Vídeo: Canepa vuela con la Yamaha YZR500 que hizo campeón a Lawson en 1986

Vídeo: Canepa vuela con la Yamaha YZR500 que hizo campeón a Lawson en 1986
Nicolás Merino
Nicolás Merino
El Yamaha Racing Heritage Club echó a rodar hace unos días en Mugello, con modelos tan icónicos como la YZR500 OW31 que hizo campeón del mundo por segunda vez a Eddie Lawson en la temporada de 500cc de 1986... y que ahora puedes disfrutar en este vídeo onboard.

Como te contamos hace unos días, el recientemente creado Yamaha Racing Heritage Club brinda la posibilidad a los afortunados propietarios de unidades de competición de los de Iwata de épocas pasadas. Su último evento, el Yamaha Racing Experience, discurrió en el espectacular trazado de Mugello, y además de juntar a sus modelos más icónicos de la era 2T, también hizo lo propio con pilotos de la talla de Toprak Razgatlioglu, Andrea Locatelli o Niccolò Canepa.

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Sin pensárselo dos veces, el campeón del mundo de WSBK y el piloto de resistencia para el equipo Yamaha se dispusieron a probar los mejores modelos que acudieron a Mugello. En el caso del segundo, tuvo la oportunidad de ponerse a los mandos de una Yamaha YZR500 OW81 de 1986. Más concretamente, la unidad que le hizo campeón por segunda vez a Eddie Lawson.

Canepa, piloto que acostumbra a grabarse durante sus sesiones en moto, ya sea en el Mundial de Resistencia o en tandas de entrenamiento, aprovechó esta oportunidad para mostrarnos las sensaciones en crudo que ofrece la YZR500, una moto que no dispone de ninguna ayuda electrónica. Asentada sobre un bloque V4 de 498cc 2T con 143 CV de potencia, este modelo supuso un gran avance en términos de ingeniería al aprovechar el motor como estructura autoportante. También implementó los árboles de levas contrarrotantes para reducir las vibraciones y mejorar la eficacia dinámica de la moto.

Como puedes ver en el vídeo, la agilidad de la Yamaha YZR500 es total. También se hace presente la precaución del piloto italiano a la hora de abrir gas. Sin control de tracción y con la potencia entrando desde las 10.000 rpm, esta moto te podía lanzar ‘por orejas’ en un instante. Sin duda, un pedacito de historia de las extintas 500 que pone la piel de gallina a cualquier aficionado al motociclismo.