Emilio Alzamora (1973) «El gran frenador»
Campeón del Mundo de 125 sin vencer ningún Gran Premio, a Emilio poco le importó ese detalle, que ahora llama «la guinda» de su título. Sabía mejor que nadie que había perdido in extremis dos claras victorias por inferioridad mecánica. Apostó por la regularidad y, con diez podios, se coronó Campeón. Recibió críticas por no haber logrado ningún triunfo a lo largo de un campeonato en el que subió diez veces al podio. Sus detractores se olvidaron que había perdido más de un Gran Premio en los últimos metros de carrera por desventaja mecánica.