5 consejos básicos para realizar una conducción invernal segura con frío en moto

Los 5 consejos básicos para una conducción invernal segura en moto obedecen a los principios lógicos más elementales. La prudencia, siempre bienvenida al manillar de tu máquina, debe redoblarse al circular bajo condiciones extremas… Y si por algo se caracteriza el invierno es, precisamente, por castigarnos de manera severa a todos los que vamos en moto a diario.

Englobamos, por tanto, detalles que afectan tanto a la propia conducción de la moto, como a los dos protagonistas de esta nuestra historia: el piloto y la máquina. Ya conduzcas una moto o scooter, independientemente de sus características, dimensiones y cilindrada, los principios básicos para luchar contra el frío invernal son los mismos.

Apenas algunas diferencias entre un tipo u otro de moto nos pueden ayudar o, tal vez, entorpecer nuestras capacidades al enfrentarnos al frío extremo, si bien el objetivo es el mismo para todos: alcanzar el máximo nivel de seguridad para llegar a nuestro destino sanos y salvos. Si además disfrutamos del recorrido, será lo más positivo que nos llevarmos de vuelta a casa.

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5 consejos básicos: conducción invernal segura en moto

Partimos de la base que tanto tu equipamiento como tu moto se encuentran en perfecto estado, lo que no impide que el paso del tiempo y los kilómetros comiencen a hacer mella desde que comenzaste a emplear todo el material, teniéndolo en correcto orden de revista.

Con ello y con todo, también deberemos tener muy en cuenta los detalles que se verán más afectados por una conducción invernal en moto, donde el frío nos pone a prueba desde incluso antes de subirnos a ella y comenzar a rodar… Porque si te atreves a hacerlo en las fechas más gélidas del año es porque, o bien la necesidad aprieta, o te gusta de verdad ir en moto.

1. Equipamiento motorista al completo

Hay quien no le gusta rodar en moto con guantes porque piede tacto durante la conducción. Es algo que ni durante el verano tiene sentido, porque incluso yendo en bici un simple arrastrón te dejará las manos como un jamón empezado. Y como suele suceder con el resto del equipamiento, este debe ser adecuado a las condiciones en las que nos movemos, incluyendo pantalones o calzado.

2. No sirve cualquier prenda

Así, son necesarias prendas específicas, no solo para circular en moto (no valen abrigos comprados en la tienda más «cool» del centro comercial de turno, ni botines que vayan a juego para acudir a la oficinan como un pincel), sino que hablamos de chaquetas multicapa, guantes de caña larga con membrana microporosa, pantalones con protecciones y botas, a ser posible, de caña larga.

Si el objetivo es combatir el frío, ¿por qué nos movemos en moto con prendas que no sirven para el invierno? Recuerda que la mejor inversión en ti mismo la harás consiguiendo el equipamiento más completo para rodar en moto, mediante conjuto de protecciones en hombros, codos y espalda con la chaqueta, nudillos y palma en guantes, caderas y rodilla en pantalones y caña reforzada en maleolo, frontal y suela antideslizante en botas.

3. La «membrana milagrosa»

Las membranas microporosas han sido diseñadas para cortar el viento e impedir el paso del agua hacia el interior de cada prenda que empleamos rodando en moto. De su calidad dependerá la eficacia en su trabajo, medida en la capacidad para retener y expulsar el agua por cada parcela de la superficie cubierta. En este caso, como sucede con las protecciones y calidades varias, los inventos mejor con gaseosa… Invierte con la máxima «mejor que sobre a que falte».

4. La moto, simpre a punto

Como decimos, la moto deberá encontrarse siempre en perfecto orden de marcha. Ahora bien, si ruedas en invierno con frío suficiente como para que la calzada pueda congelarse, pon mucha atención al estado de tus neumáticos, cuyo dibujo y presión deberán ser correctos y, siempre, con los baremos indicados por el fabricante.

Además, si el mantenimiento de la vía es el correcto, será probable que se haya empleado sal para evitar placas de hielo, con lo que toda la zona baja de tu moto quedará impregnada y, con ello, en peligro de ser pasto de la corrosión; algo que se vuelve especialmente crítico en el apartado de frenos y, en transmisiones finales convencionales, la cadena, destrozando los eslabones si no te preocupas de limpiar y engrasar más a menudo que el resto del año.

5. Conducción en moto a la defensiva

Cuando vamos en moto, y auque sea de forma inconsciente, lo que hacemos es defendernos del resto de ocupantes de la vía. Dicha conducción a la defensiva debe aplicarse también al estado del firme, donde si ya sufrimos los problemas de baches, resaltes, alcantarillas a desnivel y demás obstáculos, las bajas temperaturas añaden un punto más en el que estar muy atentos.

Pon mucha atención a las zonas de sombra, donde por cuestiones de visibilidad probablemente no puedas comprobar que una placa de hielo está ahí, esperando a que pases justo por encima y te des cuenta a la hora de intentar girar para cambiar de calle o frenar ante cualquier imprevisto.

Para lo primero, la realización de cualquier giro, intenta hacerlo lo más recto posible, esto es, sin redondear demasiado la línea en el cambio de dirección. Por cierto, en este particular nunca está de menos echar un vistazo a quien nos precede y, si ves que se encuentra demasiado cercano a tu trasera, varios toques de freno repetidos y muy suaves, antes del giro le alertarán de que vas a realizar una maniobra. La luz de freno provocará su reacción.

Y para lo segundo, emplea en todo momento ambos frenos y con suavidad; actuar solo sobre el trasero reducirá tu capacidad de frenada en caso de que necesites detenerte ante una emergencia, y si por ejemplo te mueves a los mandos de un scooter, el uso de la maneta que actúa sobre la pinza delantera apenas te detendrá lo justo.

Los sistemas de frenada combinada CBS son eficaces en este sentido, pero lo son mucho más los ABS de doble canal, donde bloquear la rueda será tarea imposible… que no perder la verticalidad por falta de agarre.