Prueba Zontes GK 350: Segunda generación

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Fotos: Prueba Zontes GK 350
Daniel Navarro
Daniel Navarro
No hace muchos años que Zontes sorprendió con sus 310: una gama completa de monocilíndricas de buen rendimiento con un precio muy contenido, a pesar de llevar un equipamiento de lujo. Ya llega su segunda generación y es aún mejor.

Esta segunda generación de Zontes llega, además, con un modelo nuevo, ya que esta GK no existió con el motor 310, aunque sí está en el catálogo de la marca como 125. Así, la nueva gama «A2», que mantiene (suponemos que no mucho tiempo) las 310, se ha aumentado con las 350. Estas llegan en versiones trail, con la T 350 y T 350 X de ruedas de radios, naked (R 350) y X 350 en formato sport turismo carenada, derivada de la R.

Se han dejado en el tintero, al menos por ahora, la variante 350 de la original custom V310, aunque lo cierto es que tampoco es la más exitosa de las lanzadas hasta ahora. Sin embargo, esta nueva GK de cierto estilo retro, que presume en el propio lateral de ser una «sports café», supone una ampliación de la gama hacia un segmento mucho más en boga y con muchas más posibilidades de suponer un aumento de ventas para Zontes.

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Un aumento que, por otra parte, tampoco resulta una necesidad absoluta: Zontes, desde luego, algo está haciendo bien, ya que en septiembre de este año la firma se ha colocado séptima en el mercado español, por delante de marcas como KTM, Kawasaki o Aprilia, y es novena en lo que va de año, con un crecimiento de más del 33% con respecto a sus ventas del año anterior. Ahora, con el nuevo motor, más la llegada de los scooters M310 y M125, que siguen esa filosofía de la marca de mucho equipamiento, buenas prestaciones y precios contenidos, es más que probable que las ventas de esta marca china vayan todavía más hacia arriba.

Y como ves, no he empleado el típico eufemismo de «marca asiática» para no decir China. De hecho, la realidad es fue de las primeras marcas que llegó a nuestro mercado sin pretender esconder su origen. Zontes fue creada por el grupo Tayo, fabricante de estas motos precisamente para el mercado europeo. Se trataba de ofrecer lo que Europa pedía: calidad, prestaciones y equipamiento a bajo precio. Y para ello han buscado, desde el primer momento, que les comparen con marcas como Huawei, Lenovo, Air China y otros ejemplos de grandes empresas chinas que han logrado ya alejarse de los estereotipos de «barato y malo».

Precios, ofertas, fichas técnicas e imágenes de TODAS LAS MOTOS Y SCOOTERS ZONTES

Zontes sigue siendo una marca original en muchos aspectos. Aparte de un diseño peculiar y, por lo visto, polémico (son de esas motos que a algunos apasionan y a otros horrorizan), siguen haciendo las cosas a su manera: no muchas fábricas presumen de hacer casi todo lo que ves en la moto por sí mismos. Lo normal es que recurras a proveedores especializados para gran parte de los componentes. Zontes no. Antes, Zontes fabricaba todo menos el módulo del ABS, el de la inyección y los neumáticos. Pero sí hacían, por ejemplo, piñas y espejos; incluso la batería era propia. Y siguen así; sólo han sacado de su producción los frenos, ahora encomendados a JJuan. La batería sigue siendo Zontes aunque, eso sí, en esta GK 350 es de gel, no de litio.

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CÓMO ES LA ZONTES GK 350

Zontes o Voge, por ejemplo, son dos de las marcas empeñadas en «reivindicar» el origen chino en el mundo de la moto. Y no será tarea fácil levantar esa losa que cae sobre estos fabricantes, después de muchos años de «liarla» y, sobre todo, cuando todavía llegan algunas cosas de allí que claman al cielo. Pero no te quepa duda de que estos dos fabricantes hacen lo posible -como cualquier otro- por ir mejorando sus productos.

En esta GK 350 se nota esta mejora, y eso que partían de un nivel de acabados muy bueno. Pero saben que debido a su origen tienen que ser especialmente cuidadosos con estas cosas. Levantas el asiento (de forma eléctrica, por supuesto) sin sacar la llave del bolsillo. Debajo ves la antena del sistema de conexión. El cable de esa antena viene de abajo y pasa sobre una placa de plástico que tapa la batería. Y va metido en un «carril» grabado sobre ese plástico, de forma que no vaya suelto por ahí y que no se enrede o estorbe para nada.

Todo lo que ves cuando levantas el asiento o miras «por dentro» se ve muy cuidado y bien montado. Otro detalle: en la estribera trasera derecha encuentras un aleteado que encaja con la forma del anclaje del reposapiés al chasis; es el regulador de corriente. Parece ser que hubo problemas en algunas unidades de las motos anteriores, porque es un elemento que se calienta y puede llegar a estropearse. En ese lugar mejora mucho su refrigeración, pero se ha hecho de forma que parezca un recurso estético.

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La nueva plataforma 350 es una evolución profunda de la anterior. El chasis, en tubo de acero en la parte principal, con el motor cerrando de forma estructural por abajo, es parecido al anterior, igual que el precioso basculante de aluminio con los refuerzos hacia afuera. Es de aluminio y sobre él ancla directamente el amortiguador trasero. Delante hay una horquilla invertida de 43 mm de diámetro, de buena calidad.

Lleva llantas de radios, de 17″, de las que llevan los radios anclados por fuera en el lado exterior de la llanta, para poder montar neumáticos sin cámara. Esos son unos CST y son otra prueba de esas empresas chinas que quieren hacer las cosas bien: no van nada mal en seco. Los frenos, como te decía anteriormente, se han encargado a JJuan, que suministra dos discos, uno de 320 mm delante, que actúa junto a una pinza radial, y un exagerado 265 mm trasero, todo ello vigilado por un ABS Bosch 9.1MB.

En el motor ha habido más cambios, empezando por un aumento de cilindrada: los antiguos 312 cc son ahora 348 cc. Sigue siendo un monocilíndrico con culata de 4 válvulas y dos árboles de levas, que ahora cuenta con refrigeración por agua y radiador de aceite. La inyección electrónica emplea un sistema Bosch que permite dos modos de funcionamiento, Sport y Eco.

Asimismo, se ha montado un alternador más ligero y potente que el anterior, una caja del filtro más grande que mejora la respiración del motor y se ha revisado el escape. Con estas modificaciones se alcanzan ahora 39,4 CV a 9.500 rpm, con un par de 32,8 Nm a 7.500 rpm. Y se emplea un cambio de seis velocidades y un embrague con sistema antirrebote.

El equipamiento es tan abundante como en las 310 anteriores: iluminación completa de LEDs, con un faro de diseño original y muy bonito; las piñas son retroiluminadas en rojo y llaman la atención por la noche; y lleva de serie una pantalla TFT en color con cuatro visualizaciones a elegir. También monta de serie protectores del motor y de las manetas, con regulación de las mismas y de los pedales. Por supuesto mantiene el sistema de llave de proximidad, aunque ahora más pequeña y eficaz): permite tanto poner el contacto como bloquear la moto y abrir la tapa del depósito de gasolina y el asiento de forma eléctrica desde la piña derecha.

Es nuevo el sistema de control de presión de neumáticos y la conexión Bluetooth del teléfono al cuadro a través de una app llamada Caribe Ride y que no es lo mejor de la moto, desde luego: hace una especie de «mirror» del teléfono al cuadro y puedes llevar así navegación en el cuadro, pero insisto, no es lo mejor.

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PRECIOS Y RIVALES DE LA ZONTES GK 350

La estrategia de Zontes con sus 350, igual que con casi todas sus motos, es sencilla: ofrecer más cosas por menos precio que sus rivales. Así, en las propias descripciones de la moto hechas por la marca se presume de ello y lo hacen con razón; desde ese punto de vista, no hay rival directo. Pero, si buscas sólo algunas de las características de la Zontes, los encuentras. Por ejemplo, son muy parecidas en su filosofía estética (que no en sus formas) las Benelli Leoncino: en el fondo se trata también de una interpretación moderna de cánones estéticos clásicos, con un resultado también muy acertada. Por supuesto ninguna de las Benelli lleva el nivel de equipamiento de la Zontes, pero es que además tampoco coinciden en cilindrada, potencia o precio: la Zontes GK 350 sale en 4.989 € y tiene 39 CV con sus 350 cc.

En Benelli tendrías que elegir entre la 250 cc, por sólo 3.790€, pero con 26 CV y una diferencia de prestaciones importante, o por la 500 de dos cilindros: con 47 CV anda más que la Zontes (tampoco mucho más), pero sale en 6.190€, 100€ más si quieres la versión trail, con llantas de radios y más similar, estéticamente, a la Zontes.

Dentro de ese segmento de las bicilíndricas podrías elegir también una de las Brixton Crossfire, desde 6.199€, con 47 CV hasta los 6.799€ de la Crossfire XC o las españolas Macbor Eight Mile: 5.999€ la versión Street, 6.999€ la más equipada -y parecida a nuestra protagonista- Scrambler. También Voge ofrece una 500 de dos cilindros y 47 CV de estilo retro: la 500AC, que sale en 6.289€.

Menos retro, pero más parecidas en potencia, son motos como la QJ Motor SRK 400: una bicilíndrica de 400 cc y 41 CV que sale en 5.699€. En este estilo, mencionar dos monocilíndricas distintas: las CF Moto NK 300 sale en 4.195€, tiene buen nivel de equipamiento, con iluminación LED y pantalla TFT, pero entrega sólo 28 CV (aunque da buenas prestaciones para esa potencia). Más potente y cara, pero también en ese estilo «Sport café» (las dos marcas emplean esos adjetivos) es la Honda CB 300R: 5.550€ y declara unos 30 CV. No es el mismo nivel de potencia ni de equipamiento, pero aquí hablamos de una moto de funcionamiento impecable, de una de las marcas más prestigiosas del mercado, sin nada que demostrar.

Seguramente el planteamiento más cercano al de la Zontes lo tienes en las Husqvarna Svartpilen y, en menor grado, en la Vitpilen. Ambas llevan un motor monocilíndrico, de poca más cilindrada que la Zontes (375 cc) y 5 CV más: 44CV. En equipamiento, una vez más, gana la Zontes, al igual que en precio: las Husqvarna salen en 6.099€ cualquiera de las dos.

CÓMO VA LA ZONTES GK 350

La segunda parte en la que te sorprenden las Zontes es en lo referente a prestaciones. Lo hicieron aquellas primeras 310 que llegaron, y no tanto -estábamos sobre aviso, todo hay que decirlo- las 125, que también pueden considerarse de entre las más rápidas de su segmento. Y también fue digno de admiración el scooter M310 porque seguía esa misma tendencia de las motos no sólo en equipamiento o precio sino que, además, demostraba ser uno de los 300 más rápidos del mercado. La 350, por supuesto, cumple con lo que ya empieza a ser una tradición.

La moto entra por los ojos tanto por la línea general como por los detalles. La nueva llave de proximidad es pequeña, lo suficiente para llevarla como llavero de las de casa o como pulsera. Tocas el botón de bloqueo y la moto enciende el contacto, soltando el inmovilizador de la dirección. Es un sistema simple y curioso: apagas el motor con el cortacorrientes y quitas el contacto con ese mismo botón; según quita el contacto, activa el bloqueo directamente.

Prueba Zontes GK 350

La moto no es alta, pero sí es algo ancha en la zona del asiento. Aun así, con mi 1,65 m llego bien y, además, la moto se siente muy ligera. Arranca con un sonido muy parecido al de las 310, algo más agudo de lo que esperas en un monocilíndrico de 4T y sin vibraciones. Desde el primer momento notas que es un motor rápido: está diseñado para subir de vueltas a la más mínima insinuación. Tiene dos mapas de potencia, como en la 310, aunque en aquella había poca diferencia. Ahora hay algo más, pero no lo suficiente como para justificar los dos modos; con el Sport, vale. La pantalla TFT tiene cuatro visualizaciones y seguro que alguna de ellas es de tu gusto.

En marcha, a baja velocidad, se nota ágil, pero no gira del todo bien: la horquilla invertida limita estas cosas, aunque no es una moto ancha… salvo por los retrovisores. Sí, son muy bonitos y eso de vayan en las puntas del manillar es un recurso estético que llama mucho la atención. Pero en ciudad echarás de menos llevarlos sobre el manillar, porque es fácil darte con los coches. En carretera demuestra su «raza Zontes»: las 310 eran rápidas y esta lo es aún más. Es cómoda de posición, salvo a alta velocidad, ya no hay ninguna protección aerodinámica: ni el faro ni el cuadro te quitan prácticamente nada. No hay vibraciones, salvo algo en los reposapiés a muchas vueltas.

El cambio es algo corto, con una cuarta que parece prácticamente igual que la tercera, en una transmisión también corta, capaz de rozar el corte de encendido en sexta bajando cuestas. Así, en la autovía, la moto puede rodar perfectamente de crucero a la velocidad legal y a la real a la que se mueve el tráfico. Y en las curvas también ha mejorado: no es excesivamente dura de suspensiones, pero se agarra bien. Y no sólo es cuestión de agarre si no que la moto transmite muy bien esa sensación de agarre a tus manos, permitiéndote frenadas tardías, buenas inclinaciones y, en resumen, una conducción muy deportiva. Una moto divertida en estas lides.

LO MEJOR

-Estética conseguida

-Prestaciones, equipamiento, precio

-Comportamiento sano y noble

MEJORARÍA CON

-Conectividad a revisar

-Cúpula y protección aerodinámica

ASÍ VEMOS LA ZONTES GK 350

En carretera: 4

En ciudad: 4

Pasajero: 3

Confort: 3

Equipamiento: 5

Autovía: 3

(Puntuación de 1 a 5)

La segunda generación de las Zontes de la cilindrada media mejora la anterior, como cabía esperar. No pueden estar más equipadas y no será fácil que bajen de precio, así que la principal evolución la encontramos en las prestaciones y el comportamiento. Además, la nueva carrocería es acertada, atractiva y llama la atención. Una moto rápida para su cilindrada, divertida de llevar en carretera, cómoda en la ciudad y suficiente en autovía, que permite un correcto uso a dúo.

FOTOS: Miguel Méndez

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