El nuevo Sky Town 125 ABS abre nuevos segmentos para KYMCO con un scooter sorprendente
La prueba del KYMCO Sky Town 125 ABS nos hace recordar que han pasado unos 30 años desde que KYMCO llegara a España. Lo hizo con scooters que destacaban por un precio muy contenido, pero pronto demostraron calidad. Aquellos primeros años, con los Dink y Grand Dink, sirvieron para sentar unas bases con unos scooters que todavía se ven rodar, tras muchos miles de kilómetros. Esa base permitió que, años después, sus sucesores, como el Super Dink, alcanzasen el nivel de superventas, con un scooter bien equipado, rápido y económicamente muy accesible en comparación con sus rivales.
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Pasó el tiempo y la marca supo acertar con otros scooters, como la familia KYMCO Agility City: un scooter económico, bien pensado y fiable que ha sido, durante varios años, la moto más vendida de nuestro país, sin abandonar nunca esa lista de los más vendidos. Pero otras marcas también cuentan: cuando, hace 15 años, Honda presentó el PCX, prácticamente inventó un nuevo segmento con llantas de 14″, ligereza, unas prestaciones decentes (sin ser ningún bólido, cumple sobradamente) y, sobre todo, mucha tecnología enfocada en ser más eficiente y económico. Esa senda abierta por un scooter ciudadano, no precisamente básico, muy ágil y con una línea nueva y llamativa, fue un éxito. Yamaha le siguió poco después con su propia interpretación del concepto, el NMax. Tras eso, scooters como el SYM Jet 14, el Keeway Vieste, el QJ Motor MTX, y otros tantos han explorado esta vía que parece funcionar muy bien para muchas marcas.
KYMCO ha tardado en llegar a este nuevo segmento, pero cuando lo ha hecho, lo ha hecho, una vez más, muy bien: el Sky Town recurre a sus propias fórmulas para resultar interesante. No tiene alta tecnología ni sistemas que llamen la atención. Tampoco ofrece un equipamiento de lujo ni «gadgets» sorprendentes. Lo que sí tiene es un chasis muy bien puesto a punto, con una parte ciclo excelente, un motor que funciona mucho mejor de lo que esperas en un scooter de 11 CV, buena capacidad de carga, unas líneas agradables y una posición de conducción cómoda, con el equipamiento que realmente es útil y práctico. Todo esto, una vez más, a un precio razonable. No será difícil que veamos al Sky Town repetir laureles en las listas de ventas para la marca.
Cómo es: simplemente bueno
Permíteme el juego de palabras, pero creo que define muy bien al KYMCO Sky Town 125 ABS. Es simple. Como te decía, no tiene equipamientos sorprendentes, pero sí lo necesario para ser cómodo, seguro y agradable. Y todo lo que tiene es de calidad, bien acabado y funciona muy bien.
Empezando por la parte ciclo, el KYMCO estrena un chasis que presume de ser un 20 % más rígido que el de otros scooters de este segmento en la marca. Presenta un nuevo soporte de motor inferior que, según la marca, es responsable de parte del buen comportamiento de este ciclo. Utiliza, como sus rivales más directos, ruedas de 14″ delante y 13″ detrás, un compromiso entre estabilidad y agilidad que siempre ha demostrado funcionar bien.
En el tren delantero, monta una horquilla estándar de 31 mm de diámetro; detrás, dos amortiguadores regulables en precarga. En cuanto a los frenos, cuenta con dos discos, de 220 mm delante y 200 mm detrás, ambos monitorizados por un ABS Bosch de serie. Y todo esto en un scooter compacto: 126 kg, 1.320 mm de distancia entre ejes y solo 770 mm de altura del asiento al suelo.
El motor tampoco aporta grandes novedades, aunque sí se puede considerar nuevo, al igual que todo el scooter: según la marca, este scooter está compuesto por 427 elementos. De ellos, solo 61 se comparten con otros vehículos anteriores de la gama, y estos son principalmente tornillería y pequeñas piezas. Por supuesto, es un monocilíndrico de 4 tiempos, refrigerado por aire, con culata de dos válvulas. Tiene una arquitectura de carrera larga (52,4 x 57,8), y respecto a motores anteriores (como el de los Agility, por ejemplo), emplea una mayor relación de compresión, lo que mejora su eficiencia: entrega 11 CV a 8.500 rpm, un par de 10,6 Nm a 6.500 rpm y declara un consumo de 2,5 litros a los 100 km.
Equipamiento inteligente
No es un scooter «pelado», como solemos decir vulgarmente cuando no lleva mucho equipamiento, pero tampoco ofrece grandes lujos ni sorpresas, como te decía antes. Cuenta con faro y piloto trasero de LED, algo que hoy en día debería considerarse imprescindible, aunque aún no es general en todos los vehículos. Lleva un cuadro digital LCD, por lo que no tiene pantalla TFT ni conectividad con el móvil: tendrás que poner un soporte y llevarlo a la vista si lo necesitas, pero es un cuadro legible y completo, que podemos calificar como correcto.
Pata lateral con desconexión del motor y caballete central fácilmente utilizable, reposapiés plegables para el pasajero, una guantera abierta a la derecha con enchufe doble y otra con puerta, sin cierre, a la izquierda. No son muy profundas y, por supuesto, no permiten dejar nada cuando aparques, pero vienen bien para vaciar bolsillos de mandos y llaves.
Sin embargo, seguramente su capacidad de carga es uno de sus puntos más fuertes: bajo el asiento, que se abre desde la cerradura de contacto, puedes meter un casco integral. Es un hueco alargado hacia atrás, con suficiente profundidad delante para ese casco, y en la zona trasera deja espacio para un jet pequeño o, mejor, guantes, candados y demás parafernalia que solemos llevar.
No es de récord, desde luego, aunque no está mal para un scooter compacto. Por eso se ha complementado con un baúl trasero, fabricado por Shad, con la tapa superior pintada en el color de la carrocería del scooter. Se integra muy bien en la línea del Sky Town y duplica esa capacidad de carga. Eso sí, como rara vez las cosas son perfectas, la llave no es la del scooter, sino que lleva una independiente.
Cómo va: corre, es estable y divertido
El KYMCO Sky Town 125 ABS es un scooter atractivo a la vista. Se ve moderno y fluido en sus líneas. Está disponible en dos colores: el clásico blanco, que todos los scooters deben ofrecer, y este gris brillante, un color muy en boga que, a mí particularmente, me parece muy atractivo. En este color se ve actual y diferente a los colores clásicos, y le sienta bien. Como verás, no lleva cúpula, un accesorio que se ha dejado como opción a adquirir aparte. A mí, desde luego, me resulta suficiente para sus prestaciones tal y como está… aunque seguro que el día que llueva me arrepiento.
Es compacto y se siente así: es fácil subirse para cualquiera, con el asiento muy accesible, a solo 770 mm del suelo. Es cómodo tanto en el asiento como en la postura. Para subirte, eso sí, o lo haces tipo moto o levantas el pie bastante por encima de esa enorme tabica central, que, lógicamente, le da mayor resistencia a la parte central de la moto: no está ahí por casualidad.
En marcha
Una vez sobre él, arrancas con el botón y, como siempre, tirando de un freno. Los mandos tienen buen tacto, y las piñas se perciben de suficiente calidad. Todo funciona bien, de manera suave y en su sitio. Los intermitentes, algo frecuente en KYMCO, llevan sonido para recordarte que los llevas puestos: un «clic-clac» clásico, de suficiente volumen y nada molesto. El motor no vibra y es muy suave a cualquier régimen, desde el ralentí.
Es rápido acelerando y muy dinámico desde baja velocidad. Abres gas y sale deprisa, sin levantar la zaga, traccionando muy bien y con buen control del tren delantero, a pesar de ser tan corto entre ejes. Gira mucho y se llega bien al suelo, de forma que maniobrar con él a baja velocidad es muy sencillo.
En la ciudad es un scooter muy agradable: muy ágil y ligero, con un motor que acelera bien y con una buena parte ciclo: es estable y frena bien. Siendo compacto, además, puedes meterte por cualquier paso estrecho con facilidad. En semáforos y detenciones, si quieres, tienes suficiente potencia para salir de los primeros, desde luego.
En la carretera es donde más sorprende: a simple vista, por su tamaño, por su motor de 11 CV, por sus líneas y hasta por su nombre, parece un scooter pensado para la ciudad, por lo que, sinceramente, esperaba que en carretera «cumpliera» sin más. Y eso significa, hablando claro, superar los 100 km/h un poquito y ser capaz de rodar de continuo por encima de 90 km/h.
Pero no solo cumple: lo hemos visto rodar por encima de los 110 km/h en llano y superar los 120 km/h en autovía, con algo de bajada. Y lo mejor: a esos ritmos sigues teniendo muy buenas sensaciones tanto en curvas como en frenadas. Sin duda, un gran scooter de uso general.
Lo mejor:
- Buenas prestaciones, ágil y fácil de maniobrar
- Comportamiento sano y divertido en cualquier circunstancia
Mejoraría con:
- Llave del top case común con la del contacto
- Algo más de equipamiento, como cuadro TFT conectable
Así lo vemos:
-En carretera: 4
-En ciudad: 5
-Pasajero: 4
-Confort: 4
-Equipamiento: 3
-Autovía: 3
(De 1 a 5 puntos)
KYMCO lleva unos años con poco movimiento en sus gamas: una marca que hace años nos acostumbró a novedades cada poco tiempo, llevaba mucho sin lanzar algo completamente nuevo. Sin embargo, está claro que no se han olvidado de cómo hacer buenos scooters.
El KYMCO Sky Town 125 ABS lo es: convence a la vista y convence cuando lo pruebas. Quizá no tiene todo el equipamiento de moda, pero cuando ruedas con él te olvidas de ese punto: corre mucho para un 11 CV. Y lo hace bien, con nobleza de comportamiento, lo que hace que se convierta en un scooter divertido de llevar.
Esas prestaciones, además, alargan su radio de uso: su carrocería y estilo dicen que es un scooter urbano, pero sus prestaciones y forma de andar permiten salir a la carretera y a las autovías con la confianza de ir sobre un 125 capaz de rodar a la velocidad del tráfico. Cómodo para uno o para dos personas, el ABS le da una frenada segura, y las llantas de 14″ y 13″ permiten conducir deprisa y de forma divertida.