Estrenamos los nuevos KYMCO K-XCT 125i/300i ABS
El sistema ABS está ya ampliamente extendido en el mundo de los coches desde hace tiempo, una solución que precedió el aluvión de adelantos técnicos de los últimos años y que mejoran la seguridad dinámica de nuestros vehículos. Ha tardado algunos años más en llegar a las motos y otros tantos a los scooter. Hoy día, por fin, es posible conseguir scooter de muchas cilindradas con este sistema, incluso desde los 125 cc que puedes llevar con el carné de coche.
El principal problema para cualquier marca es que no se trata de un componente precisamente barato. Rondan entorno a los 400 €, por lo que, cuando hablamos de vehículos de alrededor de los 3.000 €, significa un incremento de precio sustancial. Sin embargo, no cabe duda que los beneficios de este sistema merecen el esfuerzo económico: no solo te pueden ayudar a salvar una caída, sino que mejoran tu placer de conducción al poder despreocuparte del riesgo de deslizar de forma no controlada en una frenada. De ahí que los principales modelos de la gama KYMCO cuenten con alternativas con frenada ABS.
La última serie del fabricante taiwanés en recibir el complemento de versiones equipadas con ABS ha sido la familia K-XCT. El modelo más deportivo de la marca en cilindradas de 125 y 300 cc incorpora el desarrollo más reciente del gigante alemán Bosch, el módulo 9 M, su último desarrollo en modelos específicos para motocicletas. Los nuevos KYMCO K-XCT 125i ABS y KXC-T 300i ABS no modifican en ningún aspecto técnicos ni estético las versiones estándar KYMCO K-XCT, distinguiéndose por el distintivo «ABS» en las botellas de la horquilla y un exclusivo color rojo para estas versiones que se añade a las coloraciones presentes en el resto de la gama K-XCT.
La versión KYMCO K-XCT 125i ABS se comercializará a partir de noviembre a un precio de 3.990 euros por 4.440 euros la variante KYMCO K-XCT 300i ABS, ambas con seguro más póliza de robo gratis durante un año.
Cómo van los KYMCO K-XCT 125i/300i ABS
Las cualidades dinámicas del nuevo KYMCO K-XCT ABS siguen identificando un modelo de marcado corte deportivo. Esta característica esencial en el modelo estándar también se refleja en las variantes con este equipamiento de seguridad. Desde el primer instante resulta obvio que su puesta a punto ha sido dirigida a una conducción sport. Cada maneta actuando de forma independiente sobre cada rueda y con cualquiera de las dos versiones KYMCO K-XCT ABS puedes frenar con mucha potencia sin miedo a que el ABS interfiera en tu conducción en un momento inoportuno. Su entrada en acción es idónea, realmente tarde, cuando de verdad necesitas por urgencia la ayuda de este sistema electrónico. Las pulsaciones que sientes en las manos son mínimas, sirviendo tan solo de anuncio de su puesta en marcha, y los tiempos intermedios entre cada instante de «frenar-soltar» que ejecuta el sistema redundan en una frenada de emergencia sin reacciones inesperadas.
Esta característica hace que el nuevo sistema Bosch 9M de los KYMCO K-XCT también se erija como perfecto para la faceta deportiva que cubre este modelo frente al funcionamiento de la versión Bosch 8M presente en los KYMCO SuperDink. Este posicionamiento también conlleva sus puntos en contra respecto al superventas GT, como la menor protección debido a una pantalla de reducida altura, un espacio disponible de menor tamaño y un asiento que permite una conducción más dinámica pero que impide el añadido de un segundo casco integral en su interior. La elección de un KYMCO K-XCT frente a una alternativa SuperDink radica única y exclusivamente en su carácter más deportivo, por lo que debes tener claro desde el primer momento de cuál es tu deseo o necesidad. A ello se añaden unas geometrías propias que apoyan ese comportamiento más radical que un GT al uso, mientras que en términos de motor, tanto K-XCT como SuperDink comparten propulsor excepto en programación de su electrónica. No obstante, el K-XCT se adecúa a las últimas normativas antipolución a costa de una mínima reducción de 0,5 CV en sus cifras de potencia máxima que supera con creces gracias a su comportamiento dinámico más radical.
EL DETALLE
Un sistema ABS actual recorta la distancia de frenada un 25% a 100 km/h, ya que te permite frenar con toda la potencia disponible sin sustos. Y si todavía tienes dudas, los americanos del Insurance Institute of Highway Safety aseguran que si todas las motos llevasen ABS habría un 28% menos de accidentes mortales. Y los suecos, a través de sus organismos de control del tráfico (Vägverket) van más lejos: habría un 48% menos de accidentes graves, lo cual está en línea con las conclusiones de los informes de la propia Bosch, que dicen que un 47% de los accidentes en moto se deben a una frenada incorrecta.
¿Qué es el ABS en un scooter o moto?
El ABS es un sistema que evita que, ante una frenada brusca o sobre suelo resbaladizo, las ruedas patinen y pierdas el control del vehículo. Así, sobre el papel, parece fácil, pero hallar la forma «técnica» de hacerlo tiene, como entenderás, bastante más complicación de lo que parece. Para empezar tienes que hacer que el vehículo «sepa» que hay una o varias de las ruedas deslizando. Después tiene que ser capaz de decidir qué rueda debe dejar de deslizar pero, a su vez, no puede hacer que el vehículo no frene. Y todo esto tiene que conseguirlo a la velocidad necesaria en una situación de emergencia.
¿Cómo funcionan?
Ponte en situación: vas con tu scooter por la calle, de repente hay un obstáculo en mitad de tu camino, frenas fuerte y… ¡maldición!, hay agua en el suelo que no habías visto y las ruedas resbalan. Mientras sea la trasera, con un poco de experiencia que tengas, sangre fría y un poco de suerte, podrás esquivar el obstáculo sin caerte. Pero si la que resbala es la delantera, mal asunto. Salvo mucha pericia o suerte, estás en el suelo. Si lo has visto, o has sido capaz de reaccionar, habrás soltado las manetas y si te sabes la teoría, habrás empezado a frenar y soltar intermitentemente para controlar la situación. Eso exactamente es lo que hace un sistema ABS.
El sistema va «contando» las vueltas de las ruedas. La información procede de una rueda dentada (generalmente en el centro del disco) a la que «mira» un captador óptico que va viendo cuántas «rayas» pasan por delante de él. El procesador compara la velocidad a la que gira la rueda delantera y la trasera y así es capaz de «saber» si una de las dos está deslizando. En ese momento actúa y manda una orden al sistema de frenos para que deje de mandar presión de frenada a esa rueda. La rueda deja de frenar, y por tanto, de derrapar, se vuelve a agarrar al suelo y el sistema vuelve a permitir que le llegue presión hasta que vuelve a perder agarre, con lo que el ciclo se repite. Este proceso tiene lugar varios cientos de veces por segundo hasta que deja de derrapar o has parado del todo.
En los sistemas empleados por KYMCO este proceso se repite hasta 100 por minuto en el 8M del SuperDink o, todavía más espectacular, 20 veces por segundo con el Bosch 9M de los Xciting y K-XCT. Lo único que tú notas de todo este proceso es una vibración rápida y suave en la maneta: son las electroválvulas al abrir y cerrar el paso del líquido de frenos. Hoy en día ese «efecto secundario» es mínimo y apenas perceptible en el sistema 9M, aunque sigue valiendo como información al piloto: si lo notas, sabes que ha actuado el ABS.
ABS en KYMCO
Cincuenta años construyendo scooter han convertido a KYMCO en uno de los fabricantes más importantes del mundo. Como no podía ser de otra forma, la firma taiwanesa lleva ya unos cuantos años de experiencia con estos sistemas de frenos trabajando en conjunción con Bosch, el principal proveedor de ABS desde su aparición. Ahora, tres gamas de scooter ofrecen frenos ABS: Superdink, K-XCT y Xciting. Emplean los últimos sistemas de Bosch, los 8M en Superdink 125 y 300, y 9M en los K-XCT 125 y 300 y Xciting 400 respectivamente El primero, con sólo 1,5 kg de peso y montado en la pipa de la dirección para una menor longitud de latiguillos desde las manetas, es capaz de auto-diagnosticarse en caso de fallo y calcula la velocidad de las ruedas una vez por cada centésima de segundo, repitiendo el ciclo frenar-soltar hasta cien veces en un minuto. El segundo, el 9M, es un ABS diseñado específicamente para moto, no adaptado desde los sistemas de coche y, con sólo 700 gramos de peso ocupa un volumen de 0,4 litros, lo que permite montarlo también tras el escudo delantero.
SuperDink 125i y 300i ABS (3.499/4.440 €)
El SuperDink es el scooter GT de la marca. Disponible en versión de 125 cc para los poseedores de carné B, incorpora motor de cuatro válvulas y refrigeración líquida que alcanza el tope de potencia legalmente establecido de 15 CV. La versión con ABS equipa el modelo 8M de Bosch con dos canales independientes para ambos frenos. El 300, con motor de 30 CV emplea la misma carrocería, amplia y cómoda, con hueco para dos cascos integrales y sobra más espacio.
K-XCT 125i y 300i ABS
Han sido los últimos modelos KYMCO en recibir ABS este mismo año 2014. Suponen los GT sport de la marca y comparten mecánica con los SuperDink, pero su chasis y parte ciclo ha sido adaptada para transmitir las mejores sensaciones en conducción deportiva. Más compactos y agresivos que los SuperDink, los K-XCT emplean el ABS de última generación Bosch 9M, más ligero y rápido de actuación y, por tanto, mejor opción para los que buscan una conducción más deportiva.
Xciting 400i ABS: (5.910 €)
En el Xciting 400 se combinan la elegancia y comodidad de los grandes GT de la cilindrada con las sensaciones deportivas que su motor de 36 CV y su chasis de estructura doble, con horquilla delantera de dos tijas (como las de las motos deportivas) ofrece. Para los frenos usa dos discos ondulados delanteros de 280 mm con pinzas de anclaje radial y un disco trasero de 240 mm, todo ello a través de un ABS Bosch 9M.
