Comparamos el nuevo Yamaha RayZR con el Suzuki Avenis 125, el scooter rival más directo para el carnet B de coche
¿Qué necesitas realmente en un scooter de 125 cc? Si lo piensas, necesitas que arranque todas las mañanas sin dar problemas, que te lleve de un sitio a otro sin protestar, que gaste lo menos posible y que sea fácil, por tanto, cómodo de usar. Eso es lo que una gran mayoría de usuarios realmente necesitan. Bueno, vale, que frene correctamente, que tenga una cierta estabilidad y, a ser posible, que salga de los semáforos antes que los coches que tienes alrededor para evitar problemas.
Precios, ofertas, fichas técnicas e imágenes de TODOS LOS MODELOS DE SCOOTERS 125 del mercado
Y sí, está bien tener parabrisas eléctrico, pantallas TFT o piñas retroiluminadas. Está muy bien llevar una app que permite leer mensajes en el cuadro (aunque no sé yo si es aconsejable), pero estarás de acuerdo conmigo que necesario, lo que se dice necesario, no es.
Bien, pues si llegas a ese convencimiento, estarás de acuerdo conmigo que nuestros dos protagonistas de hoy, dos scooters urbanos, básicos (pero con «sorpresa» en algún caso; sigue leyendo…), económicos y de primeras marcas, se acercan mucho a eso que acabamos de definir como necesario; si lo que buscas es solucionar tu movilidad en la ciudad sin más zarandajas, permíteme que te los presente más formalmente.
Cómo es el Yamaha RayZR 125: ágil, no tan básico y cómodo
En esta esquina del «ring», el Yamaha RayZR, un scooter presentado casi por sorpresa en el último Salón de Milán, en 2023, que llamó la atención por su precio y por ser uno de los primeros scooters del mundo en poder presumir de tecnología híbrida. Sí, has leído bien. Tecnología híbrida. Pero vamos desde el principio.
El Yamaha RayZR es un scooter muy compacto, construido alrededor de un chasis básico, de tubo de acero, con ruedas de 12″ delante y 10″ detrás. Lleva un solo amortiguador trasero, una horquilla estándar y un disco de freno delantero.
Detrás lleva un tambor, algo que llama la atención, puesto que tiene un tacto de frenos que muchos rivales con discos envidiarían. Con todo ello, pesa solo 99 kg, una cifra mágica que explica en gran parte lo bien que va este scooter: ágil y maniobrable como pocos, como es lógico con ese peso y tamaño.
Un motor sorprendente… y con más sorpresas
El motor sigue también, en parte, esa filosofía básica y sencilla: un monocilíndrico de aire y culata de dos válvulas, con tecnologías «Blue Core», ese conjunto de soluciones que Yamaha aplica en sus motores más eficientes buscando el mejor consumo para buenas prestaciones. Es de carrera larga, lo cual suele ser equivalente a mejor par, que en este caso llega a 9,7 Nm a 5.000 rpm. La potencia declarada es de solo 8 CV, pero esto tiene truco…
El motor RayZR lleva un sistema de arranque y parada automático: cuando llegas a un semáforo, si el motor está a temperatura de funcionamiento, se para solo. Arranca nada más tocar el acelerador. Este sistema ha permitido a los ingenieros que ese motor de arranque instantáneo se use también para mejorar las aceleraciones desde parado.
Así, ayuda a «empujar» hacia delante al scooter, mejorando su salida desde cero. El sistema se llama «Power Assist» y, efectivamente, si lo piensas, es prácticamente un uso «híbrido» de la mecánica. Con estos sistemas y tecnología, algo muy superior a lo meramente básico en este mundillo, Yamaha declara un consumo récord de 1,8 litros cada 100 kilómetros.
¿Y el equipamiento?
Antes de definir un listado de equipamiento, hay que hacer hincapié en un punto importante: 2.299 € es su precio. Un Yamaha, con toda su calidad a ese precio, desde luego, requiere «sacrificios». Pero tampoco te asustes, que no es para tanto: aparte del sistema «Start&Stop» más el novedoso «Power Assist», encontrarás luces LED delante y detrás y un cuadro LCD de buena lectura y bastante completo.
Bajo el asiento hay un cofre donde puedes guardar un casco jet (en un scooter tan compacto tampoco es fácil que hubiese más espacio), una llave estándar con apertura del asiento desde el contacto, una pequeña cúpula y un sistema de arranque rápido, con una sola pulsación del botón.
Un gancho porta bolsas en el contraescudo, un asa trasera, caballete central y pata lateral con desconexión del motor completan este listado de equipamiento, en un scooter que, insisto, está entre los más baratos del mercado de 125 cc, siendo de marca japonesa de primera línea.
Cómo es el Suzuki Avenis 125: más grande y menos «técnico»
En la otra esquina, el rival: Suzuki Avenis 125, en nuestro caso un «viejo conocido» (no tan viejo; se presentó hace poco más de un año) que ya probamos hace unos meses. En este caso, es también un utilitario ciudadano, de cuidado diseño y líneas modernas, que recurre a una mecánica también bastante estándar y sencilla, en busca de buen precio y sensaciones suficientes para ese uso diario en la ciudad.
Emplea un chasis de tubo de acero más grande que su rival y pesa 107 kg. Es por tanto muy ligero, pero se nota una diferencia de tamaño a sus mandos. Monta llantas de 12″ delante y 10″ detrás, la misma solución que su rival, con horquilla estándar y un solo amortiguador trasero.
Lleva también un sistema de frenada combinada con disco y tambor, aunque su tacto es inferior al del Yamaha, pero en este caso hay un freno de mano simple y sencillo, muy útil: un gatillo deja pillada la maneta derecha si quieres dejarlo aparcado y que no se desplace ni un solo centímetro de su lugar.
Un motor tan sencillo como eficiente y un equipamiento similar
El motor en este caso no ha supuesto una complicación: Suzuki ha optado por el más sencillo de los monocilíndricos que tenía en el catálogo, con carrera larga, refrigeración por aire, un solo árbol de levas y 8,7 CV declarados.
No hay en este caso tecnologías sorprendentes o novedades más allá de las necesarias hoy día para un motor eficiente y suave.
En cuanto al equipamiento, sí destaca su faro LED, cuadro LCD y el caballete central más pata lateral. Llama la atención el tapón de gasolina, en la parte trasera del scooter, por detrás del asiento, con llave y apertura automática: la cerradura está en un lateral: la accionas y el tapón salta, quedándose cogido por la bisagra. Bajo el asiento, que se abre desde el contacto, tienes un hueco algo estrecho y no muy alto, donde cabe un casco jet de los cortos, porque si es de los altos el asiento no cerrará.
Cómo van: ciudadanos bien educados
Cuando tienes uno al lado del otro es obvia la diferencia de tamaño: el Suzuki es algo más grande y el Yamaha se ve más ligero.
Sobre ellos, ambos son cómodos, con una posición de conducción muy natural y agradable. Los dos se ponen en marcha con una sola pulsación del botón de arranque, aunque el Yamaha, con su sistema de arranque-parada, emplea el propio alternador como motor de arranque y es, por tanto, más silencioso.
Curiosamente, en marcha, los dos tienen un sonido similar: grave, muy bajo y discreto.
Rodando con el Yamaha RayZR…
Con el RayZR abres gas y sale con decisión. No sabría decirte cuánto de su empuje proviene del motor de gasolina y cuánto de su sistema, aunque los datos oficiales hablan de un 30% más de aceleración en los tres primeros segundos del arranque. A partir de ahí, se percibe un scooter muy ratonero, capaz de girar en un pañuelo, con buen tacto de frenos y una estabilidad suficiente en casi cualquier situación. La rueda trasera de 10″, en la ciudad, es un acierto en cuanto a la agilidad que le da al scooter.
Suspensiones cómodas, frenos eficientes y un motor que empuja bien, que lleva al scooter hasta cerca de los 100 km/h. En la ciudad es una herramienta ideal casi en cualquier caso. En la carretera se queda algo justo con esa potencia de 8 CV y 100 km/h, pero rueda con comodidad incluso si lo llevas con el puño a tope: al motor de carrera larga se le nota con aguante para eso y más.
En trayectos cortos u ocasionales, el RayZR se defiende muy bien. Pero no olvidemos que es un scooter básicamente ciudadano. Allí se defiende como el mejor, con un sistema Start&Stop que además ayuda a conseguir unas cifras de consumo prácticamente inmejorables.
… y después con el Suzuki Avenis 125
El Suzuki es muy similar en muchas cosas al Yamaha, si bien se le notan esos pocos kilos de más: es un scooter más grande y voluminoso, y eso se nota a la hora de meterte en pasos muy estrechos o hacer giros muy cortos. Ojo, porque es un gran scooter ciudadano y lo hace bien, pero el Yamaha es más pequeño y se aprovecha de ello.
El motor del Avenis no emplea esos «trucos» del Yamaha, pero aun así tiene buenos bajos y también sale bien, con una velocidad punta similar. La parte ciclo también es similar, pero sin embargo no se nota tan firme como la del RayZR que da más confianza a la hora de entrar en giros con cierta velocidad.
Lo mismo pasa con los frenos: frena bien, pero el tacto no es tan bueno como en el Yamaha. En la carretera, con estas consideraciones, ocurre lo mismo: tiene suficiente velocidad punta para salidas cortas fuera de la ciudad, pero esos tramos los afronta con suficiente capacidad: no irás más rápido que el tráfico, lo cual siempre es delicado, pero tampoco tan lento como para tener grandes sustos.
Lo mejor del Yamaha RayZR:
-Buena salida
-Sistema Start&Stop
-Radio de giro, muy ágil en ciudad
Mejoraría con:
-Capacidad bajo el asiento justa
-Sin guanteras
Lo mejor del Suzuki Avenis 125:
– Carrocería más grande
– Buena respuesta abajo
Mejoraría con:
-Equipamiento justo
-Capacidad bajo el asiento
-Tacto de frenos
Así vemos el Yamaha RayZR:
En carretera: 3
En ciudad: 5
Pasajero: 3
Confort: 4
Equipamiento: 3
Autovía: 2
Así vemos el Suzuki Avenis 125:
En carretera: 2
En ciudad: 4
Pasajero: 3
Confort: 3
Equipamiento: 2
Autovía: 2
(De 1 a 5 puntos)
Son dos scooters ideales para moverte por tu ciudad, con un equipamiento incluso superior a lo realmente necesario si los consideras simples herramientas de movilidad. El Suzuki tiene la ventaja de una carrocería algo más grande, pero lo cierto es que el Yamaha, siendo más compacto, consigue igualar en comodidad al Avenis, tanto con uno como con dos ocupantes.
Scooters diseñados para la ciudad, sus prestaciones fuera de la misma no son su fuerte, pero la mayor ligereza del RayZR le permite situarse por encima de su directo rival.
Por último, pero muy importante, Yamaha puede considerarse ganadora de esta comparativa sobre todo por dos puntos muy importantes: primero, el sistema híbrido le da una cierta ventaja en eficiencia y, sobre todo, un precio de 2.299 € para él es todo un plus, puesto que el Suzuki tiene un precio oficial de 2.959 €. Más de 600 € de ventaja, en este caso, es mucha ventaja.
FOTOS: MIGUEL MÉNDEZ