Bultaco Tralla 101, el origen de todo

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Bultaco Tralla 101, el origen de todo
Daniel Navarro
Daniel Navarro
Bultaco, con su logo, su iconografía, su historia de casi estrella fugaz, se ha convertido en una de las marcas más míticas de la historia de las motos "Made in Spain". Mundiales de velocidad, de trial, carreras de motocross internacionales y otros éxitos comenzaron con el desarrollo de la Tralla 101.

Finales de los 50. La marca Montesa es la que muestra más proyección en el panorama de la moto «Made in Spain», pese a que no vende tanto como Vespa y pugna con Lube por ser la más importante de las nacionales. Sanglas, Derbi, OSSA, Rieju e infinidad más están ahí, pero en otros segmentos o con otros volúmenes de ventas que no alcanzan los de la firma catalana de las exitosas Brío. Si les preguntáramos en aquél momento a sus dos socios fundadores, seguramente cada uno de ellos te diría que su éxito se debe a distintos factores. Permanyer, un industrial de los pies a la cabeza, cree que es el momento de recortar gastos (entre otros, la competición), mientras que su socio, Paco Bultó piensa que «las ventas siguen a la bandera a cuadros», por lo que eso de dejar la competición resultaba impensable.

Si preguntas a otros de los que vivieron de cerca el drama de la separación, te encontrarás todo tipo de explicaciones: que si D. Paco empleaba el departamento de competición para reparar motos de los amigos, que si el Sr. Permanyer quiso quitarse de en medio al socio… de todo se dice. Lo cierto y de lo que no hay duda es que Bultó, finalmente, se fue de Montesa. Pero entre ellos siempre hubo una relación cordial y amistosa. El duelo Bultaco-Montesa empezó en mandos intermedios y pilotos y alcanzó a aficionados, pero nunca fue hacia arriba.

Cuando Paco Bultó se fue, con parte de los mandos de Montesa, había que hacer una moto nueva. Esta llevaría el nombre que D. Paco utilizaba como dirección de télex para recibir resultados de las carreras, contracción invertida de su apellido y nombre «Bult-Aco», es decir, Bultaco. Y concibieron una moto que resumía su forma de entender el sector. Estamos en 1958-59. Las motos son un medio de transporte utilitario y económico, pero según Bultaco, verdaderos apasionados de la competición, eso no implica que sus motos anduvieran más que las de la competencia, con un comportamiento sport por encima de lo normal. Se llamará además, con un nombre que hace referencia a esas prestaciones: Tralla.

Bultaco Tralla101 motor

Todo lo relacionado con la moto clásica

La Tralla 101: origen del mito… y de la polémica

La Tralla 101 es «todo un avión» de la época. Una 125 estandarizada coetánea podía estar entorno a los 8 CV de potencia. Pues bien, la Tralla daba 12,5 CV. Otras solían disponer de cambio de 3 velocidades, mientras que la Tralla tenía 4 marchas. Se solían conformar con rozar los 90-100 km/h, pero una Tralla 101 pasaba de los 115 km/h. Se empezó a trabajar en ella entorno a octubre de 1958 y en marzo de 1959 estaban presentando la moto en el hotel Ritz de Barcelona. Aquí comienza la polémica.

Los muy «montesistas» te dirán que es imposible desarrollar una moto desde cero en ese tiempo. Los muy «bultaquistas» responderán que es difícil, pero que contaban con los mejores ingenieros que habían desarrollado todas aquellas Montesa que tanto éxito tenían. Los primeros acusaban, y lo siguen haciendo, a los segundos de haberse llevado los planos del famoso motor Monobloc que Montesa tenía en desarrollo, siendo el motor anterior de Montesa el Brío que, por un lado, lleva cilindro y cárter y, por otro separado, el cambio.

Pues bien, los motores llamados Monobloc son los que ya integraban el cambio en el mismo cárter. Y sí, la Tralla 101 es Monobloc, mientras que Montesa retrasó esta solución hasta incluirla en el motor Impala, que llegó en el año 1963. Los «bultaquistas» te dirán que no hacía ninguna falta llevarse planos, porque los habían dibujado exactamente la misma gente que después hizo la Tralla y que, además, el motor Tralla no se parece en nada a esos planos que, por cierto, nadie ha visto desde entonces.

¿La verdad? Pues es difícil de saber, pero seguramente, y esto sí es opinión mía, estará a medio camino entre unos y otros. No creo que se llevasen planos, pero sí había ideas buenas para implementar en aquel motor de Montesa «nonato» que estarán en el motor de la Tralla casi con toda seguridad. A fin de cuentas, eran proyectos de los ingenieros que trabajaron en los dos motores. Y lo cierto, una vez más, es que ni Permanyer acusó nunca a Bultó de nada parecido ni su relación, ambos, perfectos caballeros, nunca se manchó por algo tan «oscuro» como un robo de ideas. Por algo será.

Bultaco Tralla101 trasera

Nuestras Tralla 101

Por supuesto, en el Museo de la Moto de Alcalá, exposición «Motos Made in Spain», tienes un par de ejemplos de aquellas primeras Tralla. Una, la 101 «de calle», es uno de los primeros modelos de las fabricadas justo en aquel 1959 o, como muy tarde, 1960. Las primeras producidas se diferencian por las tapas de cárter lisas. Como sabrás, las Bultaco siempre han llevado su nombre en ambas tapas de cárter menos las últimas Streaker y Sherpa, que mostraban el logo solo en una de ellas. Pues bien, durante 1959 y parte de 1960 eso no era así. Se notan los resaltes en la tapa donde después irá el nombre, pero este todavía no se encuentra grabado. A partir de algún momento de 1960 empiezan a incluirlo…

Nuestra Tralla 101 de calle, como te decía, es de esas primeras. Más adelante, cuando entras en el Departamento de Competición del museo, te encuentras con otra Tralla 101, pero esta es muy especial ya que se trata de una Tralla Sport, también llamadas TS, que es la versión más «RR» de la anterior, la moto con la que comenzó la competición en Bultaco.

Derivada de la Tralla, con un escape más elaborado, carburador grande y otras piezas clave, se convertía en algo parecido a una moto de carreras de la época. Esta unidad es además muy especial: la moto está acompañada por la carta original en la que se explica que es la moto que D. Paco Bultó otorgó oficialmente al gran Ramón Torrás, el piloto que hubiese sido, a buen seguro, el primer campeón del mundo español si no se hubiese interpuesto en su carrera aquél maldito árbol del circuito urbano de Comarruga, donde se dejó la vida, después de haber demostrado su potencial en múltiples pruebas internacionales.  ¿No has leído su historia? Deberías, si de verdad te gustan las carreras.

BULTACO TS125 Torras edited

Las derivadas de la Tralla 101

La Tralla 101 es la primera Bultaco y como tal, el origen de toda la marca, pero es uno de esos casos en los que se ve muy claro cómo de la raíz nace todo un árbol frondoso y fuerte. Por un lado, como ya hemos visto, con ella nace la competición en Bultaco. Pocos meses después la moto evoluciona y se convierte en una auténtica GP en varias cilindradas que puede comprar «casi» cualquiera. En realidad, se trata de una «carreras-cliente» de pura cepa con un nombre muy conocido: Bultaco TSS, pero lo que esconde ese nombre, no tanto. TSS son las iniciales de Tralla Super Sport. De estas Tralla Super Sport o TSS, de las que verás unas cuantas en el Museo de Alcalá, permíteme que me guarde la historia para otro capítulo, porque es suficientemente larga para ello.

Pero además, de la Tralla 101 derivan varias motos que son el origen de prácticamente todo en la marca. A los pocos meses de su lanzamiento está claro que la Tralla gusta a los más «quemados», pero puede no convencer a otro tipo de clientes que buscan algo más tranquilo. Nace así el modelo 2 de Bultaco (Bultaco siempre empleó números como códigos de fábrica de sus modelos y los números de chasis y motor empiezan por esa cifra, siendo la Tralla el modelo «1»). Se llama sólo Bultaco 155 y es la misma moto que la Tralla, con un depósito de gasolina algo más grande y un cilindro llevado a los 153 cc, menos comprimido para una potencia 1 CV inferior, 11,6 CV. 

Pero en Bultaco la obsesión por lo deportivo y las prestaciones no disminuye. La 101 acaba de llegar y ya han visto que el cilindro se puede llevar prácticamente hasta los 200 cc. Con una carrocería modernizada, el depósito cortado por abajo y en color gris nace la Metralla 62, una deportiva de 18 CV que da origen a otro de los nombres míticos de la marca. Con este nuevo diseño, pintada en rojo y con el motor de 125 se sustituye, en ese mismo año 1962, a la Tralla 101 para llamarse Tralla 102.

Por otro lado, en Bultaco están convencidos de la importancia que las motos de campo van a tener en el futuro y se convierte en la primera marca en ofrecer opciones para ello. Las Tralla adaptadas a su uso fuera de carretera se llamarán Sherpa y nacen en dos versiones: Sherpa S, más parecidas en su mecánica a una Tralla Sport y destinadas a la competición off-road (para las primeras pruebas de motocross que acababan de nacer en España) y las Sherpa N, una moto tranquila diseñada para el entorno rural… al menos al principio, porque es esa Sherpa N la que Paco Bultó cede a Sammy Miller para que explore las posibilidades de la moto en ese extraño deporte inglés que se llama Trial, que tanto apasiona a D. Paco y empieza a verse en España.

Sammy Miller sugiere una serie de modificaciones para hacer de aquella moto la mítica y revolucionaria Sherpa T, la moto que cambió el trial. Tanto Sherpa T como varias versiones de la S están disponibles para ser vistas y admiradas en el Museo de Alcalá, «Motos Made in Spain».

Bultaco Sherpa T Sammy Miller