He probado la Royal Enfield Himalayan 450 y me gusta, pero tiene detalles que no convencen
La prueba de la Royal Enfield Himalayan 450 ha arrojado como resultado la evidencia de una evolución interesante e idónea de la primera versión con motor de aire.
La Himalayan 2.0 deja claras las intenciones de la firma británica por ofrecer una moto trail adaptada al mercado europeo, que no olvida sus orígenes y, con ello, un aplaudido sello de dureza y fiabilidad.
Sin embargo, durante la prueba han aparecido tres aspectos con los que la Royal Enfield no se identifica del todo, aunque se encuentran presentes aportando cierto margen de mejora en esta moto trail para el carnet A2.
¿Cómo es la Royal Enfield Himalayan 450?
Pero como se suele decir, «lo cortés no quita lo valiente», y la Royal Enfield Himalayan 450 se muestra como una trail en general bien adaptada para pilotos con carnet limitado.
Nacida en 2016 con el objetivo de explorar el Himalaya, la Royal Enfield Himalayan 410 fue sinónimo de moto básica, pero fiable para rodar bajo duras condiciones ambientales sobre entornos hostiles.
La nueva versión eleva las calidades para llegar a un público más exigente que busca, además, un equipamiento más refinado y una estética más acorde con los tiempos que corren.
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De este modo, encontramos una Royal Enfield Himalayan 450 que pivota sobre tres pilares fundamentales: un nuevo motor con mejor respuesta, menos vibraciones y mayor confort en carretera.
Todo ello se traduce efectivamente en una moto trail que, a su merecida fama de modelo robusto, se le suma un extra en rendimiento que le sitúa entre las A2 más atractivas y carismáticas del mercado.
Tres detalles que no nos convencen en la Royal Enfield Himalayan 450
Como suele suceder, la perfección no existe. Y en nuestras pruebas de motos es cuando realmente caemos en la cuenta. ¿Está la Royal Enfield Himalayan 450 más cerca de ello o se aleja?
Veamos qué tres detalles hemos encontrado como mejorables y juzga por ti mismo.
Pesa casi 200 kg
En este particular habrá quien se sienta más distante de la moto, mientras otros prácticamente les será indiferente. La envergadura del piloto importa.
Lo cierto es que rozar la barrera de los 200 kg en una trail para el carnet A2 se antoja un peso ciertamente elevado para el común de los mortales.
¿Se trata de un inconveniente que compensa con otras virtudes? La verdad es que sí. Por ejemplo, se trata de una moto más y mejor equipada, lo que ha hecho incrementar los kilos en juego al tiempo que se obtiene una moto más agradable en carretera.
Las defensas del depósito
El hecho de disponer de un conjunto de defensas para salvaguardar la integridad de la moto, en caso de caída, siempre es bienvenido.
Pero aquí hay dos aspectos en los que afecta de manera negativa: por un lado, incrementan el peso de un conjunto ya de por sí cargado.
Y por otra parte, la protección se limita más bien al depósito, fundamental pero tal vez demasiado focalizado en ello y no en otras partes de la moto; en el apartado estético… tú decides. Siempre podrás desmontar lo que no te guste.
La pata de cabra y el caballete no están bien pensados
Una vez tenemos claro que nos movemos en una moto de peso más bien elevado, elementos como la pata de cabra o el caballete central deberían adaptarse a dicha circunstancia.
Pero la Royal Enfield Himalayan 450 no lo ha debido calibrar en su justa medida, obteniendo como resultado una moto que se inclina demasiado sobre la pata lateral.
No solo cuesta ponerla recta para retirarla, sino que el caballete central también se resiste, teniendo que buscar con las maletas puestas de dónde tirar para colocarla sobre él, obligando además a ejercer una fuerza que no cualquier usuario combina con cierta técnica necesaria.