Royal Enfield Interceptor y Continental GT: El placer de lo auténtico
Tanto la Royal Enfield Interceptor como la Continental GT se ofertan en el mercado como las dos primeras bicilíndricas de la época contemporánea producidas por la firma. Son motos que transmiten mucho más allá del mero paseo sobre dos ruedas. En su interior atesoran toda la experiencia de una marca con larga tradición en los principales mercados de todo el planeta. Un marchamo que, hoy día, se encuentra en la situación ideal para transmitir al apasionado de la moto lo que sentían nuestros antepasados cuando descubrieron la utilidad y el placer de conducir en moto.
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Royal Enfield proviene del mercado británico, aquel en el que comenzaron a tomar forma los primeros modelos en amplias series, donde prácticamente nació el motociclismo tal y como hoy lo concebimos. Es por ello por lo que sus bicilíndricas de nueva generación encierran lo mejor del pasado, con la confianza y paso firme de un presente consolidado que proyecta un futuro lleno de vida.
Mientras la Royal Enfield Interceptor muestra sin pudor una estética neoretro en el que las redondas líneas clásicas se funden con elementos de plena actualidad, la Royal Enfield Continental GT nos trae el recuerdo de aquellos años donde las café racer hacían furor entre los motociclistas europeos de décadas pasadas. Un ambiente que hoy recuperamos en forma de una moto atrevida y fiel al pasado en cuanto a concepto, pero con unos componentes que la sitúan en primera línea en cuanto a rendimiento, fiabilidad y respuesta general en todos los apartados.
En la Royal Enfield InterceptorT encontramos lo más genuino en cuanto a la esencia naked de los años 50, 60 y 70, décadas en las que el mundo de la moto caminaba de la mano del mercado británico, donde los modelos más excitantes se mostraban al mundo como verdaderos objetos de deseo. Hoy, la Royal Enfield Interceptor nos trae al presente todo aquello avalado con un elenco de calidades lo suficientemente elevado como para garantizar el máximo placer conduciendo a sus mandos. Algo que no sería posible si Royal Enfield no considerase a la Interceptor como un modelo Premium dentro de la oferta de motos retro.
Pero si todavía se persigue ir un poco más allá en la esencia motociclista de aquellas gloriosas décadas del motociclismo europeo, la Royal Enfield Continental GT nos retrotrae en el tiempo cuando los entusiastas más atrevidos buscaban las máximas prestaciones de sus motos, adaptándolas a un uso deportivo con asiento monoplaza y colín redondeado, así como manillares bajos para cortar el viento de la manera más eficaz posible. Con todo ello, la Royal Enfield Continental GT nos muestra ese carisma de antaño aderezado con la técnica más actual mediante admisión por inyección electrónica, culata de cuatro válvulas por cilindro, frenos de calidad sobrada y suspensiones de tacto agradable, tanto en un pilotaje más deportivo a los mandos de la Royal Enfield Continental GT como en un paseo más relajado, o no tanto, situado en el asiento corrido de la Interceptor.
¿Interceptor o Continental GT? Cualquiera de las dos se encuentra perfectamente capaz de atrapar tu corazón tanto por estética como por comportamiento. Más o menos deportiva, más o menos confortable para uno o dos ocupantes, Royal Enfield pone además a tu disposición un amplísimo catálogo de accesorios y colores para elegir el que más te seduzca. Poco más se le puede exigir a dos motos tan cautivadoras en su comportamiento como atractivas en lo meramente estético. Tal vez una relación calidad precio adecuada o la posibilidad de ser disfrutadas con el carnet A2. Dicho y hecho.
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