.3 ya hizo pole), Valentino hizo análisis de situación con semblanza comparativa entre ambos: «Probablemente, esta pista se adapta bien a su estilo de pilotaje, es estrecha y él es muy rápido para hacer girar la moto. En pistas más rápidas, como Mugello y Barcelona le cuesta un poco más, pero allí también ha ido fuerte. Es lo que hacía yo al inicio de mi carrera. Será una buena guerra para todos, también para mí». Pronóstico de futuro.

Por su parte, Márquez comentó el viernes por la tarde, tras los dos primeros libres: Esta mañana enseguida me he encontrado bien sobre la moto. «He aprendido rápido la pista. Por la tarde me he divertido pilotando y marcando los mejores tiempos. Era el presagio de su victoria». La del primer «Rookie» de Laguna Seca. Otra muesca en el revólver.

Los movimientos de Ducati empiezan por Hayden

Decía Dovizioso hace una semana que en Ducati habría movimiento pronto y no se refería a las motos, puntualizó. El primer movimiento no se ha hecho esperar. Han licenciado al bueno de Nicky Hayden para 2014. Ahora anda buscando empleo, pero no hay mucho donde elegir y menos donde exigir. Difícil futuro en MotoGP.

Su vacante todavía no tiene nombre oficial. Todas las opiniones externas a la fábrica, apuntan hacia Cal Crutchlow. Su actual jefe en Tech3, Hervé Poncharal, lo dice muy claro: «No puedo criticar nada. Cal cobrará tres veces más que con nosotros, no hay nada que hacer». Tampoco Yamaha está dispuesta a suministrarle material oficial para que siga con ellos. Corre el rumor que la firma es cuestión de una semana. Él tiene la boca cerrada.

Su decisión se ha inclinado por el dinero con la carga de incertidumbre de cómo será capaz de llevar la Desmosedici a mejores resultados de los actuales. Ve la trayectoria involutiva de Dovizioso en su tránsfuga de Yamaha-Tech3. Andrea pisaba algún podio con la Yam «satélite». Él también. Desde ahí arriba debe ver el futuro oscuro, teñido de rojo, pero con el bolsillo lleno. Así es más llevadero.

Al igual que Dovizioso debe confiar en la esperada varita de Audi para salir del pozo. En Laguna Seca no mejoraron. Hayden (8º) y Dovi (9º) terminaron otra vez a 34″ del ganador. Están estancados a pesar del nuevo chasis que llevó Andrea sin pena ni gloria. Es más, quedó por detrás del despedido Nicky con quien tuvo un fraticida e inútil duelo, con toques incluidos. En esa tensa actuación solo estaba en juego su prestigio personal. Ganar al vecino de box. Así estrujaron todas las posibilidades de las Desmosedici y las suyas propias. No se reservaron nada. Lo dieron todo, pero igualmente terminaron a medio minuto. Se sigue a la espera del milagro AUDI.

¿Es Bradl gandul?

Aseguran que después de Assen se le dio un tirón de orejas a Stefan Bradl por su bajo rendimiento con la «satélite» Honda. Shuhei Nakamoto considera, con razón, que tiene moto para estar habitualmente más arriba. Cuanto menos peleando con sus homólogas Yamaha. Mirando su debut en MotoGP la pasada temporada, vemos que en varias ocasiones rozó el podio. En otras cayó en el intento, pero estuvo cerca. Este año no es así. Es más, ni se le acerca.

Difícil saber que le ocurre. Quizás tenga la determinación de no caerse para no echar a perder lo conseguido antes de bajar la bandera. Mala estrategia. Peor método para ir rápido. En este juego, quien no arriesga no avanza. El cauteloso recula. Stefan ha reculado y le han leído la cartilla. Le han dado a entender que Crutchlow podía ser firme candidato para su moto. De golpe, Bradl ha emergido de su «letargo». En Sachsenring ya se dejó ver por lugares delanteros durante todo fin de semana, fue cuarto en Q1 y en carrera. En Laguna subió su listón, fue rápido cada día y le arrebató la pole a Márquez en última instancia. Determinación, confianza y ganas. En carrera se lució como nunca antes. Recordaba al mejor Bradl de Moto2 aguantando los embates de Marquez. Una vez más sucumbió a su poderío, pero estuvo superior. Pisó su primer podio de MotoGP. Además, de pleno derecho en el segundo peldaño.

¿Ha vuelto Bradl? ¿Es eso fruto del toque de atención dado por Honda? Si la respuesta es afirmativa el asunto es alarmante. No habla bien de su cualidad de piloto. Eso es de carrerista sin genio ni actitud. Nada peor que carecer de la ‘vergüenza torera’ exigible a cualquier piloto del Mundial. Deseamos que su bajo tono en resultados haya sido debido a otras causas que la falta de empeño y entrega por el trabajo bien hecho. Decepcionaría saber que un simple tirón de orejas ha bastado para sacarle de su, hipotética, gandulería. De ser así, la recaída es inevitable.

Forward Racing con motores Yamaha

Comentamos en La Tertulia de Sachering que Yamaha todavía no tenía ningún cliente para sus motores «competición cliente» cedidos en régimen de leasing por 800.000 euros la temporada. En Laguna seca se supo que Giovanni Cuzari, titular del equipo Forward Racing, había acordado con la marca japonesa el primer suministro de motores. Se trata de un paquete de tres unidades por moto y temporada, con revisión en dos de ellos a medio campeonato lo que supone un total de cinco unidades. Las mismas autorizadas para los prototipos, mientras que las «competición cliente» pueden disponer de doce. Lin Jarvis, máximo responsable del Yamaha Factory Team, aseguró que «con esos cinco habría suficiente para todo el campeonato. Los prototipos oficiales aguantan eso y los «competición cliente» también lo harán de sobras. Son motores Yamaha!» Confiada apostilla de «Fábrica».

El Forward Racing tiene contrato con FTR para las CRT-Kawasaki de Colin Edwards y Claudio Corti. Los británicos también debían suministrarle los chasis para el motor Yamaha pero no hay tiempo material para realizarlos a tiempo de la pretemporada. Ante esa tesitura, Yamaha accede excepcionalmente a suministrarles chasis y basculante M1 estándar (los de Crutchlow y Smith) con los que montar la moto completa utilizando los accesorios habituales del mercado de competición (Öhlins, Brembo, Marchesini…), incluidos carenados y resto de la carrocería. Eso, además, supone ponerse a investigar-invertir en diseño aerodinámico Hi-Tech. A 340 km/h el efecto aerodinámico puede tener muy perniciosas consecuencias para el piloto.

Yamaha también ofrece a Forward Racing colaborar directamente con FTR en el diseño de su chasis para los motores de la marca. Obviamente, serán derivaciones de los estándar «competición cliente». Una forma de sacarse el problema de construir motos completas, además de abrir el mercado para las ingenierías de chasis de contrastada solvencia técnica. De hecho, Kalex estuvo interesada junto a Sito Pons por ese proyecto, pero las fechas de entrega de los motores les hacía imposible concurrir en 2014. El coste estimado para poner en parrilla las motos con motor M1 se estima en dos millones de euros. Las Honda PR completas no irán más allá de 1,2 millones el paquete de dos motos. Tienen cola.

El apunte: Marc Márquez como Gaspar de Portolá

Quizás se pregunte el lector quien es Gaspar de Portolá y qué relación tiene con Marc Márquez. No mucha, pero hay analogías en sus vidas que enriquecen los pasajes anecdóticos en la historia de Marc Márquez tras su victoria en Laguna Seca, condado de Monterrey. En 1770, el militar, explorador y político Gaspar de Portolá, nacido en Os de Balaguer, provincia de Lérida, fundó San Diego y Monterrey. Posteriormente fue Gobernador de California.

Dos siglos y medio después, el también leridano Marc Márquez «gobernó», por un día, en el mismo condado: impuso su autoridad en Laguna Seca a solo 15 km. de la capital, Monterrey. Es un simple acontecimiento, fruto de la casualidad histórica, que añade un nuevo hito en la fulgurante trayectoria del prodigioso leridano de Cervera llamado a escribir grandes páginas en la historia del motociclismo mundial. La última, al igual que Gaspar de Portolá, la acaba de firmar en el condado de Monterrey. Marchamo y rúbrica ilerdense en la lejana California. Márquez como Portolá.