España: Más motos viejas y más accidentes

Los datos de accidentes mortales en motocicleta publicados por la DGT para el año 2015 muestran un aumento del 29%, pasando de 170 a 219 víctimas. Esta realidad merece un exhaustivo examen por parte de todos los estamentos y organismos relacionados en el sector, desde los fabricantes y usuarios hasta la administración. El objetivo siempre debe ser el aumento de la seguridad, aunque su consecución requiere, en muchas ocasiones, de sacrificios económicos de difícil compromiso a corto plazo: vehículos con más elementos de seguridad son inevitablemente más caros, mantener las infraestructuras requiere fuertes inversiones ahora eliminadas…

La imagen social de la motocicleta ha mejorado en paralelo a la extensión de su uso en términos de movilidad urbana. El efecto de la convalidación del carné de coche para conducir motos hasta 125 cc ha convertido a este segmento en el más popular del mercado y su empleo como herramienta urbana ha hecho que la moto haya salida de gueto de una minoría. En consecuencia, la mentalidad más proclive a la seguridad en detrimento de otros planteamientos como la deportividad incide de forma indudable en una superior conciencia en este sentido.

En cuanto a los constructores, los adelantos técnicos, sobre todo en el ámbito de la electrónica, ha conseguido modelos cada vez más seguros: ABS o controles de tracción ya son conceptos generalizados. El problema es que la inmensa mayoría del parque circulante, por edad, no presenta estas ventajas. Y se trata de un dilema cada vez más profundo.

Edad media demasiado elevada

En España, la edad media de las motocicletas implicadas en accidentes es de 12,5 años. Pero aún más allá, esta edad media ha aumentado en 1,7 años entre 2014 y 2015 a pesar del aumento de matriculaciones observado en nuestro país. En coches, este dato se restringe a un exiguo 0,3 gracias a los continuos planes de ayuda oficiales para la renovación del parque. En total, la edad media del parque móvil de motocicletas es de 14,7 años y el 69% tiene más de siete años, por tanto, sin contener los sustanciosos avances en términos de seguridad que han implantado generaciones de modelos más modernos.

No perdamos la perspectiva. Hay que fijarse en datos históricos y no solo en sucesos puntuales. En nuestro país, la reducción de la siniestralidad se ha consolidado desde hace una década. Mientras que el parque total no ha cesado de crecer desde 2007, el ratio de víctimas mortales por cada 10.000 vehículos ha mantenido una tendencia a la baja, excepto solo en 2015, con un repunte del 0,48% frente al 0,38% de 2014 y por debajo de toda la serie anterior a 2012. Además, hay que tener en cuenta que el incremento de movilidad en 2015 se ha cifrado en un 4% frente al año anterior. Más uso de la moto y más desplazamientos también inciden en este aumento. No obstante, el objetivo debe ser reducir estas cifras siempre sin buscar excusas y superando cualquier obstáculo.

Una solución viable

Una propuestas presentada por la patronal del sector de la motocicleta ANESDOR consiste en el fomento de la compra de una moto nueva reduciendo la fiscalidad a la que actualmente está sometida. España es el país que más carga fiscal repercute en la matriculación de mos entre 250 cc y 500 cc, con hasta un 40,7% de impuestos y tasas sobre el precio neto. No se trata pues de pedir un plan de ayuda tipo PIVE, sino una medida estructural que facilita el acceso a la compra de una moto nueva. Y para equilibrar la balanza, se debería mantener el principio de «quien más contamina, más paga», por ejemplo, redefiniendo la escala de impuestos en función de la potencia fiscal y no de la cilindrada. En defintiva, eliminar el Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transporte (IEDMT), trasladando su recaudación al Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVT) mediante la introducción de criterios medioambientales.

Es una vía de solución. Lo positivo es buscar fórmulas que desemboquen en una reducción de la edad media del parque, lo que siempre será sinónimo de vehículos más eficientes y seguros.