Kawasaki Versys 1000

Siberia II

Trujillo Guadalupe 257
Kawasaki Versys 1000
Fórmula Moto
Fórmula Moto
Con ella nos fuimos a Siberia, pero a la nuestra, no la rusa, la comarca pacense que se conoce por este nombre, aunque a primeros de febrero, la ola de frió que nos llegó de «Siberia I», puso a prueba nuestra vestimenta y aguante. ¡Qué frío! .El «tiro Versys» ha sido bien calculado y está dirigido muy especialmente a los exigentes usuarios europeos.


El «tiro Versys» ha sido bien calculado y está dirigido muy especialmente a los exigentes usuarios europeos.Inspirada en el planteamiento de su hermana pequeña, los ingenieros de Akashi han partido de la sport-turismo Z-1000, de la que han tomado motor y medio chasis, para ir adaptando el resto de elementos a las nuevas exigencias: mayor polivalencia, comodidad y manejabilidad.

Y, por qué no, una mínima utilización más allá del asfalto. Todo ello envuelto en una moderna carrocería con buena protección aerodinámica y sin olvidar un precio competitivo (12.999 -), como es norma de la casa.

Para verificar las bondades de esta nueva Kawasaki nos hemos ido hasta Trujillo, la monumental ciudad cacereña y en cuya Plaza Mayor comenzamos nuestra ruta.

Ubicado en una bella casa solariega de finales del s. XIX, el Hotel Victoria nos ofreció cálido acomodo y alojamiento tras un duro viaje, con la ola de frío siberiano campando a sus anchas por la península y derrumbando el mercurio muy por debajo de los cero grados.

José María, el recepcionista del hotel y un fanático de las motos, salió como una flecha tan pronto vio la Versys en la puerta con una pegatina de fMoto y la escudriñó con ojos expertos hasta sus últimos recovecos.

No salía de su asombro al ver la moto de sus sueños aparcada frente a su hotel.

El conjunto estético ofrece un resultado original, sin grandes alardes de diseño, pero práctico y armonioso.

La moto es grande y con una maciza silueta lateral, presidida por la monumental y sólida parrilla portabultos posterior, con el compacto propulsor tetracilíndrico bien integrado en el conjunto.

El color negro se utiliza masivamente y junto con unas acertadas tapas inferiores a modo de quilla, se consigue aligerar visualmente la numerosa «fontanería» existente bajo el motor.

La moto se ofrece en dos colores (sólo cambian el depósito y los laterales del carenado), «gris magnesio metalizado» y el atractivo «blanco perlado con polvo de estrellas» de la moto de nuestra prueba.

Y si decides equipar tu Versys con el baúl y las maletas originales, hay disponibles tapas decorativas de color a juego con el de la moto.

El casco urbano de Trujillo ofrece al viajero antiguos vestigios de la época romana y árabe, pero sobre todo la herencia de Francisco de Pizarro, el descubridor de Perú y su familia, que elevaron el patrimonio urbanístico de la villa con un sorprendente conjunto de palacios y casas solariegas de los s. XVI y XVII.

Muy destacable es el conjunto arquitectónico de la Plaza Mayor, presidida por la estatua ecuestre de Pizarro y rodeada por la Iglesia de San Martín, el Ayuntamiento y los palacios del Marqués de la Conquista, de Orellana-Toledo y de los Carvajal-Vargas.

La Kawasaki devora la autopista A-4 en un santiamén hasta Miajadas, con un confort y protección

aerodinámica dignos de una gran turismo.

La posición de pilotaje está muy lograda y el alto asiento permite una posición estirada de piernas, ideal para acometer con mínimo cansancio viajes de largo alcance. Aunque acepta pilotos de todas las tallas, los conductores «XXL» se sentirán especialmente cómodos sobre la Versys.

La pantalla del carenado se puede subir o bajar fácilmente en un rango de 30 mm con sólo aflojar (a mano) dos tuercas con pomo, al objeto de adaptarse al tamaño del conductor o para conseguir la protección al viento esperada.

¿Hacer el Dakar? Se podría

Villanueva de la Serena, ya en la provincia de Badajoz y puerta de la comarca que le da nombre, es nuestra siguiente parada.

Es el pueblo natal del gran José Manuel Calderón, base de la selección española de baloncesto y de los Toronto Raptors de la NBA y forma un gran núcleo urbano con la vecina población de Don Benito.

Tras nuestra visita a la monumental Trujillo, Villanueva sorprende como importante y moderno núcleo urbano y de actividad industrial, pero deja más frío al viajero, ávido de historia y vestigios del pasado.

Nos gustó el edificio del ayuntamiento, original del s. XVI y con un bello soportal.

Abandonamos la civilización hacia el sureste por la EX104, vía rápida que atraviesa paisajes despejados.

El termómetro exterior de la Versys marca -3ºC y ahora, más que nunca, se agradece la protección del carenado.

Además de la amplia cúpula regulable, el acertado diseño del depósito desvía con eficacia el viento de las piernas, que van a resguardo en las prominentes hendiduras laterales.

Los paramanos de protección y los calientapuños que se ofrecen como accesorio nos hubieran venido hoy al pelo.

Pero a falta de tecnología, tenemos que agudizar el ingenio y unos guantes de Goretex de una talla más, con unos «sotoguantes» térmicos comprados a buen precio en el mercadillo de Villanueva, nos ayudan a combatir el frío en las manos.

El control de tracción KTRC de la Versys sí que es un derroche tecnológico, primicia en una moto de este segmento y que permite elegir tres modos de actuación desde una tecla en el puño izquierdo del manillar.

Este control de tracción o antideslizamiento de la rueda motriz se ha extrapolado directamente de la poderosísima y recién llegada Ninja ZX14, y con su colección de sensores que interactúan con la mariposa del acelerador, permite a la rueda trasera una motricidad absoluta, impidiendo los derrapes inesperados y peligrosos.

En el modo 3, el KTRC es muy conservador y corta de raíz cualquier intento, mientras que en el modo 1 admite cierto deslizamiento motriz para que un piloto experto pueda «colocar» la moto en curva a base de gas.

Así podrás imitar a Casey Stoner, pero con salvavidas-

Para probar las virtudes del KTRC nos aventuramos por un camino cerca de Castuera y, aprovechando la buena posición que ofrece la Versys de pie sobre las estriberas, intentamos emular a Marc Coma.

¿Crees que una moto con ruedas de tacos, cuatro cilindros y 118 CV sería una barbaridad para competir en el Rally Dakar?

Ahora no sería posible, ya que el reglamento limita el propulsor a 450 cc, pero en 1986 disputó el rally africano, el auténtico, una Yamaha FZ750T propulsada por el motor tetracilíndrico de la entonces superdeportiva FZ750.

A sus mandos se sentó el ya entonces veterano Jean Claude Olivier, máximo ejecutivo «de corbata» de Sonauto (ahora Yamaha Motor France), loco por el Dakar y muy rápido (segundo en el Dakar del año anterior).

El motor evolucionó hasta 900 cc y más de 100 CV para la carrera del año siguiente, con una segunda unidad para Bacou.

Aquella inmensa moto de color azul y con la inolvidable publicidad de Gauloises en su carenado, era un cohete en las planicies del desierto del Teneré, donde ya rodaba a 200 km./h, pero resultaba enorme y pesada (más de 200 kg.), sobre todo cuando iba lleno su enorme depósito de ¡64 litros! De este modo era muy poco manejable y muy difícil (y peligrosa) de conducir en los recorridos más sinuosos y en dunas.

No tuvimos oportunidad de probar aquella

inolvidable Yamaha. Pero hoy, a los mandos de esta Versys 1000, más potente, pero con seguridad, inmensamente más fácil de conducir con su formidable respuesta motriz a bajas revoluciones, podemos imaginarnos cómo sería el Dakar a los mandos de aquel monstruo.

Explorar la aceleración de la Versys a la salida

de las curvas en segunda es una verdadera gozada; te sientes catapultado hacia el siguiente viraje.

Con prudencia durante los primeros metros sobre la tierra, pero más decididos a medida que la Kawa nos enseña sus educadas maneras, jugamos con el gas y las posiciones del control de tracción en las curvas.

Con un poco de experiencia, el modo 1 (el menos intrusivo) te permite derrapar bastante y conducir la moto en tierra «con la rueda trasera».

Sólo cuando te pasas con el gas, o el motor empieza a empujar fuerte en su zona buena de par (inmenso), el KTRC entra en acción para atemperar los nervios y permitir al ancho Pirelli Scorpion trasero recuperar la adherencia.

A pesar de este formidable paracaídas electrónico, no debes nunca perder el respeto a esta Kawasaki, que te lleva por caminos a más de 100 km./h. en un santiamén a poco que estires su segunda marcha.

Bandada de grullas en la Dehesa Extremeña

Motor «monomarcha»

De regreso al asfalto visitamos Castuera, con un sorprendente avión F5-A en la rotonda de entrada al pueblo.

Este birreactor de entrenamiento para combate perteneció a la escuela de reactores de Talavera la Real y a sus mandos se han doctorado casi todos nuestros actuales pilotos de caza, que tras el entrenamiento pasaron a los Mirage F1, los F18 y actualmente vuelan los Eurofighter.

En la Plaza de España, en la fachada del edificio del Ayuntamiento, una placa en honor a Pedro de Valdivia, el descubridor de Chile, recuerda que era oriundo de este pueblo.

En el barrio de El Cerillo encontramos la Audiencia Vieja y el pósito (s XVI), interesantes casas y palacios solariegos con los escudos de las familias, y visitamos un sorprendente Museo del Turrón.

También compramos un riquísimo queso de La Serena, elaborado con leche de oveja merina y típico de esta zona.

Pero el día de nuestra visita, la mayor actividad del pueblo se concentraba en el Paseo de Santa Ana, con numerosos jubilados tomando el sol al abrigo del viento, pero arropados con bufandas y gorras hasta las cejas.

A partir de aquí se acaban los llanos y La Serena nos enseña su geografía más abrupta. Benquerencia sorprende al viajero con su orgullosa alcazaba medieval (s. XII y XIII), desde donde se controlaba el paso de los rebaños de la mesta hacia la meseta castellana.

Un poco más adelante el castillo de Almorchón destaca en un cerro del paisaje y confirma el carácter estratégico de esta comarca, donde Cabeza del Buey marca el cambio de rumbo de nuestro viaje hacia el norte.

Un desvío anterior nos lleva al santuario de Nuestra Señora de Belén, de origen templario s. XIII y escenario de una muy devota romería anual.

La Versys devora con solvencia estas carreteras despejadas, de trazado rápido y que bordean grandes dehesas cubiertas de encinas y alcornoques.

El motor es prácticamente monomarcha, pues sale desde 1.000 rpm, para empujar con notable fuerza sólo mil vueltas más arriba.

El empuje del motor aumenta progresivamente hasta resultar realmente contundente en la zona media del gran cuentavueltas analógico.

La línea roja está marcada en las 10.000 rpm, que se alcanzan con solvencia, si bien no es necesario apurar tanto para conseguir magníficas prestaciones.

En esta primera entrega de su maxitrail (hay que considerarla así, porque la Kawasaki KLV 1000 de mediados de la pasada década era una Suzuki V-Strom 1000 con otro nombre y color, consecuencia de un «joint venture» temporal entre estas dos marcas japonesas), los técnicos de la Akashi han sabido interpretar muy bien las exigencias de los usuarios europeos y han «recortado» la potencia del motor de la Z1000 en la zona alta del cuentavueltas, para aumentarla a bajo y medio régimen, la zona más utilizada en carretera.

A pesar del «recorte» este propulsor ofrece toda la fuerza, suavidad y finura que esperas de un clásico motor de cuatro cilindros en línea.

En potencia «bruta», la Versys está claramente por encima de la superventas BMW GS1200, aunque el motor bóxer de la alemana también empuja con solvencia, sobre todo en la última evolución con doble árbol de levas en la culata.

Santuario de Belén, en La Serena
La Costa Dulce

Rumbo norte. la rapidísima y bien asfaltada EX-322 te lleva hacia los grandes pantanos, que aquí son realmente extensos, no en vano Extremadura es la región que aporta más kilómetros de «costa interior» y ofrece las mejores playas de agua dulce de España.

Tras cruzar varias veces el Embalse de la Serena, el mayor de España y uno de los grandes de Europa, llegamos a Puebla de Alcocer y atravesando sus empinadas calles subimos hasta el castillo.

Esta compacta fortaleza de planta poligonal está muy bien conservada y orgullosamente enclavada en un promontorio desde donde se divisa una formidable panorámica del pantano y de toda la comarca de la Siberia extremeña.

Desde luego no habíamos podido elegir un lugar apropiado para un día como hoy, pues el viento y el frío helador que sopla en este expuesto mirador del castillo dejan este lugar desierto y sin un alma.

Un poco más adelante cruzamos por encima de la vertiginosa pared de 65 m. de altura del Embalse de García de Sola, otra gigantesca obra de ingeniería hidráulica (con ¡281 km. de costa!), rodeada de un inhóspito y deshabitado paisaje de gran belleza con frondosos pinares, encinas, jaras y abruptos barrancos.

La caza mayor tiene aquí un magnífico hábitat y también aves como la cigüeña negra y el buitre leonado.

La carretera que bordea el pantano es un desafío formidable para la Versys, que ofrece aquí su cara más trail y una eficacia muy superior a cualquier tetracilíndrica sport-turismo convencional, como su hermana Z-1000 o incluso una ágil naked como la Honda CBR1000R.

En esta retorcida ruta la Kawa mantiene su buen rendimiento y facilidad de conducción. No es un peso pluma, exige una conducción técnica y fluida que aprovecha los «sótanos» del motor y su gran elasticidad, pero con una sola marcha (la segunda te lleva hasta 130 km./h de marcador), la Versys devora con solvencia y facilidad todas las curvas hasta Peloche.

El tacto del cambio de marchas es preciso y permite multiplicar con decisión con sólo acariciar el embrague.

El amplio manillar (que hemos retrasado 20 mm. para mejor control) y la posición adelantada de pilotaje, ofrecen un control y tacto excelente de la rueda delantera y agilidad de marcha desconocidas para una moto de su tamaño.

La Versys 1000 no podría seguir aquí a una bicilíndrica tan ágil, eficaz y fácil de conducir como la Suzuki V-Strom de 650 cc, o incluso una potente KTM 990 SMT, pero su rendimiento es muy superior del que cabe esperar de una tetracilíndrica de 1.000 cc y 239 kg de tara.

Peloche es una pedanía de Herrera del Duque que dispone de la playa fluvial más popular y extensa de la región. Sorprende la imagen de estas playas con suelo hormigonado y unas estéticas y prácticas sombrillas de estera.

Los merenderos y chiringuitos de la orilla están cerrados esperando mejor tiempo. Ni siquiera los pescadores se han atrevido hoy a acercarse a la orilla y el pantano, y los montes están vacíos. ¿Motoristas? Llevamos más de 250 km. desde Trujillo y no hemos visto ni uno.

Llegamos a Herrera con el termómetro marcando -1ºC, pero sudando dentro del casco y con una sonrisa de oreja a oreja. Herrera del Duque debe su nombre al señorío de los Duques de Osuna y de esta época quedan notables palacios solariegos con imponentes fachadas, como es el caso de la antigua Casa de la Encomienda de Alcántara, más conocida como «Casa del Congo».

Nos gustó también la original Plaza Mayor porticada y de forma rectangular, rodeada de casas blancas y bien encaladas.

Aprovechando la manejabilidad de la Versys no resistimos la tentación de subir a la fortaleza de la familia Sotomayor (s. XV), enclavada en lo más alto de la Sierra del Chamorro, a 745 m. de altitud y con unas extraordinarias vistas, abarcando las provincias de Cáceres, Badajoz, Córdoba y Ciudad Real.

«Saludos» para la Versys en Villanueva de la Serena

La Plaza Mayor de Trujillo, presidida por la estatua de su hijo más ilustre, Francisco de Pizarro, cuenta con numeroso monumentos, pero «si te pierdes» por sus calles te toparás con casas tan singulares como esta, la de los Chaves-Calderón y Carvajal.

La ruta

El principio y final de esta ruta no tienen desperdicio a nivel turístico-cultural: Trujillo y Guadalupe.

Si la primera goza de un magnífico conjunto monumental, empezando por la plaza, donde la estatua ecuestre de Francisco de Pizarro contempla el ir y venir de sus paisanos, Guadalupe, y no sólo el Monasterio, que es Patrimonio de la Humanidad, sino el pueblo entero, es un lugar para detenerse y saborearlo.

Pero Extremadura es mucho más (vez y media que Bélgica), y en ese más está un territorio como La Siberia y La Serena, de amplios horizontes, pero también de carreteras para divertirse y con poco o nulo tráfico.

Los paisajes del oriente extremeño albergan la mayor concentración de grandes pantanos españoles, «su» Costa Dulce.

Al pueblo de Guadalupe a cobijo de su impresionante monasterio, Patrimonio de la Humanidad.

Al detalle

Acabados

Correctos y cuidados. Al nivel habitual (alto) de una buena moto japonesa. El ensamblaje de todas las piezas está ejecutado con mimo y el tacto de los mandos y materiales es agradable.

Hay piezas de formidable factura como el escape o basculante, en aluminio, y otras más sencillas, como la estructura tubular posterior del bastidor en tubo de CrMo, en lugar de aluminio, como el resto del chasis.

La palanca de freno delantero es regulable en distancia al manillar, no así la del embrague, de aspecto más modesto.

Muy destacable la panoplia de sofisticados sistemas electrónicos de seguridad, como el control de tracción (KTRC), regulable en tres niveles (y desconectable) y los dos niveles de potencia, disponibles con sólo mover una tecla.

Frenos

Se emplean bombas Nissin y pinzas Tokico (Nissin, detrás) para un buen resultado en tacto y potencia.

No hubieran venido nada mal las pinzas y bombas radiales de su hermana Z1000. El ABS (no desconectable) es eficaz y viene de serie.

Seguridad

No se ha olvidado el inmovilizador electrónico, que sólo permite el arranque del motor con la llave de contacto original (con un chip o memoria codificado).

En el frontal, dos faros, uno para luz larga y otro para corta. El haz de luz es suficiente para circulación nocturna. Su regulación de alcance es laboriosa. El piloto trasero es de led-s.

Caballete

Sólo hay pata lateral, fácil de desplegar y segura para la estabilidad de la moto. El caballete central está previsto en la lista de accesorios originales.

Confort

La posición del conductor es magnífica, con un manillar amplio y cómodo y los reposapiés y asiento formando un triángulo perfecto para no llevar las piernas demasiado encogidas, ni rozar con los pies en el suelo en curvas. Ideal para largos viajes. En opción se ofrece un asiento de gel.

Guanteras o compartimentos

No hay. Debajo del asiento cabe la carpeta de la documentación y un antirrobo en U.Herramientas

El clásico y humilde juego japonés de herramientas va en esta ocasión oculto en una ingeniosa y pequeña caja cilíndrica de plástico.

Dos llaves planas, un destornillador reversible, una allen, alicates y la llave para aflojar los ejes completan el surtido.

Accesibilidad mecánica

Como casi siempre, debajo del asiento tendremos acceso a la batería, unidad electrónica de gestión del motor, fusibles y relés.

Para cambiar las bujías o desmontar el filtro de aire hay que retirar el depósito, con cuatro tornillos, pero cuidado con el cableado de la bomba y los manguitos de combustible.

El nivel de aceite se visualiza por un cómodo «ojo de buey», y el filtro de aceite resulta fácilmente accesible desde la parte frontal.

Equipaje

De serie se ofrece un robusto y amplio portaequipajes trasero, que también sirve como asidero para el pasajero.

Aquí resulta fácil sujetar una gran bolsa de viaje o, mejor, un baúl de equipaje. La marca ofrece como accesorio uno de 47 litros (dos cascos) y dos tipos distintos de maletas.

Instrumentación

El cuadro de instrumentos es de diseño compacto y muy completo de información, incluyendo termómetro de temperatura exterior e indicador de eficiencia de consumo de combustible.

Se puede manejar desde el puño, con lo que no hay que retirar la mano del manillar. Algunos dígitos resultan demasiado pequeños y poco legibles en marcha. Se echa en falta un indicador de marcha engranada.

La técnica

El motor es un cuatro en línea de 1.043 cc, 16 válvulas, DOHC, refrigeración líquida. Tanto la potencia máxima como el par motor se producen en regímenes menores que en la Z1000, de la que procede el propulsor.

El sistema KTRC de la Versys 1000 (desconectable y el mismo que equipa la superdeportiva ZX-14R) combina los elementos de los dos sistemas de control de tracción de Kawa, el S-KTRC y el KTRC.

Sus tres modos cubren una amplia gama de utilización, ofreciendo unas prestaciones mejoradas para una conducción deportiva, o bien gran seguridad a la hora de hacer frente a tramos resbaladizos.

Los dos componentes principales del chasis, de aluminio fundido de 5 piezas, tienen secciones transversales abiertas en forma de C. La suspensión trasera sitúa el amortiguador y el anclaje por encima del basculante.

EX-102, orgía para el motorista

Tras atravesar Castilblanco, una recta pista asfaltada entre fincas de caza mayor nos lleva hasta Alía. Aquí me llevé un buen susto, pues me sorprendió un rasante en el que di un largo vuelo a más de 100 km./h.

La nobleza de la Versys y la calidad de sus suspensiones, especialmente la muy sólida horquilla delantera Kayaba con sistema BPF, convirtieron el salto en una anécdota y la moto «sola» realizó un aterrizaje perfecto ¡cuidadín!

El tramo final de nuestra ruta por la EX-102 es una sucesión ininterrumpida de curvas, una auténtica orgía para el motorista.

Aquí volvemos a entrar en calor, disfrutando de la nobleza de esta sorprendente moto y su rígido chasis de aluminio que permite aprovechar a fondo los Pirelli Scorpion Trail, antes de rozar el asfalto con los avisadores de los reposapiés, tarea nada fácil en carretera abierta.

Estos neumáticos mixtos «de asfalto», estructura radial y doble compuesto de goma ofrecen un agarre y nobleza sorprendentes, incluso en un día tan frío como hoy, con asfalto gélido e impredecible.

Además permiten un mínimo uso en caminos y pistas y buena duración kilométrica.

Explorar la aceleración de la Versys a la salida de las curvas en segunda marcha es una verdadera gozada y te sientes catapultado de inmediato con plena seguridad hacia el siguiente viraje.

Pero si quieres un pilotaje menos estresante, pero igualmente eficaz, puedes elegir la tercera marcha y acelerar a partir de 2.500 vueltas con máximo control. ¿Estilo? Tú eliges.

Puedes descolgarte ligeramente hacia el interior de la curva si así te sientes más cómodo o, como más me gusta en carretera abierta, con un pilotaje sobrio, descansado y eficaz en el centro de la moto y la cabeza bien alta, mirando lejos y buscando siempre la trazada ideal para, a base de una leve presión sobre los reposapiés y palanca sobre el manillar, inscribir la moto en el viraje.

Con el tenue sol de la tarde cayendo sobre los picos de la Sierra de Guadalupe divisamos las torres del Monasterio de Santa María en esta pintoresca localidad que da nombre a la serranía.

Este sagrado lugar, patrimonio mundial de la Unesco, ofrece en su interior una elegante mezcla de estilos gótico, mudéjar, renacentista y barroco.

El solemne sonido del órgano durante la misa del domingo por la tarde llega con nitidez a la plaza, mientras aparcamos la Versys y buscamos un merecido descanso y refrigerio. Han sido más de 400 km. de emocionante ruta que se han pasado en un santiamén.

Con la emoción ¡nos hemos olvidado hasta de la comida! La Versys 1000 es una propuesta fresca y diferente para aquellos aficionados experimentados que buscan una «moto para todo», pero con dosis suficientes de picante y las prestaciones de todo un tradicional e inimitable motor japonés de cuatro cilindros.

Playa de Puerto de la Peña, sobre el Embalse de García de Sola. Junto a estas líneas, impresionante mole del Castillo

de Puebla de Alcocer, construido en el siglo XIII y remodelado a finales del siglo XV.

Desde su torre del Homenaje las vistas abarcan el valle de La Serena y una extensa zona de

La Siberia, incluyendo los embalses de Orellana y La Serena, que podemos apreciar al fondo desde el mirador.

Cómo va

En ciudad

Su posición elevada de pilotaje y amplio manillar permiten a esta Kawa magnífica visibilidad del entorno y buena agilidad y soltura en la urbe.

El embrague es suave y el motor extraordinariamente elástico. Si mides menos de 1,75 m. de altura llegarás al suelo sólo de puntillas.

En carretera

La Versys 1000 devora con facilidad y confort cualquier tipo de ruta, preferiblemente de media y alta velocidad y sobre buen asfalto.

Si aparecen baches, esta Kawa los sobrevuela con solvencia, pero sus duras suspensiones, óptimas para su magnífico rendimiento deportivo, prefieren las superficies más lisas.

Con equipaje

No hemos probado la moto con maletas, ni baúl posterior. Nuestra bolsa sobredepósito Givi se acopló de maravilla con el equipaje para una ruta

de dos días.

En autopista

La protección del carenado y su pantalla (regulable en altura) es magnífica y por potencia y desarrollo de cambio están a su alcance cruceros estratosféricos.

En montaña

Para ser una tetracilíndrica de «mil» y tamaño XXL se maneja con una facilidad sorprendente.

En rutas de montaña sus prestaciones y facilidad de manejo están muy por encima de una buena sport- turismo como su hermana la Z 1000, o cualquier otra tetracilíndrica japonesa.

No es tan sorprendentemente dócil como una Suzuki V- Strom 650 y exige más técnica y experiencia, pero el enorme manillar ofrece magnífica palanca para el máximo control y llevar la moto de curva en curva con gran agilidad.

La respuesta del motor y su poderío resultan demoledores y convierten a esta Kawa en una bala. Novatos abstenerse.

En campo

No es ni mucho menos su lugar favorito. Pero con paciencia y tranquilidad es posible aventurarse por cualquier pista o camino sencillo, especialmente con superficie seca.

Así lo hicimos durante nuestra ruta, para explorar algunas dehesas y disfrutar de buenas vistas desde lo alto de los cerros.

Si tienes oficio y experiencia, puedes atreverte con el c ontrol de tracción en posición 1 (la menos intrusiva) a dibujar largas y divertidas derrapadas en la tierra.

El amplio manillar y estrecho depósito (magnífico diseño) permiten la conducción de pié con cierta soltura.

Los estribos son 100 % de carretera y no hay ninguna protección de los bajos del motor, con lo que no resultará difícil golpear los codos de escape y silenciador primario si te animas un poco.

Hoja taller

Banco de potencia

La curva de par y potencia refleja un contenido muy homogéneo. La correspondiente al par sólo exhibe una leve inflexión entre 5.200 rpm y 6.000 rpm.

A partir de estas 6.000 rpm el 4 cilindros en línea de la Versys 1000 ofrece lo mejor de sí con una estirada limpia hasta las 8.930 rpm, donde corta encendido y así mismo consigue su cifra de potencia máxima.

Respecto a las gráficas equivalentes de su hermana naked Z1000, hasta 6.000 rpm sus registros de par y potencia son netamente superiores.

Potencia máx. a la rueda 114,44 CV a 8.900 rpm
Par máximo a la rueda 98,93 Nm a 7.000 rpm
Vel. del pistón a rég. máx. 16,66 m/seg
Relación peso/potencia 2,08 kg/CV
Potencia específica 114,44 CV/l.

Ficha técnica

Kawasaki Versys 1000
Motor 4T, 4 cil. en lín.; agua
Cilindrada 1.043 cc
Potencia máx. decl. 118 CV a 9.000 rpm
Par máx. decl. 102 Nm a 7.700 rpm
Cambio/Trans. 6 vel./Cadena
Chasis Doble viga aluminio
Suspensión del. Horq. invert., 43 mm
Suspensión tras. Basc. aluminio, 1 amort.
Freno delantero 2D. 300 mm
Freno trasero D. 250 mm
Neumático del. 120/70-17
Neumático tras. 180/55-17
Entre ejes 1.520 mm
Altura asiento 845 mm
Cap. depósito 21 l.
Peso declarado 239 kg
Precio 13.00 –
 
Mantenimiento
Rodaje 1.200 km
Revisiones 6.000 km
Ajuste de válvulas 42.000 km
Cambio aceite 6.000 km
Cambio filtro 18.000 km
Cambio filtro aire 12.000 km
Aceite motor recomendado SAE 10W/40
Presión neumáticos del./tras. (kg/cm2) 2, 5- 2,9
 
Prestaciones
Aceleraciones
0-100 m 5,2 seg
0-200 m 7,6 seg
0-100 m 109 km/h
0-200 m 147 km/h
Recuperaciones en 6ª desde 90 km/h
100 m 2,94 seg/ 121 km/h
400 m 8,7 seg/ 189 km/h