Lavar la moto: 10 aspectos para tener en cuenta

Lavar la moto resulta, a veces, engorroso, ya sea porque tratar con la suciedad no resulta agradable o, simplemente, porque no nos apetece nada estar pendiente de qué hacer para que nada se estropee. A fin de cuentas, lo que más nos gusta hacer es disfrutar conduciéndola. Lo de limpiar es, efectivamente, parte del mantenimiento requerido, pero la verdad es que no siempre apetece…

En cualquier caso, vamos a contemplar los aspectos más importantes a la hora de ponerte a limpiar tu moto. Lo cierto es que son muchos los consejos que pueden aplicarse a esta actividad, pero si te centras en estos 10 puntos tendrás el grueso del trabajo ya encarrilado.

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Los 10 aspectos fundamentales al lavar la moto

-Lavar la moto es un aspecto importante dentro del mantenimiento requerido, pero solo si lo haces de manera correcta, sobre todo si limpias con productos adecuados y después, no olvidas engrasar los elementos necesarios como «fin de fiesta». Te lo recordaré cuando acabemos.

-Lo primero es proteger aquello que no queremos que se moje en exceso, en previsión de que pueda llegar a resultar dañado, a saber: cuadro y concesiones eléctricas como la propia batería, caja del filtro de aire o escape, etc. Puedes taparlos y con ello ganarás en confianza y seguridad, pero lo cierto es que las motos modernas suelen venir protegidas. Aún así, no te fíes.

-En caso de que confiemos en nuestra moto, recién sacada del concesionario pero ya sucia por las lluvias y demás suciedad que ha acumulado en pocos días, y por ello no se va a estropear nada (porque ya de por sí debería venir protegida «de serie»), al menos no te ensañes con el agua a presión en los puntos más delicados. Más vale prevenir.

–Un jabón especial para motos o carrocerías suele ser lo adecuado. Cualquier otro puede valer, siempre que no sea un producto de esos «quitagrasas milagro» químicamente muy agresivo. Cuidado porque puede afectar a la pintura, al material de la cúpula o algún otro acabado de la moto, dejando molestas manchas que difícilmente podrás eliminar.

-Por supuesto, un estropajo duro está descartado salvo para quitar suciedad muy incrustada en lugares donde no vayan a sufrir arañazos, como un colector de escape o los bajos del motor. Para el resto, mejor agua, jabón, paciencia y una esponja o trapos suaves.

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-En el motor, kit de transmisión, bieletas traseras y similares zonas de giro, puedes eliminar lo mas incrustado con gasolina o gasoil y una brocha, pero ya te digo que suele funcionar mejor con spray limpia motores y similares. Frotarás menos y el resultado acaba siendo más inmediato y evidente.

-Mucho cuidado con la cúpula: se araña con mirarla. Aplícate con suavidad, emplea  productos poco agresivos y atención con los insectos aplastados, porque pueden llegar a copiar el efecto de una lija: arrastrarlos de un lado a otro completamente secos causará daños irreparables en forma de molestos arañazos.

-Mucho cuidado también con las máquinas de petrolear y limpiar a presión: las «caseras» no suelen tener la suficiente potencia como para estropear nada, pero las profesionales sí pueden llegar a arrancar pintura o adhesivos. Ojo también con el agua a presión sobre los radiadores: algunos son especialmente blandos y puedes, cuando menos, dejarlo marcado.

-Nadie está diciendo que no emplees una máquina a presión, pero el consejo es claro y evidente: si puedes, evítalo, pero si es necesario por la cantidad ingente de barro acumulada por todas partes, por ejemplo, frena la tentación de acercar la pistola al punto que necesitas despejar. Mantén una distancia prudencial y minimizarás los riesgos.

–Y como te decía al comienzo de este listado, una vez hayas terminado la limpieza, es tan importante o más volver a engrasar algunos puntos. Básicamente, la cadena necesitará grasa nueva si has limpiado bien esta zona, y tampoco está de más algo de aceite sobre las bieletas de suspensión. Antes de ello, espera un poco a que escurra el agua de forma natural, o mediante chorro de aire a presión; mejor lo primero que esto último.