Rieju, una marca histórica española que cumple 80 años de vida

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Rieju, una marca histórica española que cumple 80 años de vida
Daniel Navarro
Daniel Navarro
En 1942 Don Luis Riera y Don Jaime Juanola deciden formalizar la sociedad que habían creado unos años antes de la Guerra Civil. Se dedicaban a la fabricación de accesorios para bicicleta en una empresa que llevaba por nombre las primeras siglas de sus apellidos: RieJu.

El acuerdo fue firmado ante un notario, de apellido Dalí, que no era otro que el padre del famoso pintor y uno de los líderes del movimiento artístico surrealista tan en boga desde principios de siglo. En breve comienzan a fabricar bicicletas completas. Tan sólo tres años después presentan una bicicleta con motor de transmisión directa a la rueda posterior. Es la llamada Rieju nº1 y está considerada la primera moto de la marca, aunque más bien es un ciclomotor; o empleando el nombre de la época: un velomotor.

En 2022, 80 años después, es una de las pocas marcas históricas españolas que sigue viva, y prácticamente la única que permanece en manos de la familia fundadora. Por eso en Rieju tienen una conexión especial con su historia. Hoy, una de las motos que siguen produciendo es la competitiva y divertida MR300, una enduro competitiva y muy convincente, derivada de los últimos diseños de la Gas Gas EC anteriores a la integración de esta marca en el grupo KTM.

Esa conexión con el pasado, más la necesidad existente en el mercado actual de mantenerte en movimiento y hacer cosas nuevas cada poco tiempo, ha llevado a la aparición de la preciosa MR300 80 Aniversario: una MR300 en serie limitada y numerada cuya decoración quiere recordar a la más exitosa de las enduro de la marca en sus 80 años de historia, evocando las famosas Marathon 74 y MR80. Por cierto, esta conexión proviene todavía de antes, ya que la primera vez que Rieju empleó el nombre Marathon fue en algunas de aquellas bicicletas del año 42 comercializadas bajo ese nombre.

RIEJU MR 300 Limited Edition 80 Aniversario 9

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Breve historia de Rieju

A aquella Rieju nº1 le sigue, en un alarde de imaginación a la hora de bautizar productos (lo normal la época por otra parte, cuando Montesa llamaba a su primera moto A-45 o Sanglas simplemente «350» a la suya), la Rieju nº2. Lleva ya un pequeño motor de origen francés 4T con embrague y cambio de marchas, presentado en 1949. Cada temporada se sucedían mejoras y actualizaciones que llevaron los siguientes números en sus nombres. Una cuidada fabricación les había encumbrado hacia el éxito y este aconsejaba dar el siguiente paso: lanzar al mercado una moto «real».

Había incluso relación personal entre las familias que dirigían Rieju y las de la fábrica francesa de motores AMC. Así, no debió ser difícil llegar a un acuerdo con ellos para fabricar, bajo licencia, sus motores en Figueras. Para ello se empleará otra fábrica, llamada Fita. Empezarán fabricando un monocilíndrico de 175 cc 4T y, con ese motor, se creará una de las Rieju más conocidas y de mayor éxito: la Rieju 175. Era una moto elegante, de líneas redondeadas y atractivas en su momento, además de muy sólida. Se fabricarán más de 5.000 unidades de ella entre 1955 y 1961, momento en que el mismo chasis se empleará con los motores bicilíndricos Villiers 2T, naciendo así las menos vistas Rieju 250 y 325.

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La conexión francesa de Rieju se prolongó durante años posteriores. El motor AMC 125 2T se empleó en varios proyectos, no siempre con el éxito deseado. En 1958 la repercusión de Vespa y Lambretta lleva a muchos fabricantes, a este también, a plantear sus propios scooters. En el caso de Rieju es el Isard, un “rueda alta” con motor central. Fue un modelo cuya arquitectura prefiguraba el futuro con esas características, hoy día exitosas.

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Pero todavía en aquel momento era más bien “raro”. Y no sólo eso porque un scooter de la época, como la exitosa Vespa, se fabricaba con chapa estampada. Las máquinas de estampar chapa no eran baratas, es decir, se encontraban prácticamente inaccesibles para marcas como Rieju. De modo que el Isard se fabricaba de forma prácticamente artesanal. Eso es disparatadamente caro, por lo que tras dos años de intentar vender este caro scooter, desaparece en 1960. El mismo motor se montaba en la Sport 125, una deportiva con el faro carenado formando una sola pieza con el depósito de gasolina, copiada de la Derny Taon francesa. No tuvo tampoco éxito y se fabricaron poco más de 50 motos, lo que finalmente le deparó el destino su condición de exclusiva, convirtiéndola en una clásica muy preciada.

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Evolución con el cambio de década

Terminan los años ‘50 y entramos en la década de los ’60. Aquí es la famosa Rieju Jaca la que trae el éxito a la marca de Figueras. Primero se presenta en versión Sport con el motor AMC. Es cara, rápida y muy equipada; una deportiva en una época en la que las motos no pasan de ser meros elementos de transporte. Bajando el nivel de equipamiento y el precio se presenta la Jaca normal, que por supuesto sí triunfa, con 3.200 unidades fabricadas desde 1959 a 1963. Pero sin duda en los años ‘60 el mercado está cambiando…

Rieju se fija en el ciclomotor. Es un éxito ya en Italia y allí encuentran a su nuevo socio tecnológico, ya que en 1960 comienza una larga y prolífica colaboración con Minarelli. Fue en 1964 cuando se rubrica el acuerdo por el que Rieju se convierte en importador exclusivo para España de sus motores y en fabricantes, bajo licencia, de los mismos, a través de Fita. Se trata del motor P3A con refrigeración por aire forzado y tres velocidades y un rendimiento de 3,5 CV.

Montado en el chasis de la Jaca dará lugar a un ciclomotor de marchas apreciado; las primeras, antes de 1964, pasaban de los 70 km/h y después de ese año, con la entrada en vigor de la nueva legislación sobre ciclomotores que obligaba a un máximo de 2 CV y 40 km/h, la Jaca 50 se convierte simplemente en indestructible.

En los años ‘70 se produce el “boom” de las motos de campo. Los ciclomotores Rieju pasan a ser de este estilo, con los 402 TT, sumados a una gama amplia de ciclomotores, segmento en el que la marca se ha especializado no sin éxito. A esta 402 le sustituye la TT 504 y, en 1978, una TT 406 de 74 cc con motor Minarelli. Un año después se presenta la evolución de esta moto, la TT 505, más conocida como Marathon, con cilindradas de 50 y 74 cc. Efecivamente, es la famosa Marathon verde que hoy recordamos todos.

Los años ‘90 son el escenario de otro “boom” el del ciclomotor de campo. Rieju, con las series siguientes de las MR, MRX y MRT, se mete en el siglo XXI como uno de los líderes europeos de este segmento, en dura pugna siempre con las Derbi Senda. Desde luego, no se olvidan de las motos asfálticas: el RS1 es uno de los ciclomotores deportivos más apreciados del momento, auténtica cuna de campeones como fue el caso de Carlos Checa, campeón del Mundo de WSBK, entre otros.

Rieju supo afrontar la llegada de las 125 4T con éxito y, hoy día, continúa la evolución con éxito en esos ciclomotores de campo, con motos tan originales como las Tango o las eléctricas Nuuk, que verás en manos de muchos carteros hoy día.

Rieju acaba de cumplir 80 años, sí, pero sigue siendo una marca joven, dinámica y con una innegable visión de futuro.

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Rieju en el Museo de Alcalá de la moto española

Como no podía ser de otro modo, el Museo de Alcalá contiene algunas de las Rieju aquí mencionadas. No todas, porque si bien en los fondos del museo, con más de 1.200 motos, sí encontramos prácticamente todas, no se localizan expuestas. Hay que tener en cuenta que en el espacio habilitado para unas 300 motos aproximadamente, no fue fácil establecer qué motos de la marca debían estar presentes. Así, los nutridos fondos de la exposición permiten que muchos modelos roten en los lugares dispuestos para su exposición; otro de los argumentos a modo de aliciente para regresar, con vistas a la contemplación de “nuevas” motos situadas en los espacios disponibles.

Nada más entrar te encontrarás con el pasillo de «El nacimiento de la industria». Según la clasificación del museo, este pasillo comprende un período que engloba desde los inicios de la industria, a principios del siglo XX, hasta el comienzo de los años ‘60, cuando dicha industria se consolida. Aquí, a medio recorrido, encontramos dos de las Rieju mejor valoradas en las colecciones actuales: la Sport 125 y el scooter Isard.

Como decíamos más arriba, son dos motos construidas durante poco tiempo con el motor AMC 125 cc de cilindro vertical. Una, la Sport, poco entendida por una estética muy particular pero espectacular hoy día, y el Isard, muy caro de fabricar en su momento por sus características y materiales. Ambas motos se encuentran en un estado espectacular, permitiendo observarse tanto esas líneas extrañas como la cuidada fabricación de la marca en aquellos años.

Fita con arranque eléctrico

Muy cerca de ellas encontrarás otra de las Rieju de la época, la 175 Fita, pero en este caso se trata de una Fita muy especial, ya que dispone de arranque eléctrico. No sabemos cuántas unidades incorporaron este accesorio tan especial por aquel entonces, caro y poco visto. Se trata, en concreto, de un sistema de arranque conocido como «Dynastar». Era un invento alemán bastante utilizado en coches baratos y motores marinos en la época, así como en algunas motos.

Consistía en la misma idea que ahora se emplea en motores como el del Honda PCX o los Piaggio Medley: el propio generador de corriente del propulsor (ahora alternadores, entonces dinamos) se convierte en un motor eléctrico si inviertes su funcionamiento, esto es, si el motor de la moto mueve la dinamo, esta genera corriente que se guarda en la batería; si de la batería metes corriente en la dinamo, esta gira, arrastrando así el cigüeñal de la moto y permitiendo el arranque. Cuando vayas al Museo de Alcalá de la moto española, fíjate en el cárter ensanchado por el Dynastar de la Rieju 175 que denota su montaje.

En la «jaula», la estructura de tres pisos donde se exponen gran parte de las motos del museo, encontrarás algunas Rieju más. Están, en la misma zona, casi todas las participantes del Trofeo Junior RFME de Motocross de 1976. Fue un evento importante donde casi todas las marcas participaron de forma oficial. Una de ellas fue la Rieju Cross 75: una moto de esa serie de las 504, sin motor Minarelli, muy potente y puntero.

Motos Made In Spain, el museo de la moto, tiene un enfoque diferente. La industria de la motocicleta española pudo tener momentos más gloriosos en el pasado como así fue, pero no ha desaparecido en absoluto como demuestra la propia Rieju. De hecho, una exuberante MR300 2021 ocupa orgullosa su lugar en el pasillo final junto a otros modelos contemporáneos. Ahora, con la MR 300 80 Aniversario, Rieju reivindica esa historia y la vuelve a traer al presente.

¡Feliz cumpleaños, Rieju! Y que nosotros lo celebremos muchos años más.

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