Prueba Triumph Bonneville Street Cup: paso a la «baby Thruxton»
Está claro que Triumph quiere marcar territorio en un segmento, el de las motos retro, claramente al alza, tanto en ventas como en la proliferación de nuevos modelos de diversas marcas que quieren quedarse con su trozo de pastel. No en vano, en el último año, la marca inglesa ha renovado completamente su gama y ha añadido algunas integrantes que le permiten capilarizar totalmente este segmento. Francamente, es realmente complicado, a día de hoy, encontrar una marca que te ofrezca la personalidad, el rendimiento y, sobre todo, la esencia que tiene Triumph.
La renovación de la gama vino acompañada, como gran novedad, de los nuevos motores refrigerados por agua y adaptados a la EURO4. Se trataba de una importante prueba de fuego para demostrar si eran capaces de no perder un ápice de esencia a pesar de la evolución tecnológica que acometían. El resultado de esta renovación no es que no hayan perdido esencia, sino que los nuevos modelos la hacen más auténtica y contemporánea que nunca, en un equilibrio perfecto de estos elementos.
La Triumph Bonneville Street Cup llega para cubrir una demanda más de temporada. El estilo Café Racer ha resucitado en los últimos años, de la mano de las preparaciones especiales de motos antiguas, que parecía que había caído en desuso. Pero ya sabemos que lo bueno siempre vuelve, aunque el estilo Café Racer no se tenía que haber ido nunca.
Cómo es la Street Cup
A simple vista, la nueva Street Cup podría pasar, perfectamente, por la hermana pequeña de la Thruxton. La multitud de señas de identidad que comparte con la deportiva urbana de la gama, como el asiento tipo bala y la tapa de colín café racer, manillar de estilo Ace, doble amortiguador trasero, la pantalla de estilo racing y los retrovisores en los extremos del manillar, son claras reminiscencias del modelo cumbre de la gama.
Pero no creo que sea hacerle de menos a esta Street Cup, sino todo lo contrario. Toda la moto rezuma un altísimo nivel de acabados que resalta con las franjas pintadas a mano en el depósito, además de las líneas a contraste en las llantas, los gráficos exclusivos y los emblemas de Triumph en el depósito. El asiento, forrado en cuero alcántara con costuras en contraste, es otro de los elementos que mejor ejemplarizan el nivel de calidad de acabados de la «baby Thruxton».
El panel de doble esfera con aros de acero inoxidable pulido, en la línea de la Thruxton, es de gran calidad de acabados con una apariencia realmente elegante. Las áreas del velocímetro y el tacómetro están repletos de funciones a través del sistema de menú digital integrado que se controla desde el manillar mientras se conduce. Cuenta con muchos elementos muy útiles para los novatos del carné A2, como el indicador de marcha engranada, dos cuentakilómetros parciales, indicador de mantenimiento, autonomía, nivel de combustible o consumo medio e instantáneo. Para los más avanzados, también se puede configurar el control de tracción.
Tecnología al servicio de la esencia
En lo que respecta a la mencionada pintura, está disponible de dos opciones bitono a elegir, Racing Yellow y Silver Ice con franja de color Jet Black pintada a mano y franjas Racing Yellow en las llantas; o Jet Black y Silver Ice con franja dorada pintada a mano y franja dorada en las llantas.
Cómo va la Street Cup
A priori puede parecer una moto incómoda por la ergonomía de su diseño. No en vano, su semimanillar estrecho y bajo y la posición retrasada de sus estriberas te obliga a ir algo echado hacia delante; pero no lo acusarás en ningún momento. Puede ayudar a ello su asiento de cuero antracita con bordado en contraste, con un mullido generoso que te permitirá recorrer kilómetros sin echar de menos un extra de acolchado, algo que sí puede suceder en su hermana, la Street Twin.
Arrancas y el motor de 900 cc refrigerado por agua te transporta directamente a los años 60 y las carreras callejeras. Tiene un sonido que no ha perdido ni una pizca de esencia con el cambio de refrigeración. Las primeras maniobras para salir del garaje no son fáciles de realizar por el escaso radio de giro y el relativamente pesado manillar de esta Street Cup. ¿No creerías que su estrecho y bajo semimanillar te lo iban a poner fácil? Inclinar un poco la moto te ayudará a resolverlo, pero no esperes poder hacer giros cerrados. Lo bueno es que la moto es baja y tiene un depósito estrecho, lo que te aliviará, en parte, al realizar las maniobras.
La suavidad del motor se percibe desde el primer giro de puño y hasta el último cambio de marcha, algo con lo que tiene mucho que ver su nuevo acelerador electrónico. Lo realmente extraordinario de este motor es que cuenta con un par accesible y útil, dado las características de la moto, mucho más enfocada a un entorno urbano y de carreteras secundarias, donde poder rodar sin tener que estar cambiando de marcha constantemente, te ahorra pequeños esfuerzos que, a la larga, se traduce en una reducción drástica de la fatiga. Esa buena entrega de par le permite tener un excepcional comportamiento en bajos y medios, en los que podrás mantenerte en tercera marcha hasta que te des cuenta de que dispones de dos más. Por descontado, en ningún momento echarás de menos una sexta marcha. Su quinta tipo overdrive es más que suficiente para tener potencia y un consumo contenido a altas velocidades.
El primer tramo de mi ruta es, evidentemente, por ciudad. Maniobrar con la Street Cup por el centro de Madrid no se puede decir que sea coser y cantar, aunque no encontrarás mayores dificultades. Los principales problemas son el ya comentado escaso radio de giro, que a la hora de zigzaguear entre coches para escabullirte del tráfico no te lo pondrá del todo fácil; y, por otra parte, aunque el manillar es estrecho, los espejos retrovisores, situados en los extremos de este, amplían su envergadura en casi 20 centímetros, algo bastante engañoso a simple vista pero que apreciarás al pasar entre dos coches. Pero no te preocupes, en lo que respecta al motor, te lo va a poner fácil. Excepto cuando tengas que parar en un semáforo y meter primera para reemprender la marcha, podrás circular el resto del tiempo en tercera sin apreciar el más mínimo tirón, vibración o falta de potencia. Y ya de paso, por qué no decirlo: esta Street Cup es una auténtica «rompe cuellos». Pases por donde pases, serás el centro de las miradas.
Toca meterse en curvas para comprobar si, además de ser una moto estéticamente excepcional, tiene un comportamiento digno de una deportiva, como pretende su montura. Intento llevar al límite a la Street Cup y, en general, su comportamiento es bueno para el tipo de moto y precio que estamos hablando. Se echa en falta una mejor respuesta de los frenos que, si bien son capaces de parar la moto sin mucho problema, no responden con la agresividad precisa en caso de querer clavar la moto en una situación de emergencia. Para ayudarte en esa tarea, debes aprovechar la retención del Twin en paralelo. Resulta una delicia accionar su cambio de marchas, y dejar actuar el nuevo embrague con asistencia antirrebote, que además de suavizar el tacto de la maneta, impide bloquear la rueda trasera incluso en las reducciones más despiadadas.
Las suspensiones de la Triumph Street Cup se muestran firmes y contribuyen a su buena estabilidad y precisión en curva, pero sin llegar a resultar incómodas en cuanto el asfalto se torna irregular. En nuestra unidad, contábamos con los amortiguadores traseros FOX, totalmente ajustables, que confieren una mejora importante del comportamiento a la moto.
No puedo bajarme de esta Street Cup sin comprobar cómo va por autovía. Lo que te voy a contar creo que ya te lo imaginas. La cúpula apenas tiene una función aerodinámica, el aire impide rodar con comodidad y circular con acompañante, previa liberación del espacio del asiento bajo el colín, debe tomarse, necesariamente, con tranquilidad. Aunque la carretera abierta no es su entorno natural, los 55 CV de su motor y lo bien aprovechadas que están sus marchas, te permitirán llegar a velocidades altas con soltura, pero no está pensada para ello; no es la filosofía de esta moto.
En cuanto al consumo de la Street Cup durante la jornada no ha sido, para nada, desorbitado (unos 4,9 l./100 km con una conducción normal). La autonomía no te deja vendido antes de lo previsto, si bien los 12 litros de depósito tampoco te dejan demasiado margen.
Una Street Cup para todos
Para hacer a la Street Cup verdaderamente accesible en el mercado europeo, este modelo es limitable para el carné A2 mediante un kit de limitación específico que ya está disponible. El kit para carné A2 se puede instalar y desinstalar fácilmente en un concesionario Triumph.
Más opciones para crear una moto única
Hay más de 120 elegantes accesorios de alta calidad para que los motoristas puedan personalizar el estilo, aumentar el confort y mejorar las prestaciones de la Street Cup. Sin ir más lejos, nuestra unidad de pruebas contaba con los amortiguadores traseros FOX totalmente ajustables. El catálogo de accesorios originales incluye amortiguadores traseros Fox totalmente ajustables, silenciosos Vance & Hines, manetas ajustables de aluminio macizo mecanizado, portamatrículas de estilo custom, intermitentes LED compactos y puños calefactados.
Ficha técnica de la Triumph Bonneville Street Cup
Motor: 4T
Cilindros: 2 en línea
Refrigeración: Agua
Cilindrada: 900 cc
Potencia: 55 CV a 5.900 rpm
Potencia Kw: 40.44 kW
Cambio: Manual, 5 velocidades
Transmisión: Cadena
Chasis: Doble cuna acero
Suspensión Delantera: Horquilla telescópica 41 mm
Suspensión Trasera: Basculante 2 amortiguador
Freno Delantero: 1 disco 310 mm
Freno Trasero: Disco 255 mm
Neumático Delantero: 100/90-18
Neumático Trasero: 150/70-17
Entre Ejes: 1.435 mm
Altura Asiento: 780 mm
Capacidad Depósito: 12 L
Peso declarado: 200 kg
