Prueba Triumph Street Scrambler 2019: Vintage verde
Hace dos años, Triumph volvió a echar un vistazo al retrovisor de su historia lanzando la versión Street Scrambler, tributo a uno de sus modelos de más éxito de los años 60. Ahora nos llega su renovación en forma de Triumph Street Scrambler 2019.
Aunque Ducati intentó hacer suyo el término Scrambler con la gama específica con esta denominación que nació en 2014, no hay que olvidar que fue Triumph quien inventó este término a mediados del siglo pasado. Fue en 1949, cuando nació la TR5 Trophy como primera «scrambler de calle», una moto derivada de las tres unidades Speed Twin que la firma británica construyó para participar en los ISDT de 1948 disputados en Italia. Allí obtuvieron tres medallas de oro, además de la de marcas. La TR5 Trophy era una réplica de éstas para circular por la calle y supuso el germen de la gran expansión de la firma inglesa en el mercado estadounidense. En este contexto, Triumph se constituyó como la marca dominadora en las carreras en el desierto y en las pruebas de enduro durante las dos siguientes décadas.
CÓMO ES LA TRIUMPH STREET SCRAMBLER 2019
De cara a 2019, la Triumph Street Scrambler recibe el mismo conjunto de novedades presente en su hermana Triumph Street Twin. Así, comparten el mismo propulsor y electrónica, añadiendo la Street Scrambler un tercer modo de conducción, denominado Off-road. En esta función desactiva el ABS y el control de tracción completamente, pudiéndose volver a activar ambos si se presiona, aún en marcha, durante un segundo el pulsador «Mode». La entrega de potencia es la máxima, como en Road y Rain, pero la respuesta del acelerador es más progresiva.
Frenos y suspensiones permanecen sin cambios, pero otra de sus diferencias radica en el montaje de llantas de radios y neumáticos Metzeler Tourance mixtos, con unidad frontal 100/90-19. Aunque el peso en seco es el mismo que en la Street Twin, 198 kg, las geometrías de dirección son más conservadoras, con un ángulo de dirección de 25,6º y un avance de 109 mm en su horquilla Kayaba con barras de 41 mm no regulable. La distancia entre ejes es también más larga, con 1.445 mm, lo que en combinación con el neumático frontal de 19″ hace que sea subviradora si la intentas llevar en carretera como una café racer al estilo Street Twin. Estará disponible en tres colores, blanco, rojo y verde/aluminio, a un precio a partir de 10.800 €.
CÓMO VA LA TRIUMPH STREET SCRAMBLER 2019
Si nada más bajarte de la Triumph Street Twin te subes en la Street Scrambler, ratificarás que las prestaciones de motor de ambas son idénticas, pero que la entrega de la Scrambler es más suave. La razón es la modificación de sus «mapping» y su escape específico, con salida por el lateral derecho. Es muy bonito, pero te das con él en las piernas cuando te pones de pie para rodar por campo. El manillar es el mismo que en la Street Twin y resulta demasiado bajo para una moto con intenciones camperas. Además, con los mismos 120 mm de recorrido en ambas suspensiones, es evidente su definición como «street» Scrambler. En este sentido es una moto con una imagen única, uno de sus irresistibles atractivos.
La posición de conducción sentado es cómoda porque dispones de mucho espacio, gracias a un asiento más alto y unas estriberas más bajas. Sobre ella te sientes como en un auténtico maxiscooter. En cualquier caso, es un modelo en el que la estética y la practicidad están por encima de las prestaciones puras. Esta edición queda más cerca de la Triumph Tiger 100 que monta Warren Beatty en la película «Shampoo» que de la Triumph TR6 C con la que Steve McQueen escapa de la cárcel en «La gran evasión». Si se hiciera hoy día un «remake» de «Shampoo», seguro que la nueva Street Scrambler sería su protagonista. Es una moto muy adecuada para circular por la ciudad, con una imagen retro arrebatadora y con unas prestaciones más que suficientes.
Por tanto, su hábitat natural queda lejos del off road. La ciudad es su auténtico radio de acción, donde te beneficias de un embrague de accionamiento muy ligero y de una dirección inmediata. Su ancho manillar (831 mm) y su estrecho neumático delantero de 19″ la convierten en el arma ideal en situaciones de denso tráfico. Y el asiento tampoco resulta demasiado elevado, con 790 mm. Puedes pasar con facilidad la pierna por encima, pero queda a una buena altura cuando ruedas en ciudad y quieres ver el tráfico que tienes delante del coche que te precede. Práctica y bonita, poco más se puede pedir.
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