Probamos la Suzuki C1800 R, la Intruder americana

Ya estás de vuelta de todo. Has montado motos de todos los segmentos, incluso de todas las categorías custom, y piensas que ha llegado el momento de plantarte y decir -de aquí no hay quien me baje-. La solución Intruder es la C1800 R. Sobre ella no te importa nada el tipo de carretera que te encuentres, la marcha en la que vayas, que haya motos más rápidas o más ligeras, que… Consideras que es tu moto y, punto. Pesa -sólo- 380 kg. Debes estar cachas o tener mucha experiencia para moverla en marcha por su 240 trasero, y en parado… ni te cuento, pero  hay pocos modelos con tanto -de todo-: estilo, tecnología y personalidad, que te hagan sentir tan especial como cuando ruedas sobre la C1800 R.

Sólo las llantas de aleación están un poco contracorriente de su sentido clásico, y por todos sus costados rezuma volumen. No hay más que ver cómo te mira la gente a tu alrededor para sentir que es algo más, mucho más. La frenada combinada es un plus adicional respecto al resto de Intruder, aunque siempre es mejor frenar antes de que lo pienses con tanta inercia. Y con un motor de músculo infinito, que no es lo mismo que potencia, parece que llevas una moto automática. Es indiferente qué marcha lleves engranada, por lo que se agradecería el indicador que sí incluye la C800.

Las maniobras hay que anticiparlas hasta el extremo. La vida con tanto peso no es fácil, pero no ayudan nada los 240 mm del neumático trasero. Con un perfil 55, hace que la manejabilidad sea aún más complicada que con el 240/40 de su hermana M1800 R, pero nunca puedes olvidar que aquí el cromo y el -look- es tan importante, sino más, que las virtudes dinámicas.

Podrás encontrar más datos de esta prueba y de toda la gama Suzuki Intruder en el nº 66 de la revista Fórmula Moto disponible en tu punto de venta habitual.

Ficha técnica Suzuki Intruder C1800 R