La Aprilia Tuono 457: polivalencia, diversión y tecnología para el carnet A2

Apenas unos meses después del lanzamiento oficial de la Aprilia RS 457, moto que hemos podido probar tanto en circuito como en carretera, los de Noale han decidido ampliar los modelos con esta nueva plataforma mecánica con la Aprilia Tuono 457. Un movimiento totalmente lógico y que va dirigido a un mercado con mayor número de usuarios. Ha quedado claro que las naked son las mejores motos para enfrentarse al día, pero también para disfrutar el fin de semana.

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Evidentemente, el diseño es totalmente nuevo, y aunque bebe del que podemos ver en sus hermanas mayores con motor V4, tiene su propia personalidad. Por eso mismo, vemos cierto minimalismo en los carenados, mientras que el triple faro LED sigue siendo un seña de identidad de la marca italiana.

El depósito también ha sido rediseñado y se adapta a la perfección al ancho del manillar. En la parte trasera, los paneles, así como el grupo óptico también es totalmente nuevo y va en línea con el resto de las formas de la moto.

La Aprilia Tuono 457 se mantiene en el límite de potencia para el carnet A2

Como en la RS 457, la Aprilia Tuono 457 hace gala de un bloque bicilíndrico en paralelo de 457cc. Está refrigerado por líquido y presenta una potencia de 47,6 CV a 9.400 rpm, la máxima que permite el A2, y un par máximo de 43,5 Nm desde las 6.700 rpm. Aprilia confirma orgullosa que su nueva deportiva de media cilindrada despliega hasta el 82% del par desde sólo 3.000 rpm, por lo que las aceleraciones están más que aseguradas.

De nuevo, tenemos un acelerador electrónico que gestiona hasta tres modos de conducción, Eco, Rain y Sport, así como la intervención del control de tracción o la intrusión del ABS. Opcionalmente, se puede asociar con un shifter de doble acción con auto blipper -golpes de gas automáticos en las reducciones-. En el modo más deportivo podremos dejar todas las ayudas al mínimo o incluso desactivadas, a excepción del ABS, que siempre estará operativo en el tren delantero.

Al chasis de doble viga fabricado en aluminio se suma una horquilla invertida con botellas de 41 mm y un recorrido máximo de 120 mm con posibilidad de ajustar la precarga. Atrás, el monoamortiguador, anclado directamente al basculante, ofrece hasta 130 mm de recorrido y ajuste en la precarga del muelle.

Por su parte, el equipo de frenos lo firma ByBre, con una pinza de cuatro pistones y un disco de 320 mm heredado de la RSV4. Detrás, tenemos una pinza monopistón con un disco de 220 mm. Con llantas de 17 pulgadas, la nueva deportiva italiana confía en unos neumáticos TVS en medidas 110/70 delante y 150/60 detrás. Una solución que podemos entender como medida de contención de precios e incluso como paso introductorio para conocer la moto, pero que va totalmente en contra de la filosofía de la marca.

Con una altura de asiento de 800 mm, es una moto tremendamente ligera y accesible. Por último, tenemos una pantalla TFT a color de 5 pulgadas con sobrada información y un tacómetro en forma de escala de formas muy deportivas. Al igual que en una moto de competición, tenemos parámetros como el nivel del control de tracción, el cual podremos ajustar desde unas piñas que ahora son retroiluminadas.