Probamos en exclusiva la especialísima MV Agusta Superveloce 1000 Serie Oro (Parte 2)
Disponible solo en una versión escarlata metálica y plateada de los colores tradicionales de carrera de MV Agusta, ¿es la Superveloce 1000 Serie Oro tan divertida de conducir como hermosa de ver?
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Los reposapiés completamente ajustables me permitieron ponerme cómodo en la moto para un recorrido completo de 150 km siguiendo a mi viejo amigo, el probador de fábrica de MV Agusta Andrea Rossignoli, alrededor de las colinas y lagos del norte de Italia, incluidos sus lugares secretos para pruebas de alta velocidad.
Primero, sin embargo, antes de ponerme de puntillas con mi altura de 1’78 m para subirme al asiento de 845 mm de altura de la MV, es imposible hacerlo sin pasar unos segundos reflexionando sobre lo que estás a punto de montar. Quiero decir, esta moto cumple completamente con el mantra de MV Agusta de “Arte en Motocicleta”, y así como no te meterías en un Ferrari Enzo T140 o un Bugatti Veyron como si fuera tu propio Fiat 500 sin tomarte un momento para saborear la experiencia, lo mismo ocurre con la Superveloce 1000.
Una moto excepcional
Solo caminar hacia el patio de la fábrica de MV Agusta para verla brillando bajo el sol es toda una experiencia. He montado ultrabikes excepcionales en los últimos 40 años, así que no me impresiono fácilmente, pero esta en concreto tiene mucha presencia.
También ofrece una gran banda sonora como versión 2024 del órgano Tamburini cuando presionas el botón de arranque, incluso si no es tan musical como en la MV Agusta Enduro Veloce triple, posiblemente la moto Euro 5+ con mejor sonido jamás construida.
Una vez a bordo del asiento sorprendentemente acogedor y bien acolchado para un modelo tan deportivo, la posición de conducción de la Superveloce no es lo que esperaba, lo cual supongo que proviene de su ascendencia Brutale. Es una postura bastante equilibrada, sin peso indebido en las muñecas y hombros, y aunque la pantalla inclinada hacia atrás es demasiado baja para poder esconderse realmente detrás de ella, pude hacer un intento decente de hacerlo en algunos de los tramos más rápidos de la Racer Road de Andrea, y sientes que estás más dentro de la moto que encaramado sobre ella, como en la F4.
Los manillares se han elevado 35 mm en comparación con esa moto, y la ubicación de los reposapiés es 70 mm más baja, aunque aún bastante atrás, por lo que tienes una postura mucho más espaciosa que es, en última instancia, menos cansada.
La Superveloce 1000 es increíblemente cómoda para ser una moto tan rápida. Aun así, la energía nerviosa te consume durante la primera media hora a bordo de esta motocicleta, tratando desesperadamente de no arriesgarte a dañar algo tan valioso y hermoso en el tráfico de la hora punta de la mañana en Varese mientras seguía a Andrea en un recorrido fuera de la ciudad en dirección a los Alpes.
Sensaciones a raudales con la MV Agusta Superveloce 1000 Serie Oro
Aunque la palanca de embrague se sentía bastante rígida al usarla repetidamente en situaciones de parar y arrancar, una vez que subí las revoluciones y comencé a ir más rápido, pronto disfruté del “powershifter” bidireccional absolutamente impecable. Al igual que en la MV Agusta Enduro Veloce, está perfectamente configurado para entregar un cambio de marcha sin interrupciones. Es ligero en acción, pero también positivo, lo mejor de ambos mundos, como corresponde a la compañía que tiene más experiencia en instalar esto en sus motos de carretera que cualquier otra.
El último cambio de marchas sin embrague de MV Agusta ya prometía cuando monté la Brutale RR hace cuatro años, y la Rush después de eso, pero ahora es perfecto. No es demasiado sensible, por lo que debes hacer más que solo rozar la palanca con la bota y necesitas hacer un movimiento decisivo, pero la duración del corte es infinitesimal, y el cambio de marcha es perfecto en ambas direcciones.
Las relaciones están bien elegidas, con la tercera marcha ideal para mantener durante kilómetros y kilómetros en carreteras de montaña sinuosas, ya que dejas que el motor se eleve desde tan solo 3,500 rpm donde comienza a entregarse la potencia significativa, hasta acercarse al limitador de revoluciones de 14,000 rpm, lo que en la relación final de transmisión 41/15T significa bien por encima de los 160 km/h, ¡en tercera marcha!
Admitiré que hice eso solo por curiosidad, pero en el mundo real encontré que este paquete de motor ultra potente es sorprendentemente fácil de manejar a una velocidad relativamente baja. Circulando a unos 100km/h, permite cambiar a bajas revoluciones, alrededor de 6,000 rpm sin ningún problema.
La alimentación a bajas revoluciones es realmente excelente, y ayudada por la transmisión sin embrague de cambios fáciles, ofrece un rendimiento bastante decente en cualquier lugar por debajo de las 7,000 rpm, que es la puerta de entrada a la parte ‘Veloce’ del nombre de la moto.
Cada vez más frenética
No hay exactamente un escalón en la curva de potencia, pero a partir de ese punto el motor de cuatro cilindros comienza a subir de revoluciones de una manera cada vez más frenética, y debes tensarte para sujetarte bien mientras la MV Agusta se lanza hacia adelante como un misil guiado si abres el acelerador a fondo.
El software anti-caballitos hace su trabajo, especialmente en el modo Race, donde la respuesta del acelerador es rapidísima, y con el nivel 3 de control de tracción (el nivel 1 siendo la menor intervención) seleccionado, el neumático trasero Supercorsa se agarraba bien al asfalto lleno de granito de esas carreteras alpinas.
Flexible y tolerante en bajas revoluciones, tan solo necesitas mostrar a la MV Agusta Superveloce 1000 Serie Oro un tramo de carretera abierta, y se dispara, mientras que la aceleración en quinta marcha desde 120km/h es realmente prodigiosa. Lo siento, no pude encontrar espacio para usar la sexta marcha adecuadamente.
Sientes un escalón en la entrega de potencia a 9,500 rpm, cuando parece que la aceleración se intensifica aún más. Esto es increíblemente emocionante de experimentar, y todo logrado con una vibración mínima a cualquier revolución, gracias al efectivo eje de equilibrado accionado por engranajes.
Así que atravesar las marchas y cambiar a 11,500 rpm proporciona una aceleración sobresaliente, pero la Superveloce también toma las curvas bien. Es muy estable en las rápidas, aunque me fui dando cuenta cada vez más a medida que avanzaba el día de cómo el ancho neumático trasero de sección 200 hacía más pesado el manejo.
Tiene una dirección razonablemente ágil, pero tienes que esforzarte para moverla de lado a lado a través de curvas sucesivas de segunda o tercera marcha en la montaña, y en un día tan caluroso admito que se volvió agotador.
No obstante, es bastante tolerante. Puedes cometer un error de juicio con tu velocidad de giro a mitad de una curva, tocar la maneta del freno delantero para reducir un poco el ritmo, y la MV Agusta simplemente se ralentiza sin levantarse. Sin embargo, si juzgas bien, navega por las curvas en una marcha más alta de lo que podrías haber esperado, el Pirelli delantero pegado al asfalto, y la suspensión Öhlins trabajando en perfecta armonía.
La configuración del motor es ideal tanto en los modos Sport como Race, y aunque la respuesta del acelerador es notablemente más agresiva en el último. Esta respuesta es fuerte en lugar de brusca, y sientes una sensación de control que es muy bienvenida con un paquete tan potente.
Toda una tentación
Como siempre, las pinzas Brembo Stylema tienen una excelente sensación, y el ABS Continental hizo su trabajo minimizando el levantamiento de la rueda trasera incluso con mi peso corporal lanzado hacia adelante sobre la rueda delantera bajo ese increíble poder de frenado, con el freno motor proporcionando aún algo de asistencia bienvenida a través del embrague antirrebote mientras bajaba de marchas sin problemas y sin usar el embrague.
La MV Agusta Superveloce 1000 Serie Oro, es tan tentadora de manejar como de mirar. Su creación ha restaurado a MV Agusta a su pedestal anterior como el fabricante de las motocicletas de alto rendimiento más atractivas y seductoras que el dinero puede comprar, pero a un precio que garantiza su exclusividad.
Sin embargo, al igual que con su hermana pequeña de 800 y todos los demás modelos Serie Oro de MV Agusta, estamos seguros de ver una versión Normale menos costosa en 2025, y yo, por mi parte, no puedo esperar para pilotarla.
El lema publicitario de MV Agusta es ‘Motorcycle Art’, y al igual que su versión junior de 800, la Superveloce 1000 personifica ese lema. Si bien cumple completamente con su apariencia y nombre, también es divertida de manejar, y gratificante hacerlo.
Esta es una moto muy inteligente, tanto estilísticamente como dinámicamente, y es muy poco probable que alguien que compre una se sienta decepcionado por la experiencia de poseerla y disfrutarla. Te lo garantizo.