Probamos la Royal Enfield Classic 650 Twin para reeditar las sensaciones de las motos de toda la vida

Subirse a cualquier modelo Royal Enfield implica un significado del término “viaje” totalmente particular. Pero en el caso de la nueva Royal Enfield Classic 650 Twin, aún mucho más.
La firma hoy día india (ya que desde los años 50 fabricó motos para la británica Royal Enfield que nació en 1901 y desde 1994 opera como empresa independiente de los ingleses) es todo un referente en el segmento de las motos retro.
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En su catálogo encontramos multitud de estilos, todos ellos con un aroma arraigado en el pasado que destila una autenticidad poco común entre sus rivales de sector.

De ahí que el listado abarque Royal Enfield retro de tintes naked, custom o trail, todas ellas con un punto común de supremo carácter intemporal.
La Royal Enfield Classic 650 Twin como icono Vintage
En 2025, Royal Enfield da una nueva vuelta de tuerca a esta filosofía con el lanzamiento de un modelo que reta esta retórica. La Royal Enfield Classic 650 Twin no es una moto retro más, sino toda una loa Vintage hasta la médula.
El término Classic ya había sido utilizado por Royal Enfield en otros modelos monocilíndricos para hacer hincapié en su sentido más pretérito. En concreto, data de 2009, fecha en la que encontramos dos variantes, de 350 y 500 cc.

La primera equipaba alimentación por carburador y la segunda nació ya directamente con inyección electrónica. Hasta 2021, cuando cesa la producción de esta primera serie, van adaptando mejoras como ABS o componentes para superar la normativa Euro 4.
En 2022 se lanza la segunda generación, ya solo en la actual versión 350, y, como siempre, situada en el catálogo Royal Enfield para el carnet A2 como edición que oficia de escalón superior a las Bullet.
En todos los casos, el apellido Classic eleva hasta el infinito la personalidad cimentada en los más de 100 años de Royal Enfield. Todo en ella rezuma clasicismo hasta cotas inéditas en el segmento.
Símbolo supremo de la moto del pasado

Solo modelos como las Triumph Bonnevile T100, Kawasaki W800, Benelli Imperiale 400 o BSA Gold Star 650 se atreven con un experimento de este tipo, pero en ningún caso del calado de la Royal Enfield.
La transmisión al presente de su inspiración, la Royal Enfield Bullet G2 350 de 1948, alcanza cotas inalcanzables para las variantes citadas. Tal volumen de imagen Vintage repartido por todo su ser es exclusivo de la india.
Observa el diseño de la visera de su faro, la plataforma de la instrumentación, las piñas de aluminio niquelado, su depósito en forma de lágrima, los guardabarros, las tapas del motor o el escape “escupe-guisantes” cromado. Todo ello es un canto a la pureza de la moto a mediados del siglo pasado, cuando Gran Bretaña era el epicentro mundial del motociclismo.
CÓMO ES LA ROYAL ENFIELD CLASSIC 650 TWIN

Para el desarrollo de Royal Enfield Classic 650 Twin, la marca se ha basado en la gama Super Meteor. Con ella comparte configuración básica de motor y de parte ciclo. En el primer apartado comparte especificaciones del bicilíndrico en línea refrigerado por aire/aceite y simple árbol de levas en cabeza, mientras que en el segundo mantiene estilo tubular de doble cuna con la clásica curva posterior de la marca, aunque personaliza sus cifras.
Todas las cotas son distintas, incluso la medida de la llanta trasera (18” en lugar de 16” por el toque custom de las Super Meteor) o del freno trasero (20 mm menos). También la horquilla, convencional en la Classic en lugar de invertida para su perfil más… eso, clásico. Por cierto, en ambos ejes, las suspensiones están firmadas por Showa.

En la parte trasera, cuenta con un subchasis extraíble que permite un uso dual: con o sin asiento de pasajero. Todo ello de serie, en el segundo caso admite utilizarlo como parrilla portabultos. Ahora bien, en modo monoplaza sin subchasis explora, en toda su dimensión, su belleza más clásica.
La instrumentación recurre a una plataforma plana donde se incrusta una esfera para el velocímetro, cómo no, analógica, más una pequeña pantalla digital para nivel de combustible, marcha engranada u odómetro, entre otros. También añade una pantalla independiente para el innovador sistema Tripper de navegador “curva a curva”. Como ves, estamos en modo pretérito perfecto.

En este sentido, toda la iluminación, excepto los intermitentes, son LED. De nuevo, por su sentido más fiel al pasado, aunque con contrastes inevitables como los “ojos de tigre” en la parte superior de los laterales. Todo ello adornado por su inefable visera.
Incluso los colores seleccionados tienen un inmenso valor retro, con combinaciones negro/cromo (7.187 €), verde azulado (6.987 €) y rojo/blanco (6.887 €), de admirable valor estético.
A estos precios hay que añadir la oferta actualmente vigente de regalo de matrícula y seguro a terceros gratuito durante el primer año, además de 3 años de asistencia en viaje de serie.
CÓMO VA LA ROYAL ENFIELD CLASSIC 650 TWIN

La mera presencia de la Royal Enfield Classic 650 Twin impone. De repente, todo tu alrededor se torna en blanco y negro, y te conviertes en protagonista de una de las inmortales películas de cine negro de la RKO.
La vista de inmediato se posa sobre el escape “pea-shooter”, sobre la visera, sobre las líneas del depósito y sus colores, las llantas de radios o la forma de las tapas del propulsor. Clasicismo puro. ¿Será igual cuando nos subamos a ella?

Nos sentamos en un asiento de 800 mm de altura para coger un manillar ancho con puños y mandos también de contenido retro, como toda la instrumentación bajo tus ojos. Las estriberas quedan bastante centradas y regulas los retrovisores, por supuesto, redondos y de buena visión. Toca apretar el botón de arranque.
He dicho mal. No es un botón, es un pulsador en la piña derecha en forma de esfera que debes mover de izquierda a derecha. Es el mismo sistema que encuentras en la piña izquierda para las luces. Donde habitualmente se encuentra el pulsador de largas, se dispone un botón para cambiar la información de la pantalla digital.
Puesta en marcha y el sonido acompaña su filosofía retro. Tanto de motor como de escape, los decibelios también se emiten en “blanco y negro”. Metemos primera (sí, primera hacia abajo desde la izquierda, no al modo Vintage al revés, afortunadamente) y ya disfrutas de dos de los puntos más relevantes de la Royal Enfield Classic 650 Twin.
Acción en modo clásico

Por un lado, embrague y caja de cambios son deliciosos. Las marchas entran en los dos sentidos con suavidad y precisión extrema, incluso subiendo sin tocar la maneta izquierda. Por otro, la respuesta del motor es dulzura en mayúsculas. La primera apertura del gas es idónea y sorprende la total ausencia de vibraciones con su cigüeñal calado a 270º (360º en la época clásica), configuración que se ha impuesto entre los bicilíndricos en línea de última generación.
Sale de muy abajo (no tiene tacómetro, ni falta que le hace) sin importar en qué marcha estés. El incremento de rpm es gradual y sólido, sin prisa pero sin pausa, como te digo, acompañado con un sonido muy personal. Así llegarás pronto a una velocidad de 100-120 km/h en sexta sin estridencias, donde da lo mejor de sí.

Porque tu posición de conducción erguida motivada por el triángulo ergonómico manillar-asiento-estriberas, te convierte en una vela frente al viento. Las piernas se abren y te agarras al manillar como un poseso a mayor velocidad. Si insistes en llevar el velocímetro más lejos, te has equivocado de moto.
Tarde o temprano llegará la hora de frenar. Con un disco frontal y otro trasero, casi los dos del mismo diámetro (320 mm y 300 mm, respectivamente), la Royal Enfield Classic 650 Twin también te invita a frenar al modo clásico. La potencia del delantero es limitada para el peso de 243 kg del conjunto (depósito de 14,8 l.), lo que requiere recurrir sin remisión al trasero, una unidad de potencia extraordinaria, quizá hasta demasiado.

De este modo, cada acción de frenada debe contar con el equilibrio entre ambos ejes, obteniendo siempre el resultado que deseas. Como el motor, no incita a brusquedades, tampoco su manejabilidad, mucho más ágil de lo que seguro esperabas en un primer momento.
Retro diversión cocn la Royal Enfield Classic 650 Twin
El funcionamiento de las suspensiones Showa es correcto en ambos ejes. No hace topes molestos en situaciones normales con sus modestos recorridos de 120 mm delante y 90 mm detrás, y añaden a la sensación global de rodaje fácil, nada exigente, perfecto para disfrutar de una conducción “retro A2”.

Para los neumáticos se recurre a MRF, proveedor local conun catálogo de todo tipo de desarrollos, incluso para aviones. Habría sido de agradecer un dibujo más próximo a la tradición, pero lo importante es que su funcionamiento es solvente en asfaltos de todo tipo.
Llevarla de un lado a otro no implica esfuerzo, con la única limitación de la altura de unas estriberas que llegan a rozar, aunque, eso sí, solo si lo buscas. Dispone como opción de plataformas, y estas sí son más propensas a tocar el asfalto en inclinaciones. Estamos ante el epítome de moto más para disfrutar de la conducción y el entorno, en lugar de ir buscando cómo entrar y salir de cada curva lo más rápido posible.

Lo que no quiere decir, en absoluto, que no sea divertida. No es nada cabezona ni se siente especialmente pesada al moverte en la ciudad ni al elegir la trazada en carretera abierta. El asiento es cómodo y no cansa el paso del tiempo. Los puños son bastante anchos, de tipo custom, y las manetas (ambas regulables) de gran tamaño, lo que requiere cierta adaptación.
ASÍ VEMOS LA ROYAL ENFIELD CLASSCI 650 TWIN
En carretera: 4
En ciudad: 3
En autovía: 2
Confort: 4
Equipamiento: 3
Lo mejor:
- Facilidad de conducción
- Suavidad en marcha
- Caja de cambios
- Diseño Vintage
- Sistema de navegador “Turn-by-turn»
Mejoraría con:
- Freno delantero más potente
- Distribución de información en pantalla digital poco legible

La Royal Enfield Classic 650 Twin no permite que te olvides que estás sobre una moto especial. Esa llave de contacto en el lateral izquierdo de la plataforma sobre el faro te lo impide, como todos los detalles retro y el propio funcionamiento de todo el conjunto.
Su equipamiento deslumbra por su fidelidad clásica más que por la tecnología, a lo que tampoco renuncia con la implantación de su Tripper “curva a curva”para sustituir al mapa de papel de antaño o la presencia de una toma USB tipo C. También te sugiere una conducción ECO con un indicador dentro de su pantalla digital. Veterana, pero comprometida con el medio ambiente.

Su hábitat lo constituyen los recorridos urbanos para lucir palmito y las carreteras secundarias. La autovía solo para cuando sea imprescindible, por su nula protección aerodinámica y ergonomía. Y siempre sin prisas para saborear el uso de una moto que desafía el paso del tiempo. El alma perdura.
Seguramente no te hayas planteado nunca restaurar una moto del pasado o directamente comprarla, para postularte como un motorista clásico. Con la Royal Enfield Classic 650 Twin lo tienes al alcance de tu mano, en todos los sentidos.