Ángel Nieto, el rey de las «tazas de café»

La trágica noticia del fallecimiento de Ángel Nieto ha sido un shock para todos los que amamos la historia del motociclismo deportivo. Al margen de su figura como el piloto más laureado en las cilindradas pequeñas del Mundial de Velocidad, su personalidad y carisma han marcado huella en la trayectoria de esta disciplina.

Nieto era una persona de profundos contrastes. Nunca olvidó que los enormes éxitos que logró a lo largo de su vida fueron consecuencia de su propio esfuerzo. Podía ser absolutamente encantador y realmente divertido en muchos momentos, pero también carecía de compasión tanto dentro como fuera de las pistas a la hora de lograr sus objetivos. Era un experto en el ámbito que relaciona la política con el deporte. Por ejemplo, la sede de la RFME (Real Federación de Motociclismo de España) se encuentra en Madrid, lugar de residencia de Ángel. Sus maniobras con este organismo le garantizaron el respaldo en momento críticos de su carrera, sobre todo cuando el futuro de las empresas españolas del segmento, radicadas en Barcelona, se tambaleaban en el período inmediatamente posterior a la muerte de Franco. Entonces, la estrategia del férreo proteccionismo frente a los japoneses ya no tenía más recorrido.

Logródisponer casi siempre del material más adecuado, lo que junto con su maestría, valor y capacidad de adaptación a sus mecánicas hizo que fuera prácticamente imbatible durante una década y media. Era capaz de extraer hasta la última gota de las prestaciones y el potencial de cada moto que pilotaba.

A pesar de su baja estatura, también pilotó motos de cilindradas superiores, como la mítica carrera en el GP de España en el Jarama en 1982. En aquella ocasión cayó batallando frente a la Kawasaki KR 500 de Kork Ballington a bordo de una Honda de tres cilindros que consiguió gracias a la intermediación del entonces campeón del mundo Marco Luchinelli. También venció el Campeonato de España de F750 en 1977 sobre una Yamaha TZ 750. No obstante, siempre será recordado como el «rey de las tazas de café«.

El nombre de Ángel Nieto permanecerá como sinónimo de las carreras de motos en su país. Fue el primer Campeón del Mundo español y el que más éxitos ha logrado. Sus 12 + 1 títulos abrieron la puerta al actual dominio de los pilotos españoles en todas las categorías de MotoGP. Por eso y por infinidad de razones más, le echaremos mucho de menos.