Royal Enfield Continental GT: Relaxing cup of english tea in Delhi
Casi cualquier moto que pruebes tiene una característica en común con las demás: te sube la adrenalina en cuanto abres gas. Casi todas, pero no esta Royal Enfield Continental GT. Con ella, el tiempo carece de importancia, las prisas se olvidan y entras en un estado de calma que tiene más que ver con una "relaxing cup" que con lo que sueles sentir sobre una moto.
Precisamente ahí está la gracia de la Royal Enfield Continental GT, en que «calma» los nervios e invita a disfrutar de la moto de otra manera. Una perspectiva de la moto que nunca se debió haber olvidado: mirar paisajes, disfrutar del aire en la cara y escuchar un motor que «canta» con tranquilidad y no te hace aumentar tus pulsaciones, sino que te las baja a su ritmo.
La Continental es la Royal Enfield más moderna, con unas líneas café racer clásicas, pero actuales. Se ha empleado un chasis de nuevo desarrollo diseñado por la prestigiosa firma británica Harris (ahora perteneciente al grupo Royal Enfield) y se ha acompañado de la versión actual del monocilíndrico «de toda la vida», un propulsor de dos válvulas y refrigerado por aire, pero actualizado convenientemente con inyección y encendido electrónicos.
La parte ciclo se completa con amortiguadores Paioli de depósito independiente y frenos de disco, como el bastidor, componentes de actualidad al igual que la pantalla digital en la que se muestra kilometraje y nivel de combustible. Las estrechas llantas de radios de 18″, el faro redondo, las aletas en color metálico o el gran motor mono, junto con las formas de sus fibras, retrotraen la mente a los años 60 y 70. Y el cóctel resultante es, cuando menos, atractivo e interesante.
La Royal Enfield se comporta como uno puede esperar de esta filosofía: arrancas y al ralentí puedes contar las pistonadas una a una. Abres gas y sale con suavidad, sin prisas. Los mandos son suaves, actuales, el cambio es preciso y los frenos suficientes para sus prestaciones. Además, el chasis y las suspensiones son tan buenos como cabía esperar de un producto Harris. El resultado es una moto muy agradable, relajante y que hace que aprecies más otras formas más pausadas de entender el motociclismo.
CÓMO ES
El detalle
Esta Royal Enfield es una moto muy especial, sobre todo por emplear un motor de «otras épocas», lo que le da ese punto de originalidad que es lo que gusta de la moto. Es un monocilíndrico de dos válvulas y carrera larga (más cota de carrera que diámetro) modernizado con inyección Keihin y encendido electrónico, lo que le da una mayor fiabilidad y facilidad de uso, sin perder su personalidad. Es el uso de la carrera larga la que le otorga el sonido y la forma de empujar con la que te obsequia. Puedes ir prácticamente contando las pistonadas con una sensación de par enorme. Suena como uno espera que lo haga una gran monocilíndrico inglés de hace 50 años y empuja como aquél€ pero sin fallos. En definitiva, logra llevarte de vuelta al pasado en cuanto a sensaciones.
En su catálogo seguimos encontrando las legendarias Bullet. A Europa llegan con cilindrada de 500 cc, inyección y encendido electrónicos (las leyes anticontaminación obligan) en varios modelos con diferencias estéticas que exhiben distintas personalidades, incluyendo motivos militares. Este motor ha servido de base para crear el de 535 cc de la nueva Royal Enfield Continental GT. Dos amortiguadores traseros Paioli, una horquilla de fabricación propia, efectiva y bien tarada, y dos frenos de disco Brembo completan este modelo que monta un depósito de gasolina y tapas laterales en chapa.
Incorpora pata de cabra lateral y caballete central. La primera es uno de los puntos que menos nos ha convencido de la moto, ya que desconecta el motor incluso en punto muerto. A los lados exhibe un par de asas que no mejoran la estética, pero en mi opinión sí aportan un detalle «rústico-clásico» llamativo. Además, son útiles para que se agarre el pasajero (tendrías que quitar la tapa de colín que ves en las fotos) y para subirla al caballete. También monta, como verás en las fotos, una pata de arranque. No temas, el arranque eléctrico funciona bien y la pata es mejor dejarla como adorno, porque no es difícil «atizarse» con la estribera en la pierna si intentas arrancar a patada. Y te lo digo por experiencia propia…
Cómo va
Aunque todavía no haya entrado en el comportamiento de la Continental, ya te habrías hecho una idea de cómo es. Aún así, permíteme que te dé una opinión, en una palabra, sobre cómo se define esta Royal Enfield una vez puesta en marcha: sorprendente. ¿Por qué? Porque de las muchas sensaciones que esperaba encontrarme antes de subirme no encontré ninguna, sino otras, y todas agradables.
La Royal Enfield Continental GT no se parece a nada que haya probado antes. Bueno, miento. Se parece a una Sanglas o a una BSA de los años 50 que tiene un amigo mío. Pero solo en el sonido o en la forma de empujar del motor, porque no vibra tanto, se tiene infinitamente más y se deja utilizar a diario.
En ciudad es una moto agradable. No es demasiado grande, pasa bien por todos lados y gira bien. Hay que tener cierto cuidado con los retrovisores de los coches, porque están a la altura de tu manillar. Pero tampoco es muy ancho.
Saliendo a carretera, uno de los efectos que ya a estas alturas habrías comprobado es el increíble «efecto sedante» de la Continental. Me explico. Todas las motos, o al menos el 90% de ellas, te suben la adrenalina. De una forma u otra, el motociclismo suele consistir en eso, en emocionarte. Pero la Royal Enfield lo que hace es quitarte las prisas. Es todo tan pausado, tan tranquilo, que al final te contagia. Es una «relaxing cup of cafe racer», que diría una famosa alcaldesa.
De vuelta a casa, aprovechamos para rodar por autovía. No hay absolutamente ninguna protección aerodinámica€ ni falta que hace. La moto va a unos 120-130 km/h en una verdadera «zona de confort» entorno a las 4.000 rpm. Si aprietas más, corre más, pero no mucho. Y, sobre todo, pierde gracia. Como tras un paseo así te habrás quitado los nervios y las prisas para un buen rato, suelta el gas, deja el motor rodar a 3.500 rpm, unos 110 km/h, y disfruta del paisaje y del sonido del escape. Las prisas, mañana.
Lo mejor | Mejoraría con… |
-Imagen café racer sin resultar incómoda | -La pata de cabra no tendría que parar el motor |
-Parte ciclo, sobrada para su motor. | -El inyector debería camuflarse con la apariencia de un carburador |
-Tapón de gasolina con bisagra. |
FICHA TÉCNICA
Cilindrada
535 cc
Potencia máxima declarada
29,1 CV a 5.100 rpm
Par máximo declarado
44 Nm a 4.000 rpm
Cambio/Transmisión
5 velocidades/Cadena
Chasis
Doble cuna en acero
Suspensión delantera
Horquilla hidráulica, 41 mm.
Suspensión trasera
2 amortiguadores regulables Paioli
Freno delantero
1 Disco 300 mm
Freno trasero
Disco 240 mm
Neumático delantero
110/9-18
Neumático trasero
130/70-18
Entre ejes
1.360 mm
Altura asiento
800 mm
Capacidad depósito
13,5 l.
Peso declarado
184 kg (en seco)
PRECIO
5.199 €