Triumph Bonneville Bobber: el anti-Brexit en el Salón EICMA de Milán 2016
Ahora que los británicos se enrocan en sus orígenes nacionales al margen de sus exsocios europeos, Triumph se embarca en un experimento que tiene más que ver con raíces estadounidenses que procedentes de dominios de su graciosa majestad. Me refiero a la inspiración «bobber» de su nueva Bonneville, no en vano denominada Triumph Bonneville Bobber.
Es obvio que ante el desembarco de multitud de marcas en un segmento dominado históricamente por Triumph, la marca ha decidido echar el resto para seguir posesionándose en el liderazgo de un segmento claramente al alza. Lo retro está más de moda que nunca y la marca inglesa no cesa de presentar novedades en este ámbito.
Triumph Bonneville Bobber con pleno sabor americano
A las versiones Triumph Bonneville T100 y Triumph Bonneville Street Cup presentadas en el reciente Salón de Colonia se suma ahora la Triumph Bonneville Bobber. Sigue la norma que dicta estos modelos al estilo de preparaciones especiales que se basan en las motocicletas norteamericanas de las décadas de los 30 y 40, motos básicas, con guardabarros recortados (de acero con nervio central) y estructura muy baja. Faro de reducido diámetro, depósito esculpido, llantas de radios, horquilla con fuelles y manillar ancho y plano con los retrovisores en sus extremos son otras de sus características básicas. La historia nos dice que eran modelos derivados de versiones custom a las que se les quería añadir un punto de deportividad, más livianas y ágiles para extraer superiores prestaciones de sus propulsores.
Motor High Torque para la Triumph Bonneville Bobber
En su propulsor se ha utilizado la versión «high.torque» de 1.200 cc que estrenaron este 2016 las Triumph Bonneville Thuxton, con cifras de potencia más elevadas que en el Triumph Bonneville T120. Incorpora doble filtro de aire y electrónica adaptada. Como es norma en la marca, el acelerador es electrónico, la inyección recibe un diseño de carburador clásico y añade soluciones vanguardistas como embrague antibloqueo, opción de mapas de motor «Road» y «Rain» y control de tracción (desconectable). El ABS es de serie como dicta la normativa Euro 4.
Una más profunda mirada a la Triumph Bonneville Bobber nos descubre el emblema del motor en bronce, el situado en el depósito al estilo Vintage, embellecedores pulidos, tapas de motor cepilladas, detalles mecanizados en la instrumentación y torretas acabadas en plata satinada y grafito, todo ello de profundo calado Heritage. Manetas regulables o faro trasero, intermitentes (en forma de bala acabados en negro) y luz de matrícula de LED muestran un perfecto equilibrio entre su filosofía más clásica y su perfil más actual. Como no podía ser de otro modo, el catálogo de accesorios es inmenso, con más de 150 opciones entre las que destaca un manillar tipo «ape hanger» o los escapes Vance and Hines.
Triumph no ha declarado fechas de comercialización, precios ni características técnicas exactas, seguramente en espera del Salón de Milán que abrirá sus puertas el próximo 8 de noviembre.